En Venezuela se baila un porro, de una manera muy particular y en la Bogotá humana se la fuman verde. Definitivamente, los pueblos se merecen su destino.
Aunque sobren las buenas intenciones sería en extremo riesgoso olvidar la historia reciente y lanzarse a un proceso de paz con los ojos cerrados.
Viene tomando espacio en el país y en el mundo entero la reflexión sobre el derecho que le asiste a toda persona de morir dignamente.
¿Cómo pretendían ganar los partidarios de Henrique Capriles en Venezuela, si el presidente Chávez tiene en sus manos la totalidad del poder?
¿Cómo podrían haberle ganado Horacio Serpa o Carlos Gaviria al presidente Álvaro Uribe, con el inmenso poder del cual disponía en 2006?
Las negociaciones de Paz entre el Gobierno colombiano y las Farc, que están por comenzar en Oslo, son un verdadero campo minado sobre el cual los negociadores del Gobierno deben andar con mucha atención y cuidado para que no les exploten en la cara y los dejen desmembrados.
LAS negociaciones de Paz entre el Gobierno colombiano y las Farc, que están por comenzar en Oslo, son un verdadero campo minado sobre el cual los negociadores del Gobierno deben andar con mucha atención y cuidado para que no les exploten en la cara y los dejen desmembrados.