Suspenden dos explotaciones de carbón en vereda Choche de Guatavita | El Nuevo Siglo
Expertos se desplazaron hasta las vereda Choche de Guatavita y Nemoconcitó de Villapinzón. Foto: CAR Cundinamarca
Jueves, 15 de Agosto de 2024
Redacción Web

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR)  impuso la suspensión inmediata de disposición inadecuada por parte de actividades mineras, que propiciaban la pérdida y degradación del suelo, comprometiendo su integridad física y capacidad productora en zona de la cuenca alta del río Bogotá.

Tras recibir dos quejas ambientales anónimas, por parte de la Dirección Regional de Almeida y Guatavita, personal de la autoridad ambiental desplazó hasta las vereda Choche de Guatavita y Nemoconcitó de Villapinzón, para verificar la posible afectación al río mencionado que se estaría generando a causa de explotación de carbón. 

En desarrollo de las visitas de verificación, en los dos municipios, los profesionales de la Corporación evidenciaron la presencia de personas laborando en el acopio de carbón, actividad que estaría causando una grave afectación al suelo y al recurso hídrico.

“Con estas actuaciones administrativas, estamos trabajando para garantizar la preservación de los recursos naturales de nuestra jurisdicción, principalmente el recurso suelo”, afirmó el director regional Josué Camacho.

El funcionario agregó que el objetivo de la entidad es fortalecer las acciones de autoridad ambiental y por ello se trabaja arduamente por conservar los recursos naturales con estrategias de educación y cultura ambiental que promuevan en la comunidad mejores prácticas productivas.

¿Cómo afecta?

La explotación de carbón en la cuenca del río Bogotá tiene un impacto significativo en la calidad del agua y los ecosistemas circundantes. Los desechos mineros, que contienen metales pesados y otros contaminantes, se filtran en los cuerpos de agua cercanos, lo que resulta en altos niveles de contaminación biológica y química. Esto deteriora la salud de los ecosistemas acuáticos y de las comunidades que dependen de estos recursos.

Además, la actividad minera agrava el problema de contaminación por aguas residuales urbanas e industriales que enfrenta el río Bogotá. La combinación de estos contaminantes crea un ciclo de deterioro ambiental que es difícil de revertir.