Ante crisis nacional ¿Gutiérrez asumirá como jefe de oposición? | El Nuevo Siglo
FEDERICO GUTIÉRREZ llegó ayer a Bogotá para denunciar al presidente Petro ante la Comisión de Investigaciones y Acusación de la Cámara. /Foto Twitter
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Martes, 6 de Junio de 2023
Redacción Política

ESTE MIÉRCOLES el presidente Gustavo Petro cumple 10 meses de mandato en medio de una grave crisis de gobernabilidad, que en la última semana no solo lo dejó en el ojo del huracán por cuenta de interceptaciones ilegales a exempleadas de su exjefa de gabinete, Laura Sarabia, sino que ahora las sospechas de una presunta financiación ilegal de su campaña presidencial aumentaron tras la filtración de unos audios del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti.

Este último caso es tan grave que de inmediato varios de los principales líderes políticos anunciaron que elevarían denuncia contra Petro ante la Comisión de Investigaciones y Acusaciones de la Cámara de Representantes. Uno de los primeros fue el excandidato presidencial Federico Gutiérrez, quien ayer en la mañana viajó de Medellín a Bogotá “para que se investigue posible comisión de delitos relacionados con financiación ilegal de la campaña presidencial de Petro (posiblemente dineros del narcotráfico)”.

Gutiérrez agregó que pediría a la Fiscalía “respaldo institucional para investigar a Benedetti, Sarabia y el gerente de campaña, Ricardo Roa, (hoy Presidente de Ecopetrol). No solo sería un gobierno ilegítimo, sino ilegal”.

Ya en un primer trino, Gutiérrez llegó a pedirle al presidente Petro que renunciara, indicándole que “ustedes se robaron las elecciones”.

“Hicieron todas las trampas habidas y por haber. Su gobierno es ilegítimo”.

Primeros campanazos

No es la primera vez que el exalcalde de Medellín advierte sobre la financiación de la campaña de Petro. De hecho, durante la contienda proselitista el año pasado, Gutiérrez fue uno de los primeros en advertir sobre las sospechosas reuniones de algunos dirigentes de izquierda cercanos a la campaña del Pacto Histórico con jefes narcotraficantes y de bandas criminales en distintas cárceles del país.

Como se recuerda, se denunció entonces que, en dichos encuentros, en los que incluso participó un hermano del presidente Petro (Juan Fernando, hoy investigado por la Fiscalía), se estarían pidiendo apoyos electorales para la campaña de izquierda a cambio de promesas de una política de paz flexible si ese candidato llegaba a la Casa de Nariño.

También fue Gutiérrez uno de los más duros críticos cuando, a comienzos de marzo, se reveló que el hijo del presidente Petro, Nicolás Petro Burgos (hoy diputado del Atlántico), habría recibido dineros de origen ilícito, incluso de personas condenadas por narcotráfico. Esos dineros, según los procesos que llevan Fiscalía y Procuraduría, y que tienen como principal testigo de cargo a la expareja del dirigente, deberían ir a la financiación de la campaña presidencial, pero terminaron en compras de bienes inmuebles privados.

“Nicolás Petro, hijo del Presidente, ‘recibió $ 600 millones del ex narco Santa Lopesierra y del Turco Hilsaca’. Todo se va destapando”, sostuvo entonces Gutiérrez.

Ya la semana pasada el excandidato presidencial antioqueño se había pronunciado sobre otro de los grandes escándalos del gobierno: las interceptaciones ilegales a las exempleadas de Sarabia.

“¿Qué garantías tenemos quienes hacemos oposición al gobierno Petro? ¿Nos tienen chuzados? ¡Chuzaron a la niñera, no nos van a chuzar a nosotros!”, indicó ‘Fico’ en medio de los duros cuestionamientos al Ejecutivo, tanto por las pruebas de polígrafo ilegales a la ex niñera de Sarabia en la Casa de Nariño, como por las denuncias de la Fiscalía en torno a que se habría acudido a un engaño a un fiscal del Chocó para ‘chuzar’ los teléfonos de las exempleadas con aras de establecer si tenían participación en la pérdida de un dinero en la casa privada de la mano derecha del jefe de Estado, que terminó saliendo del cargo el viernes pasado, junto a Benedetti.

