Columnistas | El Nuevo Siglo

El minifundio cafetero

 

“Nuestros impuestos no dan para más subsidios”

 

El regreso de Goyeneche

 

“Encarnó en  varios de mandatarios capitalinos”

Por allá por los años cincuenta y pico, los sesenta y parte de los setenta, existió un pintoresco personaje que fue inscrito como candidato a la Presidencia de la República por estudiantes de la Universidad Nacional cuando conocieron lo sui géneris de sus propuestas.

Serena alegría de Benedicto XVI

 

“Su renuncia es un testimonio vivo de fe”

La serena alegría de Benedicto XVI durante su última audiencia como Papa, es  fruto de su profunda comunión con Dios, lograda a través de la oración.

La queja de Verano y algo más…

“Toma forma movimiento de indignados liberales”

 

“La bicicleta estática monetaria”

 

“Mientras las tasas de intervención del Banco Central han bajado, las comerciales vienen subiendo”

Nieto y la verdad

 

“Se ha jugado de lleno por un Estado tradicionalmente desprotegido en materia de defensa jurídica”

Tema difícil el de la justicia y el derecho. Aún más difícil el de la política. Pero cuando ambos asuntos se mezclan, la complejidad es suprema.

JUSTICIA Y DEFENSA DEL ESTADO

 

La verdad del holocausto

“No existela menor duda  que muchos de los desaparecidos  salieron vivos del Palacio”.

Saber observar la deshumanización del poder

 

“El odio, la venganza e incluso la misma crueldad del ser humano contra sí mismo,  ha tomado la delantera a la justicia”

 

¿Tregua bilateral?
Muypendiente permanecí los días pasados sobre el tema de la tregua, esperando una nutrida lluvia de conceptos como es costumbre en el país, pero no, la cosa no pasó a mayores y ante acontecimientos de última hora que cobijan diferentes órbitas, se olvidó el debate, dejando la ciudadanía y los medios relegada esta posibilidad. No obstante el silencio pretendo hacer reflexiones con el fin de reforzar una posición negativa a la idea y la sustento con algo de vivencia.

Instituciones en crisis
Las encuestas que se han divulgado en los últimos días son apenas una muestra de la progresiva pérdida de prestigio de las instituciones. La imagen del Ejecutivo, del Congreso, de las altas corporaciones judiciales y de los jueces ha venido cayendo, al parecer sin posibilidad de recuperación a corto plazo.