Hace menos de una semana el viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso Osorio, señaló que en el último análisis beta, que es como se mide el contagio, este subió a 0,45, lo que "significa que en noviembre podemos tener un pico, tema que nos preocupa mucho. Yo creo que en estas dos semanas debemos trabajar muy fuerte en el tema de vacunación y en aislamiento".
Con ese panorama, ¿qué tan preparada está Bogotá para afrontar un cuarto aumento sostenido de contagios? En los tres meses que duró el tercer pico hubo 11.097 fallecimientos (al iniciar había 14.485 muertes y finalizando ese periodo eran 25.582 las vidas perdidas), la capital llegó a registrar hasta 12.494 casos y 189 decesos en el lapso de 24 horas.
EL NUEVO SIGLO habló con cuatro epidemiólogos que llevan meses estudiando y analizando la pandemia en Bogotá y en Colombia y todos ellos coincidieron en que no se debe bajar la guardia, hay que prestar más atención a la estrategia DAR (Detectar, Aislar y Rastrear) y se debe pisar el acelerador a la vacunación, especialmente de los grupos con bajas coberturas. Eso sí, todos coincidieron en que la ciudad está más que preparada para evitar un eventual colapso hospitalario.
Andrea Ramírez
Médica, epidemióloga y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes
“Bogotá debe intensificar la capacidad de vacunación, especialmente en aquellos grupos que menos coberturas vacúnales tienen”
Andrea Ramírez, médica, epidemióloga y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, dijo que en la ciudad la mejor preparación es la vacunación, frente a la cual se han intensificado los esfuerzos y ha habido nuevas iniciativas con el sector privado para aumentar el número de vacunados en grupos de alto riesgo.
“Esa alta cobertura de vacunación que estamos alcanzando, por lo menos en Bogotá, sumado a la amplia disponibilidad en las unidades de cuidados intensivos y a los recursos de talento humano que tenemos, van a pesar a la hora de enfrentar el cuarto pico”, comenzó por referir a este medio la médica epidemióloga Ramírez.
No obstante, la profesional indicó que lo más importante sería lograr una verdadera preparación desde el punto de vista de las medidas no farmacológicas, lo que de acuerdo con la experta no es fácil precisamente por el nivel de reactivación en el que se encuentra la ciudad.
“Se está intentando, y hay mucha presión por parte de los gremios por aumentar aforos, por permitir aglomeraciones, por quitar el tapabocas en espacios públicos y todo esto no debería ocurrir. La preparación para el cuarto pico debe comenzar por mantener las medidas de bioseguridad, intensificar el uso de las mascarillas, evitar aglomeraciones y tener mucho cuidado con la liberación de algunas restricciones sobre todo ad portas de diciembre. Todo eso va a tener un impacto directo en el siguiente aumento sostenido de contagios y en la posibilidad de que haya uno”, argumentó la médica Ramírez.
Añadió que Bogotá debe intensificar la capacidad de vacunación, especialmente en aquellos grupos que menos coberturas vacunales tienen, y deberá reforzar la realización de la estrategia DAR, así como el muestreo en poblaciones asintomáticas, “para poder identificar a las personas que están infectadas y cortar allí las cadenas de transmisión”.
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Luis Jorge Hernández
Epidemiólogo y salubrista de la Universidad de los Andes
“Yo siento que Bogotá no está preparada para un cuarto pico y está bajando la guardia. Nuestro espejo debería ser Inglaterra”
“Bogotá no está preparada y no está pensando en el cuarto pico por varias razones”, comenzó por referir el epidemiólogo Hernández. El experto especificó que en la capital se han relajado todas las medidas, especialmente la relacionada con los aforos, y se está haciendo menos de la mitad de los tamizajes que antes se hacía, llegando a un promedio diario de 20 mil, un 20% al 30% menos de lo que hacía.
