El atentado sufrido el jueves por el senador Feliciano Valencia, del Movimiento Alternativo Indígena y Social, dio lugar al rechazo generalizado dentro y fuera del Congreso, pero también a algunos choques por la interpretación de las circunstancias nacionales en la que se presentaron los hechos.
Luego que Valencia trinara que “acabo de sufrir un atentado contra mi vida en el vía que conduce entre el corregimiento el Palo y Tacueyó, en el punto el Tierrero, en Toribío, Cauca”, el congresista Roy Barreras, que recientemente renunció al Partido Social de Unidad Nacional (La U), dijo en sus redes sociales que “la responsabilidad de la vida del senador Feliciano y de cada líder social y dirigente opositor es del gobierno Duque”; sin embargo, la legisladora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, lo desmintió: “No señor. La responsabilidad de la matanza hoy en Colombia es de todos los que fueron cómplices del crecimiento exponencial de los cultivos de coca de las Farc. Esa es la paz habanera. Irresponsables”.
Sobre la autoría material del atentado, el senador Valencia indicó que "es de público conocimiento que en el norte del Cauca operan las disidencias de la columna Dagoberto Ramos y el día anterior al ataque la gente había visto presencia de estos personajes en la región y por ello me atrevo a atribuir este atentado a esas disidencias".
Desde la Casa de Nariño confirmaron que el presidente Iván Duque habló por teléfono con el congresista, informándole que instruyó al ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, de ponerse al frente de la situación para garantizar su seguridad.