Un nuevo episodio de violencia sacude a Santa Marta, donde una familia, Sindry Mugno y sus dos hijas, Michel Vergara y Betsy Liliana Vergara, fueron víctimas de un violento ataque en su hogar. En medio del ataque, un niño de tan solo 10 años quedó herido.
El trágico suceso tuvo lugar en el barrio Don Jaca, al sur de la ciudad, donde la tranquilidad se vio eclipsada por una incursión sicarial que dejó como saldo tres mujeres asesinadas y un menor gravemente herido. Según informes, la familia fue atacada por hombres fuertemente armados que irrumpieron en su vivienda.
Las víctimas, identificadas como Sindry Mugno, madre, y sus hijas Betsy Liliana Vergara y Michel Vergara, todas mayores de edad, recibieron ráfagas de disparos. El coronel Yasid Montaño, comandante de la Policía de Santa Marta, describió la escena: "Llegó lesionado un menor de edad con una herida de arma de fuego en el pie".
Este episodio se suma a la ola de masacres que golpea a Santa Marta en los últimos meses, revelando la vulnerabilidad de la zona frente a grupos al margen de la ley. La Policía Metropolitana, liderada por el comandante Yorguin Malagón y el secretario de Seguridad, Bladimir Torres, insta a la colaboración ciudadana para esclarecer los hechos y capturar a los responsables.
No es la primera vez que Don Jaca es testigo de tragedias de este tipo. El pasado octubre, otro ataque cobró la vida de tres personas en circunstancias similares. El director de las fiscalías del Magdalena, John Freddy Encinales, apunta a la presencia de grupos paramilitares en la zona y asegura que las investigaciones están en marcha.
Este accidente de violencia provocó una reacción inmediata de defensores de derechos humanos, como Lerber Dimas, quien lamenta que Santa Marta vuelva a ser escenario de un acto tan cruel. Mientras tanto, la ciudad se une en duelo y exige respuestas a las autoridades, que prometen no escatimar esfuerzos en esclarecer este desgarrador suceso.
La Administración, consternada por la repetición de estos eventos, ofrece una recompensa a quienes aporten información que conduzca al arresto de los responsables. La comunidad espera, con el corazón roto, que esta vez la justicia prevalezca y que tragedias como estas no se repitan en el futuro.