Columnistas | El Nuevo Siglo
Dos implosiones uribistas
Difícil  semana para el uribismo. Primero la implosión de la reelección de su jefe, que por exceso de celo e inexperiencia de sus “vástagos”, se malogró. Oyeron, pero no entendieron, y negaron la reelección de Uribe y de otros presidentes que quieran perpetuarse en el poder. Segundo la publicación de los acuerdos de La Habana, que dejó a Uribe, a sus noveles políticos y a sus seguidores, sin argumentos para seguir torpedeando la paz.
El Tribunal de Aforados
 
GRAN  polémica ha despertado en los círculos académicos y políticos la propuesta de crear un Tribunal de Aforados, contenida en el proyecto de reforma a la Constitución para el equilibrio de los poderes públicos, y que entraría a sustituir a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes.
Supertrámites
 
La sombra de la tramitomanía no ha desaparecido, todavía permanece agazapada en los despachos públicos, y se intercala, en  listados oficiales de pasos obligados que debe cumplir el ciudadano, bajo  principio  de legalización y cumplimiento de leyes y más leyes.
El Brasil de hoy
 
Continuando  con nuestra tournée, se calienta el ambiente electoral para el mes de octubre en Brasil.  Brasil, tuvo la gran particularidad de contar con un desarrollo político y económico  propio durante la época de la colonia hispano-portuguesa. 
Desempeño económico
 
La semana pasada conocimos los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) correspondientes al primer semestre del año; nuestra economía creció en 5.4%, y se ubicó entre las que mejor comportamiento han tenido durante los últimos meses en todo el mundo; sin embargo, el crecimiento obtenido en el último trimestre fue menor al que esperaba el mercado. Este resultado ha generado que se ajusten las proyecciones de crecimiento económico para el 2014, las cuales el Gobierno estima en 5%.
Erradicar la pobreza
 
No  solo es una meta de gobierno, es una obligación con esa parte de la humanidad que día tras día convive con la carencia de alimento, salud, educación y vivienda, que hace que su condición de vida sea indigna.
¡Qué lenguaje!
 
En la historia han quedado registrados grandes debates parlamentarios, nombres de oradores elocuentes, análisis de problemas con posiciones diferentes, cruces de frases acaloradas. Eso es inherente al funcionamiento de las corporaciones públicas con representación de voceros de distintos partidos y sectores sociales.