EL ÚLTIMO domingo de este mes los venezolanos están convocados a la cita más importante de las últimas dos décadas: la elección de presidente entre Nicolás Maduro, (que lleva 11 años en el poder) con el retador de la oposición unida, Edmundo González Urrutia, aunque hay ocho candidatos más.
Como es de esperarse, el régimen exhibe encuestas que lo dan como absoluto ganador. De allí que Maduro haya sentenciado que “ganaremos por paliza”. Sin embargo, las mediciones de firmas reconocidas (Hercon Consultores, Datanálisis y ORC Consultores, entre otras) coinciden en señalar que el aspirante de la Plataforma Unitaria Democrática, lidera y de lejos la intención de voto. Su ventaja oscila entre 20 y 40 puntos porcentuales.
En ese escenario, el chavismo se ha movido rápido y radicalmente. Así, en las últimas semanas aumentó la persecución a sus detractores, encarcelándolos con acusaciones que como ‘traición a la patria’ e ‘intentos de conspirar’, mientras que el presidente Maduro utiliza la inversión social como su ‘arma’ electoral.
En Colombia se sigue muy de cerca lo que puede pasar en Venezuela en los próximos comicios. Como se sabe, el gobierno de Gustavo Petro ha sido unos principales aliados del régimen dictatorial, postura que le ha generado muchas críticas de sectores de la oposición de nuestro país que le exigen que se ponga de parte del retorno de la democracia venezolana.
Postura de Colombia
EL NUEVO SIGLO habló con docentes de seis universidades respecto a qué es lo que puede pasar este 28 de julio, y cuál debe ser la postura de Colombia frente a los resultados de los comicios.
Ante el interrogante: ¿cómo ha visto la postura del gobierno colombiano frente a las elecciones en el vecino país?, el decano de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, Julio Londoño Paredes, indicó a este Diario que la postura del gobierno de Colombia ha sido discreta ante la posibilidad de un posible fraude.
Agregó que en el posible escenario de un triunfo de la oposición “habrá que ver primero si el madurismo acepta el resultado o lo modifica. Creo que para Petro el triunfo de la oposición en Venezuela será un golpe para el futuro en Colombia”. Sin embargo, fue enfático en señalar que “Petro nunca va a objetar el triunfo de Maduro. Si el de la oposición”.
Andrés Felipe Agudelo, docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana consideró que la posición colombiana “se podría calificar como un silencio prudente, esperando el devenir de las elecciones en Venezuela. Asimismo, descartó que nuestro país sirviera como observador electoral, al parecer, el Gobierno está esperando que la situación política se desarrolle y que los venezolanos tramiten sus comicios sin mayor intervención”.
Por su parte, el analista político e internacionalista de la Universidad Central, Álvaro Forero, manifestó que “el Gobierno colombiano ha sido extremadamente incoherente porque, evidentemente las elecciones en Venezuela han estado interferidas por la intromisión del poder Ejecutivo, representado por Maduro, en el sistema electoral. No hay la transparencia suficiente en el sistema electoral, no tiene garantizada la independencia y, además, en esa intromisión del gobierno en otros poderes produjo la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado y otros candidatos presidenciales. De modo que interfirieron en la libre elección de los venezolanos”.
Entonces, en la posición del Gobierno colombiano frente al venezolano no ha habido una defensa vertical de la necesidad de que el sistema sea transparente, o se garanticen los derechos de la oposición, pese a que Maduro no ha cumplido los términos de los acuerdos a los que había llegado con Estados Unidos y la comunidad internacional en la transparencia del sistema electoral. Además de la gravísima amenaza de Maduro de no respetar los resultados electorales”, añadió el analista.
Mario Adolfo Forero Rodríguez, docente del programa de Relaciones Internacionales de la Universidad Tadeo indicó que “la posición del Gobierno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha sido una actitud prudente frente a lo que se desarrolla en Venezuela. Teniendo en cuenta que en las relaciones internacionales existe un principio muy importante, que es el principio de no intervención en los asuntos internos, entonces estas elecciones son propias de estas actividades. Me parece bueno mantenerse al margen y prudente frente a lo que allí se desarrolla. A Colombia la había invitado Maduro a participar con veedor, el Ministerio se abstuvo y eso fue una buena posición”.
