El Ejército de Liberación Nacional ( Eln) abrió un corredor humanitario a partir de este miércoles para que las comunidades afectadas por las fuertes lluvias que han estado cayendo en el departamento de Chocó tengan acceso a las ayudas del Gobierno, pero sin levantar el paro armado que rige desde hace cuatro días.
"Para aliviar las afectaciones del invierno de los pobladores en las zonas donde está vigente el paro armado, se autoriza un corredor humanitario desde el día 13 de noviembre para que puedan llegar las ayudas", señala el comunicado del frente de Guerra Occidental Ogli Padilla del Eln.
La guerrilla ha instado a las autoridades responsables de gestionar el reparto de esta ayuda a señalar "de manera visible" los logos de las instituciones que los identifiquen, a fin de evitar "incidentes" y prohíbe además que se haga de noche.
El Eln ha utilizado el comunicado para justificar el paro armado que desde hace cuatro días mantiene a cerca de unas 45.000 personas confinadas, según cifras oficiales, que además se han visto doblemente perjudicadas por el temporal que ha estado cayendo con especial virulencia en zonas como Chocó o La Guajira.
Así, la guerrilla ha explicado que la decisión de imponer el paro armado, el tercero en la región en los últimos cinco meses, responde a la "connivencia" entre las fuerzas de seguridad del Estado colombiano y los grupos paramilitares.
"Una muestra de esta alianza criminal fue la captura en el día de ayer de dos infantes de Marina por el delito de tráfico de armas y cooperación militar con el Clan del Golfo (...) La población afectada en los territorios sabe perfectamente de esta connivencia", ahonda la guerrilla en el comunicado.
El Eln ha enumerado otra serie de episodios de que dan buena cuenta de esta cooperación entre las Fuerzas Armadas y los paramilitares, quienes "se mueven libremente" para "destruir el tejido social y 'acabar' con la resistencia popular" mientras los militares se encuentran replegados en sus bases.
El nuevo para armado del Eln se puso en marcha apenas un día después de que las delegaciones de paz del Gobierno y de la guerrilla decidieran retomar el diálogo después de que entrara en punto muerto el pasado mes de septiembre en respuesta a un atentado sobre una base militar que dejó dos muertos y decenas de heridos.