El Congreso, como los malos alumnos: cierre a las carreras y pidiendo 'cacao' | El Nuevo Siglo
EL GOBIERNO espera que reformas como la de salud, pensional y laboral sigan transitando en el Congreso. / Foto: Senado
Viernes, 1 de Diciembre de 2023
Redacción Política

SI BIEN es cierto que el Congreso de la República comenzó a trabajar este año a principios de febrero, once meses después la productividad legislativa deja mucho que desear.

De hecho, a escasos días para el cierre del primer tramo de la segunda legislatura, una gran cantidad de proyectos de actos legislativos y actos de ley se encuentran en vilo, empezando por los presentados por el Gobierno.

Como se sabe, la reforma a la salud, después de mucho tiempo, solo podría terminar su segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes mañana y pasaría al Senado, discusión que ya se llevaría a cabo el próximo año.

Dicha corporación aprobó el jueves 21 artículos, entre ellos la eliminación de las EPS, uno de los aspectos que más inquietud y polémica han generado en torno a esta iniciativa.

En el segundo debate de esta reforma se han aprobado 123 artículos y eliminado 8. Quedan por votar 9 en aspectos no esenciales, lo cual ocurrirá mañana, cuando fue citada la plenaria de la Cámara a las 9:00 de la mañana.

Mientras tanto, de la reforma pensional, que ya está para segundo debate, se sabe muy poco.

Diferentes sectores políticos han afirmado que las discusiones de este proyecto podrían quedar para el 2024, puesto que no cuenta hasta ahora con los apoyos necesarios para su trámite.

En torno a este tema, el presidente del Senado, Iván Name, aseguró a los medios de comunicación recientemente que sostendría una reunión con la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, una de las impulsoras de la iniciativa, para tratar temas vinculados al cronograma en torno a la propuesta.

“Estudiaremos la posibilidad de llevar a la plenaria del Senado la ponencia de la reforma pensional. Hay varias ponencias visibles y eso es lo que vamos a definir con los ponentes y el Gobierno; si no vemos la oportunidad, se discutirá el próximo año”, puntualizó.

A ello se suma otra reforma, la laboral, que volvió a ser presentada por el Ejecutivo luego de haberse hundido durante el primer semestre por falta de cuórum. Tampoco pudo arrancar durante este segundo semestre.

De hecho, aunque se acaba de presentar una ponencia a la iniciativa, esta solo fue firmada por tres representantes: Alfredo Mondragón y María Fernanda Carrascal del Pacto Histórico y Germán José Gómez de Comunes.

Entretanto, la propuesta del Gobierno no genera ningún consenso entre el resto de parlamentarios de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

Así, no tendrá ya mayor debate este año y quedará para la próxima legislatura, que empezará el 15 de febrero, puesto que empieza a regir el acto legislativo que se aprobó este 2023, que recorta las vacaciones de los congresistas, por lo que ya no empezarán a trabajar el 16 de marzo.

Otra de las grandes apuestas es la reforma educativa que, si bien se presentó en septiembre de 2023, fue solo en esta semana cuando se aprobó una ponencia positiva, durante su primera discusión en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.

La ministra de Educación, Aurora Vergara, en defensa de ese proyecto, aseguró que la principal apuesta es “abrir la mayor cantidad de oportunidades para cerrar brechas y desigualdades educativas, para pueblos étnicos, entornos rurales, personas privadas de la libertad”.

“Esperamos surtir este primer debate, garantizar que, idealmente, con el aporte de todos los congresistas involucrados, podamos surtir los dos debates de la Cámara de Representantes, de manera que podamos cerrar el año con esos dos hitos y podamos empezar en el primer semestre 2024 con los dos debates que tienen que surtirse en el Senado”, puntualizó la jefa de la cartera de Educación.

 

Lo que no llegó

Como lo indicó EL NUEVO SIGLO esta semana, no solo se habla de proyectos de reformas que han quedado estancados en el Congreso: también han generado debates aquellos que nunca llegaron al ente legislativo, a pesar de los anuncios del Gobierno.

