No basta con la Ley que aumentó la licencia de lactancia de 14 a 18 semanas sino también es necesario lograr unos cambios culturales para que el padre se comprometa con la crianza del niño.
Así le señaló la directora de la Red Nacional de Mujeres, Beatriz Quintero, a propósito de que hace unos días se cumplió un año de entrar en vigor la Ley 1822 de 2017, por medio de la cual se amplió la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas.
“Estoy de acuerdo en que se aumente la licencia de maternidad a las mujeres, pero también habría que hacer cambios culturales de verdad y desde los niños, sobre todo en la primera infancia, para que esos niños entiendan que cuando sean grandes van a tener que compartir esa crianza. No ayudar a criar ni colaborar sino compartir de verdad, y compartir implica muchas más cosas: no cambiar un pañal de vez en cuando o no darle la sopa cada 15 días, sino que es mucho más que eso”.
En ese sentido dijo que es necesario lograr que “la pareja hombre apoyara de una manera diferente, no que ayude a la mujer a criar sino que se comprometa en igualdad de condiciones a criar. Si la pareja se compromete en igualdad de condiciones a criar, seguramente que esa carga para la mujer sería distinta. Habría que mirar la cosa más integralmente, y a veces las leyes ven como el pedacito no más”.
Agregó Quintero que “para nosotras como Red es muy importante los cambios en las normas, pero también el cambio en la cultura” porque la “maternidad no es solo una responsabilidad de las mujeres porque las mujeres no tienen hijos para ellas sino para la sociedad. Entonces la sociedad tiene que asumir colectivamente ese costo”.
Por ello destacó que “más que el tiempo de licencia, lo que hay que pensar es cómo la sociedad entiende eso y no le carga la culpa positiva y negativa a las mujeres, porque el problema es que si la mujer tiene una licencia de maternidad más alta, lo que está haciendo, se supone, es para que ese niño o esa niña que empieza a criarse tenga un mejor cuidado por la madre”.