Licitación del Cable Aéreo de San Cristóbal quedó desierta | El Nuevo Siglo
La Alcaldía de Bogotá tenía presupuestado que esta obra concluyera a mediados de 2025.
Alcaldía de Bogotá
Viernes, 21 de Octubre de 2022
Redacción Bogotá

Se enredó el cronograma del Cable Aéreo de San Cristóbal que Bogotá esperaba inaugurar a mediados del 2025, pues ayer se vencieron los términos para que se presentaran proponentes para la licitación de esta obra. Pese a que desde el pasado 22 de septiembre se publicaron los pliegos, ayer a las 9:00 de la mañana se cerró el proceso y nadie se presentó.

Había dos oferentes europeos con capacidad técnica y experiencia para el desarrollo de esta modalidad de infraestructura, que inicialmente mostraron su interés, pero las causas que llevaron a los interesados a declinar su participación, y que fueron expresadas por las dos empresas interesadas, fue el riesgo cambiario.

A través de cartas enviadas al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), se indicó que “el componente electromecánico de este tipo de proyectos es fabricado por proveedores europeos y la situación macroeconómica mundial golpea el peso colombiano, teniendo como efecto que el presupuesto por la fuerte y rápida variación de estas monedas se haya visto afectado”.

Por su parte, el director del IDU, Diego Sánchez, explicó que el Cable Aéreo San Cristóbal tiene un presupuesto estimado de $393 mil millones, incluyendo la interventoría y la compra de predios, y ya se había incrementado considerando factores como el aumento del precio del acero y un margen de fluctuación cambiaria.

No obstante, la cabeza de la entidad reiteró que “la comunidad de San Cristóbal puede tener la certeza de que sacaremos adelante el proyecto del cable y la infraestructura del cuidado que incluye en sus estaciones”.

Ahora, como lo establece la Ley, la entidad podrá abrir un proceso de selección abreviada, dentro de los cuatro meses siguientes a la declaración desierta de la licitación, periodo en el cual se espera que la situación macroeconómica se estabilice.

Cronograma

Esto significa que la audiencia de adjudicación, prevista por cronograma para el 23 de noviembre, quedó temporalmente suspendida. Vale recordar también que el IDU tenía previsto abrir la licitación para adjudicar la construcción del Cable en julio del próximo año, y que su construcción, de 30 meses, iría hasta el 2025.

“La inestabilidad del precio del dólar es un factor fundamental para entender qué fue lo que pasó. La licitación fue preparada con unos precios del dólar muy por debajo de los que tenemos hoy. La mayoría de los equipos que se necesitan son importados y creería que los proponentes no quisieron asumir el riesgo cambiario. Consideraron que el riesgo es demasiado alto y que puede seguir subiendo. Hubo incertidumbre frente a los proponentes, quienes prefirieron no presentarse a la licitación”, comenzó por explicar a EL NUEVO SIGLO el experto en movilidad urbana, docente de la Universidad Javeriana, Darío Hidalgo.



Compra de predios

El experto añadió, además, que al parecer este proyecto solo tiene el 20% de los lotes que se requieren para la puesta de las pilonas, “y eso también genera riesgos en la ejecución del proyecto para los contratistas, que no haya la disponibilidad de los predios de manera oportuna. Creería que esas dos situaciones llevaron a la no presentación”.

A este respecto, una fuente del Instituto le aclaró a esta redacción que para la materialización de este proyecto se necesitan 151 predios que ya están siendo gestionados por el IDU, y 30 de los cuales pertenecen al Distrito.

Por último, el profesor Hidalgo dijo que estos proyectos tienen un componente social vital para la ciudadanía y que por lo mismo el Instituto de Desarrollo Urbano deberá acelerar cuanto antes una nueva licitación.

“Los cables aéreos son una tecnología muy específica que, de hecho, tienen una capacidad limitada de transportar a máximo cuatro mil pasajeros hora/sentido y permiten la conectividad de zonas de montaña supremamente empinadas, con características sociales difíciles y con un desarrollo urbano informal. Entonces lograr conectar estas esferas sociales con el transporte público tradicional es un primer beneficio clave para una ciudad como Bogotá”.

Precisamente por esta razón concluyó que “espero que el IDU reestructure rápidamente la misma, con las nuevas condiciones y tal vez con algunos ajustes presupuestales para darle mayor disponibilidad financiera al proyecto y seguir avanzando en el tema de predios, que es responsabilidad del Distrito. Este es un proyecto muy importante y ojalá se reactive lo más pronto posible porque estos proyectos de cable tienen un impacto extraordinario, como lo hemos podido observar con el Cable Aéreo de Ciudad Bolívar. A pesar de las dificultades financieras que se puedan enfrentar por el precio del dólar este es un proyecto que vale la pena avanzarlo lo antes posible”, concluyó el experto Hidalgo. 

A este respecto vale referir que el pasado 12 de octubre la alcaldesa encargada, Edna Bonilla, y el director del IDU, hicieron un recorrido por esta obra y reiteraron que beneficiará a cerca de 600 mil personas y contribuirá a la movilidad sostenible y multimodal.

“El cable tendrá 2,8 km de longitud y contará con tres estaciones, comenzando en el portal de Transmilenio del 20 de Julio; la segunda parada será en el sector de La Victoria, y el recorrido finalizará en el barrio Altamira. En total serán 17.800 metros cuadrados de espacio público”, explicó a mediados de mes el director del IDU, Sánchez Fonseca.

Así mismo, se tenía calculado una inversión de 320 mil millones de pesos, incluyendo interventoría, y la generación tres mil nuevos empleos para los habitantes de la localidad y sus alrededores.