La ofensiva más grande de los últimos cinco años contra las redes delincuenciales dedicadas a la extorsión y el secuestro, permitió identificar, ubicar y capturar a 281 personas vinculadas a distintas investigaciones en las que quedó en evidencia el nivel de zozobra y amenaza que generaban en la comunidad con la exigencia permanente de dinero.
En desarrollo de la operación, adelantada por la Fiscalía, los Gaula Militares, la Policía y el CTI, fueron realizadas 38 operaciones en las que se impactaron igual número de organizaciones criminales.
Las diligencias se cumplieron en tres ciudades capitales (Bogotá, Medellín y Cali), y en municipios del Magdalena Medio, Atlántico, Antioquia, Bolívar, Caquetá, Casanare, Cesar, Chocó, Córdoba, Huila, Putumayo, Santander, Sucre, Tolima, Cauca, Caldas, Cundinamarca, Meta, Nariño, Risaralda y Valle del Cauca.
En el marco de la ofensiva denominada Aurora, se hicieron 251 allanamientos en los que fueron incautados 203 teléfonos celulares, 204 simcards, 201 micro memorias, 7 armas de fuego, 64 cartuchos, 3 vehículos y 6 motocicletas. La información almacenada en los dispositivos electrónicos encontrados será analizada por los expertos en delitos informáticos y el Cibergaula, para establecer si habría responsabilidad de los detenidos en otras conductas delictivas.
Entre las estructuras más afectadas están los grupos armados organizados ‘Clan del Golfo’ y ‘Los Puntilleros’; y las bandas de delincuencia común ‘Los del Chispero’ y ‘Altavista’ (Antioquia), ‘La María’ y ‘Los Ingeniero’ (Valle), ‘Los Perturbadores’ (Caldas), ‘Los del Sur’ (Magdalena Medio) y ‘Los Brasilia’ (Cundinamarca). Las acciones desarrolladas en la ofensiva Aurora, además de las capturas, impactaron las rentas criminales de estas agrupaciones ilegales y evitaron que recibieran algo más de $1.600’000.000 en extorsiones.
En los distintos operativos fueron desplegados 1.000 integrantes de la Policía y de los Gaula Militares, 80 investigadores del CTI y 20 fiscales, quienes todavía trabajan en los procesos de judicialización de los capturados.
También en desarrollo de la ofensiva contra el delito de extorsión, catalogado como uno de flagelos que más afecta la seguridad ciudadana en el departamento de Tolima, fue allanada la cárcel de Ibagué.
Tras la asociación de casos la Fiscalía determinó que los comerciantes de la región venían siendo extorsionados vía telefónica desde el centro carcelario y penitenciario Coiba de Picaleña, en Ibagué (Tolima)
Bajo la coordinación de la Fiscalía adscrita al Gaula, uniformados de la Policía adelantaron una diligencia de allanamiento y registró en el patio 6 bloque 1 de la cárcel, con el fin de impactar las organizaciones delincuenciales dedicadas a la extorsión telefónica.
En el operativo se logró la incautación de 19 celulares de diferentes gamas y marcas, además 219 Sim Card, cargadores, libretas de anotaciones relacionadas con extorsiones y armas blancas.
Asimismo, se incautó la suma de $1.210.000 en efectivo y 2 kilos 200 gramos de estupefacientes.
Presuntamente, el centro carcelario Picaleña es desde donde se origina la mayoría de extorsiones en el país.
Secuestro del hijo alcalde
También resaltó la Fiscalía que en Bogotá fueron capturados tres presuntos integrantes de una banda denominada ‘Los Brasilia’, dos hombres y una mujer, señalados como los determinadores y autores materiales del secuestro extorsivo de Calixto Quiñones, hijo de Walter Quiñones, alcalde de Magüi Payán (Nariño).
El joven universitario de 20 años fue retenido el 12 de mayo de 2017, en la localidad de Bosa y liberado tres días después gracias a la presión de los Gaula Militares y los investigadores del CTI de la Fiscalía que tenían indicios sobre su ubicación.
Durante 10 meses fueron obtenidos elementos que permitieron establecer que el secuestro habría sido planeado por un hombre cercano a la familia de la víctima, quien consideraba que por la función pública que cumplía el alcalde de Magüi Payán tenía la capacidad económica para pagar por la liberación de su hijo. Esta persona identificada como Ramón Olaya, es uno de los tres capturados.
Las evidencias dan cuenta que Calixto Quiñones fue contactado por una mujer atractiva, quien lo sedujo a través de redes sociales y diálogos telefónicos, y lo convenció para que cumpliera una cita nocturna. En ese encuentro fue interceptado por hombres armados y trasladado a una vivienda, en la que estuvo cautivo.