Nos vemos el domingo
En los chats de las redes y de los medios de comunicación dan tristeza, repulsión y vergüenza social, los horrores de ortografía y errores de ánimo, que sobre temas que ni conocen, escriben cientos de lectores anónimos. Si alguien se quita la vida, o si a otro se la arrebatan; si se profana una mujer o una tumba; si se desborda un océano o un escándalo, todo parecería ser ilimitadamente susceptible de burla, ultraje y tergiversación.