El peso político que han tenido los dueños de la tierra ha impedido que hasta el momento se dé una efectiva reforma agraria, considera el académico Alejo Vargas.
Agregó que se abre una oportunidad en este Gobierno con la entrega de tres millones de hectáreas de tierra, aunque enfatizó que ello requiere de una política de desarrollo rural, pues de lo contrario se volvería al punto cero en la solución del problema.
EL NUEVO SIGLO: En los últimos 80 años se han hecho varios intentos de reforma agraria de limitado alcance, ¿en su opinión por qué ha sucedido así?
ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ: Creo que es bastante obvio, es que el peso político de los propietarios de tierra en nuestro país históricamente ha sido muy grande, y eso ha impedido que realmente se dé una política de cambio de la estructura de la propiedad de la tierra.
ENS: De las iniciativas de reforma agraria que se han hecho, ¿cuál cree fue la que más avanzó?
AVV: Pues creo que en el caso de López Pumarejo lo que hubo fue un gran esfuerzo por tratar de institucionalizar los conflictos de ese momento y darles una salida por la vía institucional. Algo se hizo de titulación de tierras, sobre todo de baldíos, y un poquito de lo que podríamos llamar reforma agraria.
Con Carlos Lleras hubo un evento también importante, pero muy poco por las limitaciones de la ley que establecía que aquellas fincas que no estuvieran consideradas como inadecuadamente explotadas no podían ser afectadas por el gobierno, y esto era un tema muy discutible.
Por eso un esfuerzo del Incora fue definir para cada tipo productivo y cada región del país cuáles eran los mínimos de productividad para saber si había o no adecuada explotación. Por supuesto eso era un proceso de desgaste grandísimo, pero algo se hizo.
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Y hoy día tenemos una oportunidad, vamos a ver qué va a pasar. Especialmente ver ese acuerdo entre el Gobierno y Fedegán en principio daría una posibilidad interesante; son tres millones de hectáreas, como se ha hablado, pero que ojalá fuera un poco más.
ENS: En la reforma agraria de Petro falta aterrizar entre otros aspectos cómo se va a entregar la tierra a los campesinos pobres y cómo será el crédito y acompañamiento para los cultivos que emprendan, ¿qué piensa de eso?
AVV: Estoy convencido de que si no hay una política de desarrollo rural que acompañe la asignación de tierras, simplemente entregar tierras puede llevar a una situación de casi que volver al punto de partida, y no se hace mayor cosa; si no hay acompañamiento a la tierra, y es con crédito, asistencia técnica, mercadeo, capacitación.
Y eso tiene que ver con un problema, y es que parte de esa institucionalidad agraria se desmontó en los años 80. El peso del ICA hoy es muy poco, se acabó con el Idema; tampoco los programas de apoyo a la comercialización de Cecora.
Entonces ese es parte del desafío que tiene el Gobierno, que no es solo empezar a asignar tierra sino al mismo tiempo diseñar un programa de desarrollo agrario que acompañe a esas tierras asignadas y las de otros pequeños campesinos y medianos que tienen hoy día tierras, pero que si no tienen ese apoyo en términos de desarrollo agrario, no pueden producir como se esperaría de esas fincas.
ENS: Se creería que en esta oportunidad la reforma agraria tiene un paso adelante con lo que se ha avanzado en implementación del catastro multipropósito...
AVV: Soy de los que he dicho, y así lo dije en el anterior gobierno, cuando estaba el doctor Archila (Emilio) al frente, que era una buena iniciativa de él haber puesto a andar con un crédito del BIC ese catastro multipropósito, así fuera en principio en una muestra piloto de cerca de 70 municipios, pero eso es una base muy importante para poder clarificar el tema de propiedad y el uso del suelo, y en esa medida darle un manejo muy racional al tema de la tierra.
No se trata solamente del tema de la tierra, al mismo tiempo hay que seguir impulsando el catastro multipropósito así como un programa de desarrollo rural serio y consistente.