Uno de ellos es la Ley de Servicios Públicos, con la que el Ejecutivo busca herramientas para la racionalización de los servicios públicos, sobre todo el de energía.

Como se sabe, a finales de septiembre pasado el presidente Petro dijo, en medio de las marchas de algunos sectores a favor de su gobierno: “Vamos a presentar la reforma a los servicios públicos de Colombia. Las leyes hoy vigentes pusieron en un lugar privilegiado al empresario, pero al usuario lo dejaron en la calle. Los usuarios no tienen derechos ante el servicio”.

Tampoco fue presentada la ley de humanización carcelaria, luego de que quedara por fuera en la pasada legislatura por falta de trámite.

El proyecto de sometimiento de los grupos multicrimen a la justicia también fue uno de los grandes ausentes en este periodo legislativo que está por terminar.

La iniciativa se hundió en la pasada legislatura en medio de las advertencias del fiscal general, Francisco Barbosa, sobre aspectos fundamentales del articulado que beneficiarían a narcotraficantes.

Otras dos propuestas que tampoco fueron radicadas este año fueron la que busca reformar de manera integral la Ley 30 de 1992 de educación y la reforma al Código Minero, que anunció el presidente Petro en enero pasado.

 

Agenda represada

La decisión del Gobierno de no concertar los proyectos de reforma laboral, pensional y de salud generó un gran trancón legislativo que no ha podido solucionarse.

De hecho, muchas iniciativas terminaron haciendo cola a los proyectos de reformas y corren el riesgo de hundirse o de quedar para la próxima legislatura.

Al respecto, el representante Hernán Cadavid, del Centro Democrático, dijo que 90 proyectos quedarían pendientes por trámites a la reforma a la salud, que hasta hace poco se mantuvo estancada en plenaria de la Cámara de Representantes.

“Última semana de noviembre. El Gobierno obstruyendo la agenda legislativa de la Cámara con la reforma a la salud. Pido al representante Andrés Calle que haga respetar autonomía del Congreso y no deje morir iniciativas importantes para las regiones de Colombia. ¡Más de 90 proyectos pendientes!”, trinó el uribista.

También aseguró que “estamos próximos a iniciar el mes de diciembre, quedarán dos semanas de trabajo y el presidente de la cámara de representantes, Andrés Calle, se empecinó en solamente programar la reforma a la salud, cumpliendo el mandato del Gobierno Nacional”.

A su turno, el presidente del Senado, Iván Name, reconoció que las reformas no avanzaron en el Congreso como se había pensado. Sin embargo, destacó que las discusiones sobre algunas de las iniciativas, como salud, pensiones y laboral, se harán sin afán.

“El problema de las reformas son sus contenidos y sus oportunidades. Cuando se acelera un proceso se daña generalmente, lo que hace es dañar la oportunidad para discutir en el Congreso las reformas que se necesitan. Estamos haciendo esfuerzos para poder convenirlas, en el caso de la pensional, y ver su oportunidad en estas sesiones que terminan ahora en diciembre o si debemos empezar ya en febrero”, manifestó.

Al ser consultado sobre el futuro de las propuestas, respondió que “son reformas necesarias, hay que ver su oportunidad y contenido. En el caso de las que estamos tramitando hoy, tienen toda la oportunidad de ir siendo mejoradas para ser convenidas y acordadas o de lo contrario no serán aprobadas. Vamos a conversar sobre la oportunidad de llevar a la plenaria del Senado, a dos semanas de cerrar las sesiones, la reforma pensional. Ciertamente hay tres reformas diferentes y eso lo vamos a definir con los ponentes”.

Como se ha visto, la productividad del Congreso este año, pese a haber arrancado desde febrero, ha sido muy baja. No solo por el tema de las reformas y la polarización política, sino también porque la campaña electoral para las elecciones regionales y locales del 29 de octubre distrajo mucho la atención de los parlamentarios.

Al final termina pasando lo mismo que a los malos alumnos al cierre del año: terminan presentando exámenes y tareas a las carreras a ver si pueden salvar la materia y pidiendo cacao a los profesores para salvar el año.