Confrontación Eln y disidencias dejó 800 muertos en 2 años en Arauca | El Nuevo Siglo
LOS REPRESENTANTES Germán Rozo y Lina Garrido denuncian grave situación de orden público en Arauca. /Fotos @GERMANROZOANIS, @linamariagarri1
Miércoles, 9 de Octubre de 2024
Redacción Política

EL DEPARTAMENTO de Arauca continúa sumido en la violencia pese a las advertencias hechas por congresistas de ese departamento en la Cámara de Representantes. Así las cosas, EL NUEVO SIGLO consultó con el representante Liberal Germán Rozo, y la congresista de Cambio Radical Lina María Garrido sobre la situación de orden público en ese departamento.

Inicialmente, el representante Germán Rozo explicó inicialmente que “desde el 2022 el Eln tiene mayor presencia en el departamento, con el frente de guerra oriental, el Domingo Laín que es la estructura más conocida que tiene ese grupo en el país y que hace presencia en casi todos los siete municipios del departamento. De igual manera, las disidencias de Iván Mordisco están haciendo presencia allí y hace dos años se viene presentando una cruenta guerra entre el Eln y las disidencias donde señalan a muchos líderes políticos, sociales, religiosos, de pertenecer a grupos armados y selectivamente los han venido asesinando, secuestrando, desapareciendo y eso ha conllevado a que en lo corrido de estos dos años tengamos más de 800 personas asesinadas”.

Posteriormente, sostuvo que “dentro de los requisitos que viene pidiendo el pueblo araucano en las negociaciones de paz que el Gobierno adelanta con esos grupos armados, es que se detengan los enfrentamientos y se integre la sociedad civil a los diálogos, pues finalmente resultan siendo los más afectados. Está comprobado que cuando los diálogos de paz se rompen, los ataques de los grupos armados aumentan, los hostigamientos contra la fuerza pública, los ataques contra el oleoducto, y los atentados contra unidades militares. La respuesta del Gobierno ante esta situación es nula, una vez se registró la explosión del carro bomba frente a una sede del Ejército en Puerto Jordán, se realizaron dos consejos de seguridad, se habla de operaciones de la fuerza pública, pero el Gobierno dice que la negociación con el Eln está suspendida para que los militares puedan reaccionar, pero no se conoce nada de esas operaciones”.

Así mismo, el congresista señala que el Gobierno mantiene al margen a la población araucana de los diálogos con el Eln, “en días pasados llevamos a cabo la sesión de la Comisión de Derechos Humanos y cerca del 95% de los asistentes, pedían que se retomara los diálogos entre Gobierno y Eln, pero que se incluyera a la sociedad civil en la mesa de negociación. Desafortunadamente no hay una interlocución entre la sociedad del departamento y el negociador de paz del Gobierno Otty Patiño. Nosotros hemos cuestionado la forma como se adelantan los diálogos, pues pese a todos los oficios y solicitudes que hemos hecho desde el Congreso para reunirnos con Otty Patiño, no ha sido posible”.

 

Civiles en medio de la violencia

Por su parte, la representante de Cambio Radical, Lina María Garrido, no se ha quedado atrás y cuestionó fuertemente el papel del Gobierno nacional en medio de las negociaciones de paz con los grupos armados al señalar que “Los araucanos estamos en un territorio inmensamente rico en recursos naturales, tenemos más de un millón trescientas mil cabezas de ganado, producimos más de 6 billones de barriles de petróleo al año, somos 300.000 araucanos trabajadores, resilientes y valientes, pero el conflicto que tenemos nos ha robado la esperanza. La delicada situación de orden público que tenemos no es de este gobierno para que no me digan que como oposición me estoy sesgando, esto es una fractura de muchos gobiernos que nos han dejado huérfanos ante esta situación”.

Igualmente, la parlamentaria agregó que “creímos en el cambio y acompañamos la paz total, pero la gestión en cómo se han desarrollado los diálogos ha dejado huérfana a la población civil. Miseria, limosna y bofetada es lo que recibimos del Gobierno Nacional. Le pedimos al presidente que pusiera sus ojos en Arauca y no se pronunció, le pedimos al ministro de Defensa que fuera a Arauca y nos ignoró, le pregunté a Otyy Patiño porqué estaba entregando el departamento a los violentos y se burló descaradamente. El Gobierno es culpable de lo que sucede en Arauca, los asesinatos de uniformados, líderes sociales, civiles y jóvenes. La paz total fracasó en Arauca y el presidente fue egoísta al creer que la paz era de él cuando dijo que en tres meses firmaba la paz con el Eln, le amarró las manos a la fuerza pública ante una guerrilla sin voluntad de paz”.