LA UNIÓN Europea (UE), uno de los principales socios en la organización de la COP16 sobre biodiversidad que se inaugura el lunes en Cali, Colombia, espera que el foro sea el momento para “pasar de las palabras a los hechos”.
“Compartimos la ambición de Colombia de hacer de esta reunión internacional una COP de la gente”, dijo el domingo a la AFP el embajador de la UE en Colombia, Gilles Bertrand.
La principal conferencia de biodiversidad de la ONU entra en marcha este domingo con su ceremonia inaugural. Desde temprano, Cali recibió a algunos de los 12.000 visitantes previstos para el encuentro de 11 días.
“La UE y sus países miembros están convencidos de que la conservación de la naturaleza y la biodiversidad se hace con las personas”, dijo Bertrand.
Junto a la “zona azul”, gestionada por la ONU y donde tendrán lugar las negociaciones, están previstos varios actos culturales; allí se celebrarán los debates, y estará acordonada por las fuerzas del orden, donde delegados y periodistas son estrictamente registrados a la entrada. En la “zona verde”, abierta al público en el centro de la ciudad, se esperan algunas manifestaciones, a lo largo de un río tendrán lugar numerosos actos públicos.
“Después del histórico acuerdo Kunming-Montreal sobre un marco global de biodiversidad, es hora de que todos pasemos de las palabras a la acción, con mecanismos de financiación adecuados y objetivos y políticas nacionales claras, eficaces y medibles”, subrayó el diplomático.
Colombia aspira a que la cumbre de Cali estimule la aún tímida implementación de los objetivos de conservación para 2030.
Se prevé participantes de 200 países, incluidos 140 ministros y 12 jefes de Estado, bajo la protección de alrededor de 11.000 policías y soldados colombianos, apoyados por personal de seguridad de la ONU y Estados Unidos.
Colombia tiene una larga tradición de cooperación con las comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y otras en sus regiones más remotas y en lugares donde el país alberga ecosistemas estratégicos, según Bertrand.
Esta experiencia demuestra que es “perfectamente posible transformar profundamente la economía rural y vivir mucho mejor de la naturaleza, protegiéndola y utilizándola de forma sostenible”, dijo.
Los actos organizados al margen de la cumbre “pretenden reunir en Cali los conocimientos ancestrales de la comunidad científica, las voces de la innovación y del sector privado, la sociedad civil y otros, para construir juntos nada menos que una nueva economía en paz con la naturaleza y con los seres humanos”, aseguró el embajador europeo. “La idea es que estos actores se reúnan, se escuchen e influyan en las negociaciones”.
Avances no se generan rápido
Vale mencionar que esta es la primera reunión de la comunidad internacional desde la adopción en 2022, durante la COP15, de una hoja de ruta sin precedentes para salvaguardar la naturaleza. Pero la aplicación de este acuerdo de Kunming-Montreal, con sus ambiciosos objetivos para 2030, no avanza lo suficientemente rápido.
Los países se habían comprometido a presentar antes de la COP16 una “estrategia nacional de biodiversidad” que refleje la parte que les corresponde en los esfuerzos por alcanzar los 23 objetivos mundiales fijados: proteger el 30% de la tierra y el mar, restaurar el 30% de los ecosistemas degradados, reducir a la mitad el uso de pesticidas y la tasa de introducción de especies exóticas invasoras y movilizar 200.000 millones de dólares anuales para la protección del medioambiente. Sin embargo, aún no se han adoptado los detalles de estos mecanismos, que son cruciales para que los países rindan cuentas.
Objetivos en Cali
En Cali, se tratará de demostrar que se están cumpliendo las promesas para dar paso a nuevas expectativas ante la gran COP sobre el clima que se inaugurará dentro de tres semanas en Azerbaiyán.
Finalmente, cinco días antes del evento, menos del 15% de los países había presentado planes para frenar la destrucción de la naturaleza antes de la cumbre mundial. /AFP