Los retos para conformar áreas metropolitanas en Colombia | El Nuevo Siglo
El control sobre el río Cauca fue una de las principales trabas para la integración a la AMSO por parte de municipios de Cauca y Valle del Cauca. / Alcaldía de Cali
Domingo, 8 de Diciembre de 2024
Redacción Política

La constitución de áreas metropolitanas en Colombia ha resultado un serio ejercicio de discusión entre los municipios y/o capitales interesados en estas entidades administrativas. Legalmente en el país hay ocho áreas compuestas por dos o más municipios que a través de la coordinación de recursos humanos, materiales, políticos, sociales y económicos buscan un desarrollo conjunto con una ciudad como eje central o metrópoli.

El último caso en ser legalmente adoptado fue el Área Metropolitana del Suroccidente (AMSO), donde Cali buscó integrar a otros siete municipios para facilitar diversas actividades, entre las que destacan la movilidad, seguridad y crecimiento económico. No obstante, tras llevar a comicios electorales la medida, apenas Jamundí y Puerto Tejada acordaron sumarse a la capital del Valle del Cauca para la constitución de esta región. No obstante, en un futuro, Candelaria, Dagua, Yumbo, Palmira y Villa Rica tendrán la posibilidad de integrarse, según confirmó Alejandro Eder, alcalde de Cali.

La negativa de los cinco municipios que quedaron excluidos de la medida inicial llevó al planteamiento de los interrogantes sobre la necesidad de estas figuras, además de sus principales retos a la hora de la conformación. La autonomía en normativas municipales, los aspectos económicos y la centralización, en este caso en Cali, fueron algunos de los argumentos presentados para decir no a la AMSO de manera inicial, pero que desde la administración de esta Área se espera sean disipados con el paso del tiempo.

De acuerdo con el representante a la Cámara por el Partido Liberal Juan Carlos Lozada, promotor de la conformación de la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, un factor clave, o reto, para definir estas zonas está en la descentralización. “Mientras haya una especie de municipio núcleo, por ejemplo, al que se deben adherir las demás, por supuesto que ahí hay, si se quiere, unas pujas políticas que son absolutamente comprensibles. Por eso en el caso de Bogotá no hubo un municipio núcleo, sino que se hizo de manera horizontal entre Bogotá y Cundinamarca”, definió el congresista.

Y es que, como Lozada apunta, la conformación bogotana tuvo un camino diferente al que, por ejemplo, se presentó en la AMSO. Inicialmente, la construcción de la normativa y el proyecto de ley que respaldaría esta región tuvo que obligar a crear, desde el Legislativo, la Ley 2199 de 2022. Esta tuvo como objeto principal “adoptar el régimen especial para la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, definir y reglamentar su funcionamiento”.

Además, respaldaba la finalidad de esta Región argumentando “la formulación y ejecución de políticas públicas, planes, programas y proyectos de desarrollo sostenible, así como la prestación oportuna y eficiente de los servicios a su cargo, promoviendo el desarrollo armónico, la equidad, el cierre de brechas entre los territorios y la ejecución de obras de interés regional, en el marco de la igualdad entre los integrantes, sin que haya posiciones dominantes.”.

En este sentido, también dejaba claros principios como la sostenibilidad, convergencia socioeconómica, economía y buen gobierno; la participación de las regiones que la integran y, la más importante, la autonomía territorial, de la que se especificó que “las entidades territoriales que conformen la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca mantendrán su autonomía territorial y no quedarán incorporadas al Distrito Capital”.

En este punto justamente diversos municipios que han tenido la opción de participar en una región o área metropolitana han desistido de las mismas al entender que su autonomía territorial no sería respetada. No obstante, el mayor ejemplo de esto es el caso del Valle de Aburrá, donde a pesar de ser Medellín el eje central, los otros 10 municipios han gozado de su autonomía e incluso algunos han logrado expandir sus fronteras tras su constitución en 1980.

Transporte

La movilidad entre municipios resulta ser un punto clave a la hora de conformar las regiones metropolitanas. En Bogotá-Cundinamarca, por ejemplo, la coordinación entre Soacha y Bogotá no ha logrado adoptar una medida especial para los sistemas de transporte que operan entre los municipios, debido a la diferencia marcada de modelos. En este sentido, Bogotá y el transporte centralizado a través del sistema Transmilenio y los SITP, tiene un choque con el sistema urbano en Soacha con buses tradicionales y rutas intermunicipales.

Aunque se han planteado opciones para la modificación, la autonomía de Soacha en su sector de transporte permite la coexistencia de los dos modelos en la región, con un sistema de rutas que parten desde ese municipio y atraviesan la ciudad bajo el cobro independiente y no centralizado como ocurre con el SITP en Bogotá. Asimismo, está el caso del Pico y Placa, en el que la coordinación se ha presentado especialmente para la imposición de la medida para el mejoramiento del flujo vehicular los fines de semana y fechas festivas.

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Bogotá

Economía

Durante la conformación de la AMSO, uno de los argumentos expuestos por los municipios que quedaron por fuera fue la posible pérdida de su autonomía, dentro de la que se incluía la centralización de recursos. En este sentido, para Luis Felipe Lota, director de la Región Bogotá-Cundinamarca, “es muy importante tener la claridad de que todos los temas tienen que discutirse de manera conjunta con todos los actores de las entidades territoriales que hagan parte de la región, para que realmente las tomas de decisión reflejen las necesidades propias de cada uno y se logre llegar a acuerdos”.

En este sentido, tras los comicios del 24 de noviembre en los que se definió el Área Metropolitana del Suroccidente, el alcalde Víctor Ramos dijo que “Palmira se respeta. Mil y mil gracias a todos los palmiranos que de manera masiva salieron a las urnas con su voto y dijeron no al área metropolitana, defendiendo con arraigo nuestra soberanía y autonomía administrativa. En esta consulta popular los palmiranos demostramos que somos una sola fuerza social, convencida de nuestras riquezas naturales, sociales, culturales y económicas”.

Además, Dagua, que también dijo no a su integración, apuntó a un argumento similar. No obstante, Alejandro Eder, alcalde de Cali, puntualizó que el temor por “la pérdida del río Cauca en algunas zonas, el aumento del impuesto predial o la pérdida de autonomía de los demás alcaldes" fue un mito tejido alrededor de esta conformación.

Otras áreas metropolitanas

Además de las ocho áreas constituidas de manera legal, además de Bogotá, que funge como Región, hay otros 12 casos en los que se comparten coordinaciones de diferentes tipos, pasando por aspectos de coordinación en transporte, seguridad o algunas políticas integrales. En Armenia, Cartagena, Girardot, Montería, Neiva o Tunja se presentan casos de este estilo, pero que no se consideran oficiales.

En el caso de la región de Armenia, otros cinco municipios la conforman, en una coordinación especial de transporte y políticas de seguridad. En Tunja, la conformación es con otros 14 municipios alrededor de la capital boyacense.

¿Y qué les falta para ser oficiales? Para Tunja, por ejemplo, ya se presentó el primer borrador del documento que haría legal esta conformación, a pesar de los trabajos conjuntos que se aplican en los municipios miembros del Área, y el punto principal sería especificar los aportes de cada municipio para esta iniciativa. Un caso similar ocurre en Armenia, Cartagena y Villavicencio, donde los actuales administradores distritales estarían en búsqueda oficializarlas antes del final de sus periodos.