“Yo siento que Bogotá está bajando la guardia y eso es alarmante. Nuestro espejo debería ser Inglaterra. Este país tiene coberturas vacunales por encima del 70% pero ha tenido un aumento significativo de casos por la variante Delta, porque fue el país de la Unión Europea que más rápido flexibilizó las medidas y también bajó en el número de pruebas. Todo eso influye”, dijo Hernández.
Adicionalmente, de acuerdo con el epidemiólogo la ciudad bajó la guardia con la implementación de la estrategia DAR, lo que significa que está haciendo una identificación mínima de casos y no está haciendo una vigilancia epidemiológica selecta.
Y, en tercer lugar, refirió que muchas de las estrategias que se han instaurado a nivel distrital, no han tenido un seguimiento adecuado para ajustar la vigilancia genómica en la capital. “Bogotá es más de anuncios. Por ejemplo, colocó zonas de hipercontagio, pero no hay datos de dichas zonas. La Secretaría hizo un lanzamiento, un estudio en el que se identificaron varias localidades, pero de eso no se volvió a saber nada”, señaló.
Juan Manuel Cordovez
Vice decano de la Facultad de Ingeniería de los Andes y experto en modelaciones matemáticas de enfermedades por vectores
"En algún momento se dejará de hablar de picos y se dirá que es temporada de influenza por ejemplo"
De acuerdo con el vicedecano Cordovez, Bogotá está “súper” preparada para un cuarto pico, pues la preparación para enfrentar un aumento en el número de contagios consiste en contar con un sistema de salud robustecido que hoy la ciudad tiene como nunca antes lo había tenido en los últimos 19 meses de pandemia y tres picos.
“Ahora tenemos un conocimiento médico abultado, unidades de cuidados intensivos y medicamentos que se han probado eficientes para tratar a las personas; entonces, yo de verdad creo que la ciudad está preparada para enfrentar el próximo pico. Adicionalmente, creo que este pico no va a ser de las magnitudes de los anteriores y en ese sentido pensaría que, por más que nos preparemos para un eventual colapso, eso no ocurrirá”, sostuvo a este medio el vicedecano.
El profesor Cordovez indicó que con esta enfermedad pasó que inicialmente la humanidad pensó que la exposición al virus no iba a ser tan larga, pero tuvo la complicación de que se produjeron variantes y de que las vacunas no fueron la solución absoluta a la pandemia, y de ahí a que "en algún momento se dejará de hablar de picos y se dirá que es temporada de influenza por ejemplo".
“Las vacunas tienen sus limitaciones, te puedes volver a infectar así completes el esquema y se pierde la protección con el tiempo. Esto nos posiciona frente a la realidad de que este virus va a ser parte del grupo de enfermedades endémicas de la raza humana y tendremos que tener programas de vacunación permanentes en el futuro”, y de ahí la necesidad de avanzar con la inoculación de la ciudadanía y no bajar la guardia con el autocuidado.
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Carlos Trillos
Epidemiólogo de la Universidad del Rosario
“La ciudad ya tiene una experiencia y tiene que seguir con los rastreos, seguimientos y tomas"
De acuerdo con el epidemiólogo, Bogotá ya tiene una experiencia y está bien preparada para responder a un incremento de casos que en principio deberían evitar que este cuarto pico sea similar al tercero, que azotó de manera tan severa a la ciudad en el primer semestre de este año.
No obstante, y pese a la proyección de que esta escalada de contagios no pegará tan duro, también se refirió a la necesidad de no relajar las medidas de bioseguridad y autocuidado.
“La ciudad ya tiene una experiencia y tiene que seguir con los rastreos, con los seguimientos, con las tomas de muestra y tiene que ser muy activo en eso específicamente”, sostuvo el epidemiólogo Trillos.
Adicionalmente, y refiriéndose a los últimos resultados arrojados por la vigilancia genómica, en Colombia muestran que ya hay un predominio de Delta, que es más contagioso. Eso, sumado al relajamiento de las medidas, podría ser problemático. “Esa experiencia la hemos visto en Europa y en Estados Unidos aun con vacunación y por eso tenemos que seguir siendo muy rigurosos”, añadió el epidemiólogo de la universidad del Rosario.