El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, anunció un conjunto de medidas de seguridad para combatir la creciente preocupación por el orden público en la ciudad y su área metropolitana.

Entre estas medidas, destaca la implementación de un toque de queda para menores de edad, que entrará en vigencia a partir de las 11:00 p.m. y se extenderá hasta las 5:00 a.m. Esta medida, según el funcionario, tiene como objetivo reducir la incidencia de delitos y mantener a los jóvenes a salvo durante las horas nocturnas.

El toque de queda para menores de edad es solo una parte de un conjunto de acciones que también incluyen la restricción de horarios para establecimientos de rumba y la implementación de un pico y placa en el área metropolitana. Según el alcalde Beltrán, estas medidas buscan abordar problemas como el aumento de los accidentes relacionados con la ingesta de alcohol y la violencia en áreas de entretenimiento nocturno.

Siga a El Nuevo Siglo en WhatsApp: contenido grati

El horario de cierre para los locales de rumba se unifica en toda el área metropolitana, estableciendo que los establecimientos deberán cerrar sus puertas a las 2:00 a.m. Esta medida pretende disminuir los incidentes asociados con la vida nocturna y garantizar un ambiente más seguro para los ciudadanos.

Además, se implementó un sistema de pico y placa en ciertas vías principales, con el objetivo de regular el flujo de tráfico y abordar problemas como el mototaxismo y la piratería. Estas acciones, según las autoridades locales, son respuestas directas a una orden judicial que exigía medidas para mejorar la seguridad en la región.

El alcalde Beltrán enfatizó la importancia de estas medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad, particularmente de los jóvenes. Se espera que estas acciones contribuyan a crear un entorno nocturno más responsable y seguro en Bucaramanga y su área metropolitana.