Un juez estadounidense ordenó el jueves una ligera flexibilización de las duras condiciones carcelarias del mexicano Joaquín el "Chapo" Guzmán, uno de los mayores jefes narcos de la historia, aunque no le permitirá visitas de su esposa ni de Amnistía Internacional.
Los abogados de oficio del "Chapo", de 60 años, exigían levantar el casi total aislamiento del exjefe del cártel de Sinaloa, extraditado a Estados Unidos el 19 de enero y encarcelado desde entonces.
El juez Brian Cogan, a cargo de su caso en la corte de Brooklyn, rechazó sin embargo transferir a una cárcel con otros presos al capo, conocido por sus dos espectaculares fugas de prisiones mexicanas, según el fallo al que accedió la AFP.
Las estrictas condiciones de detención "son razonablemente necesarias para asegurar que el acusado no pueda coordinar ninguna fuga de prisión, liderar ninguna violencia contra gente que coopere o administrar ningún aspecto del negocio del cártel de Sinaloa", dijo el juez.
Los abogados afirman que las actuales condiciones de detención del "Chapo" violan sus derechos constitucionales, y que sin hablar con su familia no puede saber si tiene suficiente dinero para pagar abogados privados.
En marzo aseguraron que su cliente sufre de dolores de cabeza, alucinaciones auditivas y que su salud empeora debido a su casi total aislamiento.
La fiscalía respondió que el "Chapo" está bien de salud, que 30 personas han sido autorizadas a visitarlo y que tiene en promedio 21 horas de reuniones semanales con sus abogados y asistentes legales.
Amnistía Internacional, que había pedido visitarlo, calificó su casi total aislamiento como inhumano en una carta dirigida a la fiscalía y a la cárcel.
Con la esposa, solo por escrito
Aunque Emma Coronel, la esposa de 27 años del "Chapo" y madre de sus dos hijas mellizas, no podrá visitarlo en la cárcel, el juez permitió al exjefe del narcotráfico enviarle "mensajes previamente monitoreados (...) sobre su elección de un abogado privado, el pago del abogado privado, y mensajes de naturaleza personal".
Los abogados también podrán enviar mensajes previamente monitoreados a otros miembros de su familia para determinar la elección de abogados privados y "la logística para obtener los fondos" para pagarle.
Los abogados de oficio del "Chapo" dijeron el jueves estar "extremadamente decepcionados de que Guzmán y su esposa no puedan verse o hablar".
"Esta es una noticia devastadora para ambos", aunque declaran una "pequeña satisfacción" en que podrán intercambiar cartas que no podrán ser leídas por la fiscalía, dijeron.
Sin embargo, el jefe narco y Emma Coronel cruzarán seguramente miradas este viernes de mañana en la corte de Brooklyn, durante una audiencia previa al juicio a la cual ambos asistirán.
Acusado de haber dirigido uno de los mayores imperios del narcotráfico de las Américas, el "Chapo" se declaró no culpable de los 17 cargos de los cuales le acusa la justicia estadounidense. Solo el primero, dirigir el cártel de Sinaloa, puede implicar la cadena perpetua. Su juicio aún no tiene fecha de comienzo.
Finalmente, el juez Cogan tuvo también un fuerte mensaje para la fiscalía: le ordenó que cese "toda comunicación" con los guardias carcelarios del "Chapo" para que éstos describan "el contenido de visitas legales basado en observaciones", una noticia que fue celebrada por la defensa del "Chapo".
En marzo, la fiscalía dijo que el capo estaba aprendiendo inglés en prisión luego de que un guardia carcelario observó a un asistente legal levantando una hoja de papel y pronunciando una palabra, que luego Guzmán pareció repetir.
Los abogados del "Chapo" creen que las condiciones de detención de Guzmán son "insostenibles, especialmente a lo largo del tiempo que este caso demorará en ir a juicio" y dijeron que seguirán luchando por "un tratamiento humano" del acusado.