Según Nastassja Rojas Silva, docente del Departamento de Relaciones Internacionales de la Javeriana y consultora en Derechos Humanos y Migración, aseguró a este Medio que la posición de Colombia “ha sido como se imaginaba que se iba a desarrollar. Para el gobierno de Gustavo Petro es un contexto muy complicado; se suman las posiciones, su propio interés y su agenda política”.
“Por un lado, asumir una postura más crítica y más fuerte a lo que viene sucediendo en Venezuela, como han hecho algunos países, Colombia no ha sido activo en ese proceso, pese a que en Venezuela ha aumentado significativamente la represión en los últimos meses con un número importante de personas detenidas y el discurso de odio cada vez está más presente. Colombia ha sido muy parco, aunque es uno de los Estados que mayor interés debe tener en lo que pasa en cualquier tipo de contexto en Venezuela, porque siempre va a generar consecuencias”, dijo Silva.
“El interés de la agenda interna es, precisamente lo importante que es el régimen venezolano, principalmente Nicolás Maduro, para el sostenimiento de las negociaciones de todo el proceso de la paz total, el proceso con el Eln en Venezuela. Entonces esto lo que demuestra es que Colombia, su mayor interés, es que se mantenga como el estatus quo en Venezuela”, añadió la experta.
Daniel Michaels, docente de Negocios Internacionales de la Universidad EAN, explicó que cuando asume el gobierno Petro, “este inicia un proceso de cercanía al gobierno del presidente Maduro, trata de fortalecer algunos proyectos binacionales que estaban frenados, pero también ha mantenido una distancia en cuanto al tema de las elecciones”.
Los posibles escenarios
Respecto a la pregunta: ¿qué precauciones debería tomar el Ejecutivo frente a un posible triunfo de Maduro o de González? Michaels señaló que “si estas elecciones no salen con una denuncia de fraude, el Gobierno colombiano continuaría el proceso de acercamiento económico y comercial, al igual que muy seguramente fortalecería las relaciones en temas eléctricos y de proyectos binacionales. Pero si ganara el candidato opositor tendría que haber una reestructuración de su política exterior para tratar de mantener los canales abiertos, a pesar de las diferencias de pensamiento”.
Por su parte, Agudelo sostuvo que “lo fundamental es el interés nacional y, en ese sentido, Venezuela es un país importante para nosotros. Hace unos meses el presidente Petro dijo que la paz de Colombia pasaba por Venezuela, porque el gobierno bolivariano ha participado activamente en gestiones de paz y, por supuesto, tiene una parte oscura y es la presencia de grupos ilegales relacionados con el narcotráfico, como la nueva Marquetalia o grupos con presencia histórica en la frontera, como el Eln. Un colofón: 20 días parecen muy poco, pero en la vida política de Venezuela pueden ser muchos. Pueden pasar muchas cosas, así que hay que estar muy atentos”.
A su turno, Forero cita las encuestas realizadas por organismos internacionales que muestran una alta desaprobación de Maduro, por lo que “no parece muy probable el triunfo de Maduro, a no ser que se produzca lo que se teme, un fraude electoral. En cualquier caso, Colombia tendría que exigir la presencia de veedores internacionales que garanticen los resultados electorales. En ese caso, Colombia debería optar por una posición mucho más beligerante y cancelar, desde mi punto de vista, cualquier proyecto de cooperación económica y conjunta con un gobierno completamente ilegítimo”.
Mientras que Nastassja señaló que Colombia debería asumir “una postura en pro de la democracia, realmente invocar estos principios democráticos. Si hubiere fraude, habría aumento de la represión (...). Yo creo que Colombia va a seguir con una misma postura, jugando a una diplomacia de no intervención”.