El próximo martes seguirá la discusión de la reforma de salud en su primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara, sin los 11 votos que necesita el Gobierno para que sea aprobada, pues los tres partidos Conservador, Liberal y La U, que son de la coalición, se mantienen que no acompañarán la iniciativa si no se incluye la totalidad de sus proposiciones. No obstante, EL NUEVO SIGLO conoció que la Casa de Nariño buscaría en estos días a los parlamentarios de estas colectividades que integran esta célula legislativa, con la intención de convencer a algunos de ellos y lograr su respaldo.

De confirmarse esto sería un cambio de estrategia, pues el Gobierno básicamente entabló el diálogo con los jefes de estos partidos, después de que ellos y las bancadas manifestaran grandes reparos al articulado que presentó al Congreso la ministra Carolina Corcho.

El senador Efraín Cepeda Sarabia, presidente del Directorio Nacional Conservador; el exjefe de Estado César Gaviria, cabeza del liberalismo; y la exgobernadora Dilian Francisca Toro, directora de La U, coincidieron en que se requieren algunos cambios en la salud, pero advirtieron que las colectividades que representan no acompañarían una reforma que pusiera en peligro un sistema que se ha construido por más de tres décadas.

En este sentido, coincidieron en rechazar la desaparición de las EPS, la estatización del sistema y la creación de fondos regionales, entre otros. Sobre estos últimos, indicaron que podrían caer en manos de políticos y, como consecuencia podría ser peor el remedio que la enfermedad.

Entonces, la ministra Corcho se reunió con los jefes de los partidos para escuchar sus observaciones. Lo propio hizo el presidente Petro, quien sostuvo un encuentro en el Palacio con Cepeda, Gaviria y Toro.

En ese diálogo con los jefes de los partidos el Gobierno comenzó a ceder aceptando algunas de las propuestas de las colectividades y que estas fueran incluidas en la ponencia para el primer debate del proyecto, como es que, las EPS se mantengan bajo la figura de gestoras en salud y vida, también echó atrás en su intención que el sistema sea eminentemente público, por lo que se mantendría mixto.

Tras los ajustes parecía que se despejaba el panorama para la reforma, sin embargo luego los jefes de los partidos Conservador, La U y Liberal manifestaron su decepción, pues a pesar del acuerdo con el presidente Petro, solo el 20 % de las 133 proposiciones que radicaron las dos primeras de estas colectividades, fueron incluidas en la ponencia.

Por lo tanto, ante esta inconformidad el Gobierno autorizó nuevos ajustes, integrando al menos 90 de las 133 proposiciones.

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El martes pasado, Cepeda y Toro se reunieron con las bancadas del Partido Conservador y La U, respectivamente, para analizar la situación con la reforma. Al final determinaron que “reafirmamos nuestra posición de NO apoyar el texto a la reforma a la salud como lo ha presentado el Gobierno, ya que no están acogidas la totalidad de las propuestas presentadas por nuestras colectividades”.

¿Cambio de estrategia?

El martes pasado no avanzó el primer debate de la reforma a la salud en la Comisión Séptima de la Cámara, debido a que dos ciudadanos recusaron a la mayoría de los 21 parlamentarios que la integran.

A la sazón, eso llamó la atención del Gobierno por lo que invitó a los parlamentarios de esta célula legislativa a un desayuno en la Casa de Nariño para socializar los ajustes al texto. Sin embargo, tuvo que ser cancelado porque ningún congresista asistió.

Algunos consideran que esta invitación a los congresistas es una señal que el Gobierno entendería que ya no tiene sentido seguir el diálogo con los presidentes de los partidos.

El pasado miércoles, la Comisión Séptima de Cámara negó la ponencia que presentó la oposición pidiendo archivar el proyecto.

Algunos consideran que esto fue un primer triunfo del Gobierno, no obstante al día de hoy tiene 9 de los 11 votos que necesita para el primer debate.

El representante liberal Dolcey Torres anunció que votará a favor de la reforma, a pesar de que su Partido anunció que votará en contra.

Aun así, el Gobierno requiere deslizar un voto más a favor de la reforma, ya sea de los conservadores, liberales o de la U.

Por el momento, el Ejecutivo no ha convocado a los ponentes o a los parlamentarios de esta Comisión a un nuevo encuentro, sin embargo, como se dijo, por intermedio del ministro del Interior, Alfonso Prada, aprovecharía este fin de semana para hablar con varios congresistas y lograr un par de apoyos más a la reforma.