Este último, como se sabe, no solo terminó involucrado en el caso de las exempleadas de Sarabia (antigua asesora suya en el Senado), sino que unas grabaciones de llamadas suyas con la exjefa de gabinete, reveladas este fin de semana, aumentaron las sospechas sobre una presunta financiación ilegal de la campaña de Petro en la Costa, que fueron precisamente las que dieron lugar a la demanda interpuesta ayer por Gutiérrez en la Comisión de Investigación de la Cámara.

Crisis en varios flancos

Estos dos escándalos no solo tienen al Gobierno en el ojo del huracán, sino que la imagen y popularidad presidenciales se encuentran en el punto más bajo en los escasos diez meses de mandato.

Como se sabe, la Casa de Nariño afronta crisis en distintos flancos, empezando por la ruptura de la coalición parlamentaria mayoritaria por cuenta de las críticas de los partidos Conservador, Liberal y La U a las reformas pensional, laboral y de salud.

A ello debe sumarse que la agenda legislativa se encuentra trabada en el Congreso, al tiempo que, en los dos remezones ministeriales aplicados este año, no solo se removió a más de la mitad del gabinete ‒todo un récord‒, sino que los dirigentes más centristas y ponderados salieron del Gobierno. Esto ha llevado a que la izquierda radical se haya afincado más en el Ejecutivo, lo que se ha traducido en proyectos de reforma y políticas cada vez más ideologizadas, teniendo como principal consecuencia que aumente la oposición política, económica, gremial, social e institucional al “Gobierno del Cambio”.



Como si lo anterior fuera poco, hay alertas por graves brotes de inseguridad y desorden público en las regiones, de lo que algunos sectores culpan a la accidentada política de paz. Como se sabe, no solo varios acuerdos de cese al fuego con grupos residuales de las Farc y el ‘Clan del Golfo’ fracasaron, sino que hay mucha controversia por los marcos jurídicos planteados para viabilizar una salida política a estos grupos criminales, con o sin estatus político.

Dilema de ‘Fico’

Visto todo lo anterior, desde distintos sectores se ha venido advirtiendo la necesidad de que los sectores contradictores del Gobierno se unifiquen bajo unos liderazgos muy puntuales.

Aunque el expresidente Álvaro Uribe ha mantenido su tono crítico a la Casa de Nariño, no se puede negar que el proceso penal que se le sigue lo ha debilitado políticamente.

A ello se suma que Rodolfo Hernández, quien fuera el contendor de Petro en la campaña presidencial, sumando 10,5 millones de votos en la segunda vuelta (700.000 menos que el hoy jefe de Estado), nunca asumió su rol de jefe de la oposición e incluso apenas estuvo tres meses en la curul automática en el Senado. Además, no solo decidió salir del radar político nacional e irse a Bucaramanga en busca de visualizar una candidatura a la alcaldía o la Gobernación de Santander, sino que la semana pasada la Procuraduría lo inhabilitó por 14 años para ocupar cargos públicos debido a actuaciones anómalas en el contrato de basuras con Vitalogic.

Así las cosas, para algunos sectores políticos debería ser Gutiérrez el llamado a asumir ese liderazgo de la oposición a Petro, no solo por haber sumado más de 5 millones de votos en la primera vuelta presidencial del año pasado, sino porque durante la campaña y en el arranque del Gobierno ha lanzado múltiples alertas por las decisiones y políticas de la Casa de Nariño.

Como se sabe, Gutiérrez ya logró que el Consejo Nacional Electoral le diera personería jurídica a su partido político “Creemos”, desde el cual anunció que dará avales a candidatos no solo a nivel antioqueño, sino nacional de cara a los comicios de octubre próximo.

De hecho, el nombre de Gutiérrez hoy aparece encabezando el partido de candidatos a la Alcaldía de Medellín, con miras a la campaña de octubre próximo, y una reciente encuesta lo sitúa con porcentajes muy altos de favorabilidad frente a muchos aspirantes ya lanzados.

Aunque Gutiérrez no ha ocultado que le gustaría volver al Palacio de La Alpujarra, lo cierto es que hay quienes consideran que debería analizar la posibilidad de no solo asumir el liderazgo de la oposición, sino de reservarse para una eventual candidatura presidencial en 2026, sobre la base tanto de los 5 millones de votos que ya sacó el año pasado en la primera vuelta, como de reeditar el apoyo multipartidista de centro y centroderecha que logró cuando ganó la consulta interna de la Coalición Equipo por Colombia (en marzo de 2022).

¿Qué hará ‘Fico? Esa es la gran incógnita.