Gustavo Veloza Posada
Periodista El Nuevo Siglo
El analista y actual decano de la facultad de economía de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, Eduardo Sarmiento Palacio, planteó los aspectos principales que debería tener la economía del posconflicto.
Para el crítico de los postulados tradicionales del crecimiento, la condición fundamental que debe reunir una economía para la paz es que debe ser más equitativa, como mejores ingresos para los trabajadores, un mejor reparto de la tierra, un cambio en la política industrial y un cambio de mentalidad tanto de los empresarios como de los sectores de la población más ricos.
Sarmiento, que acaba de publicar su último libro titulado "Distribución del ingreso con crecimiento es posible", no cree que necesariamente con la terminación del conflicto armado con las Farc, la economía vaya a crecer significativamente, pero sí está convencido que este hecho va a generar mayor prosperidad y desarrollo para los sectores menos favorecidos de la población.
El rumbo del agro
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve la economía sin conflicto armado?
EDUARDO SARMIENTO PALACIO:Mucho se habla de que vamos a tener mayores recursos y me han invitado a varios foros para hablar del posconflicto. Pero lo que sí sostengo es que primero debemos saber dónde estamos y para dónde vamos. Yo creo que si los señores de La Habana se informaron de eso, no podemos seguir con esa inequidad, eso es injusto. Todo esto se tiene que arreglar.
ENS: En el aspecto de la agricultura, uno de los temas sensibles, ¿cómo cree que deberíamos avanzar sin violencia?
ESP:Yo creo que ese es un tema en el que vamos bien. Creo que en La Habana se decidió emprender una verdadera reforma agraria, en el que se les garantiza a todos los campesinos la tierra para trabajar, de allí que se les dé las tierras confiscadas y va a haber tierra para todos, ese es un punto expedito que no se había dicho.
ENS: ¿Pero qué saca el campesino con tierra si no cuenta con los recursos para su explotación?
ESP:Eso es cierto. Por eso se le debe garantizar con la reforma el acceso a las materias primas, a los insumos, a la asistencia profesional de los agrónomos, a la investigación científica y a la asesoría permanente del Gobierno. Sin esas condiciones se corre el peligro que el campesino o productor se canse y prefiera vender su pedazo de tierra.
ENS: ¿A los campesinos se les deben dar créditos o subsidios?
ESP:Desde luego que se les debe dar subsidios porque inicialmente no van a tener recursos para pagar los créditos. Esos son recursos cuantiosos que debe repartir del Gobierno, pero eso es lo que contribuye a formar productores con responsabilidad, para que en un futuro puedan subsistir sin el amparo del Gobierno. Eso es disminuir la pobreza, ya que va a permitir que el campesino mejore sus ingresos.
ENS: ¿En cuánto estima que pueden llegar esos recursos para la asistencia a los campesinos?
ESP:Esas ayudas al campo valen plata y ese es el sacrificio que debe hacer el país. Considero que los subsidios más la asistencia podrían valer alrededor de 10 billones de pesos, pero a esto se le debe agregar los programas sociales en salud, en educación, en vivienda rural.
La industria
ENS: ¿Qué se debería hacer en el sector industrial?
ESP:Debo decir que con las últimas políticas industriales el país se equivocó y se equivocaron mis colegas, que ahora se ponen bravos. La política tuvo muchos problemas y creo que fracasó por su proteccionismo. Y mire esto, a Colombia le fue más o menos regular, pero a Brasil y Argentina les fue mal. ENS: ¿Hacia dónde se debe dirigir la nueva industria sin el conflicto?
ESP:Colombia debe emprender una política industrial que tenga mejores salarios, pero dirigida hacia nichos de mercado que tengan una gran demanda en el mundo y que sean más baratos producirlos aquí. Ese es el factor de productividad que puede beneficiar al país. Pero lo que no debemos hacer es producir internamente productos que nos salen más caros que los importados. En 1990 cuando se nombró el Consejo de la Competitividad que sustituyó la política industrial del país y que se basó con trabajadores no calificados, se le abrieron las puertas a toda clase de productos de bajo precio que acabaron con una gran parte de la pequeña y mediana industria.
ENS: ¿Entonces todo lo que se hizo en el pasado fue malo?
ESP:La política industrial no fue mala, pero sí lo fue la teoría, ya que el país debió concentrase en los bienes que tenían demanda afuera y trabajar en esos sectores. Ahora se debe trabajar en los sectores que le generen al país mayor productividad. Eso fue, por ejemplo, lo que hizo Corea en el desarrollo de la escalera tecnológica, en el que introdujo innovación y rápidamente abandono los subsidios. Ahora vemos que la aplicación de la tecnología en la industria es clave.
El crecimiento
ENS: ¿Cuánto podría crecer la economía sin conflicto?
ESP:Yo creo que el crecimiento puede ser el mismo de la actualidad, promediando el 4 por ciento, en eso el país no está blindado, pero desde luego el país va a tener una mayor estabilidad, eso se podrá ver a mediano y largo plazos. Con una economía fortalecida, todos los sectores de la actividad tendrán una mayor oportunidad de crecer.
ENS: ¿Pero algo debe ganar el país si se reparten los recursos que ahora se dirigen al gasto militar por el conflicto?
ESP:Desde luego que debe ganar, pero ojalá que eso que se ahorra con el gasto familiar no se vaya a gastar en mermelada, sino que se destine a favorecer el empleo de los informales y que tanto las pequeñas, medianas y grandes empresas se comprometan a generar empleo.
ENS: ¿En qué deberían cambiar los empresarios respecto al clima de paz?
ESP:Deben ser más conscientes en la distribución del ingreso, dejar de pensar solo en las ganancias, deben pensar más en los trabajadores y meterse en la cabeza que con bajos salarios sus empresas no van a crecer, no deben reprimir más a los trabajadores con bajos salarios.
ENS: Para la paz, ¿en que deben cambiar los partidos políticos?
ESP:Creo que deben cambiar totalmente si quieren seguir aportando a la paz. Se necesitan partidos que no estén orientados básicamente a obtener votos y favorecer a la clientela de esos votos, eso le hace mucho daño al país. Debe haber una clase política consciente que actúe para la población, para los sectores más deprimidos y no para conseguir votos. De ninguna manera los partidos políticos deben ser agencias de votos sino que deben tener como base el sentido social.
La corrupción
ENS: ¿Cómo acabar la corrupción en medio de ese marco para la paz?
ESP:Si los partidos políticos cambian su concepción que su papel es contribuir a la formación de mejores electores, de mejores personas, se podría frenar la corrupción. Es que hoy el político que llega al papel de ser luego funcionario público por sus conexiones y pago de favores, es el que llega a robar, a corromper a los demás para aprovecharse del recurso público, de los contratos. Por eso se requiere profesionalismo social, y que primero esté el interés general que el propio.
ENS: ¿Cuál sería el aporte de los más ricos a esa paz?
ESP:Que dejen atrás sus aportes monopolísticos, que acaban con su ambición de ganar más por encima de lo justo, de la realidad, que pongan precios a sus productos en sus empresas, que se acerquen a los costos, que deben dar más oportunidad de empleo a los marginados. Esa contribución de los más ricos al resto de colombianos forma parte de ese gesto que tanto necesita la paz, pero también la comprensión de los otros sectores.