En este Gobierno cultivos ilícitos llegarían a 300 mil hectáreas: León | El Nuevo Siglo
General (r) Guillermo León León, presidente de Acore.
Foto: Cortesía
Sábado, 8 de Abril de 2023
Redacción Política

Excomandante de la Fuerza Aérea considera que no es suficiente la estrategia de la Casa de Nariño basada en la interdicción y en atacar los recursos económicos de los narcotraficantes.

El nuevo presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, Acore, general (r) Guillermo León León, afirmó que, no hay claridad en la política contra el narcotráfico del gobierno Petro, al punto que el país podría terminar el cuatrienio con 300 mil hectáreas de coca.

También se refirió al estado del orden público, donde consideró que por su deterioro, el país volvió a vivir eventos que no se registraban desde hacía dos décadas.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opinión tiene sobre el estado de la seguridad en el país?

Guillermo León León: Hay eventos y situaciones que se presentan a lo largo y ancho del país que comprometen la seguridad de los colombianos como el número de masacres, el número de asesinatos de líderes sociales que no para, los hechos de violencia que implican compromisos donde caen miembros de nuestra Fuerza Pública, ataques a bases o patrullas nuestras que están en tareas de seguridad sobre los recursos energéticos del país.

Esto demuestra de alguna manera toda una alteración del orden público, donde estamos viviendo eventos que hacía más de dos décadas no se presentaban en Colombia.

Creo que hay unos enormes retos en donde el Gobierno Nacional tiene que ponerle especial atención y tomar las medidas necesarias para mantener y recuperar el control del territorio.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cree que el constante asesinato de uniformados a manos de grupos armados puede de alguna forma desmoralizar en las Fuerzas Militares y en la Policía?

Guillermo León León: Más que hablar de desmoralización, mencionaría algunos eventos que puedan afectar la moral combativa de las tropas. Quisiera puntualizar lo siguiente: el tema de bienestar, por ejemplo, a inicios de este año se presentó un congelamiento de lo que eran los subsidios de vivienda para los oficiales y suboficiales en actividad.

Esto en mi parecer afecta la moral en el sentido de que hay una expectativa para estas personas tener los recursos para adquirir sus viviendas, que de alguna manera se ven afectados por efecto de la inflación. Ese es un efecto que vale la pena ponerlo sobre la mesa porque puede afectar la moral de las Fuerzas Militares y de la Policía.

Por otro lado, veo algunos elementos que pueden afectar la moral combativa como es el caso del proceso de la paz total al no tener una claridad, al tener algunos giros en cuanto a las políticas del Gobierno, porque éstas no se han mantenido uniformes, sino que han variado.

También todo eso genera un poco de confusión, de intranquilidad para las tropas al operar y eso puede de alguna manera tener una afectación que hay que revisar.

EL NUEVO SIGLO: ¿A qué se refiere?

Guillermo León León: Me refiero a hechos, por ejemplo, cuando se inició el cumplimiento del Decreto Presidencial sobre la paz total, donde inicialmente se habló que era con cinco grupos, incluyendo al Eln, pero luego esa guerrilla menciona que no ha tenido ningún acuerdo y se para en ese momento ese acuerdo y ese decreto es derogado.

Pero en la práctica cuando uno va al terreno se encuentra con circunstancias que pueden afectar y afectan las operaciones de la Fuerza Pública, cuando llegan a sectores donde hacen presencia más de uno de esos grupos.

Estas organizaciones al margen de la ley confluyen en áreas donde persisten las economías ilícitas y hace que sea muy difícil de identificar o cumplir cuando no existen protocolos claros, cuando no existe una comisión de verificación que esté cumpliendo al detalle el poder supervisar si se está cumpliendo el cese al fuego y eso, pues obviamente, va afectando y puede generar algo de desmoralización en la tropa.

Lucha contra el narcotráfico

EL NUEVO SIGLO: Si no hay erradicación forzada, ¿se pueden incrementar los cultivos de hoja de coca en el país?

Guillermo León León: Todavía no hay una política contra las drogas clara. Se habló de la suspensión de la erradicación de cultivos y que ésta no se iba a realizar hasta tanto no se lograra una transición para un programa de sustitución que permitiera asegurar unos ingresos para los campesinos, que superara la necesidad de estar recurriendo a la hoja de la coca.

Vale la pena mencionar que esta política va a hacer que se incrementen los cultivos. Ya venía con una tendencia de crecimiento desde el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, ya que en los acuerdos también se propició de alguna manera el que se incrementaran estos cultivos, y por eso han venido en ascenso.

Ahora con esta medida de este Gobierno y con esta aproximación, eso va a hacer que se siga estimulando el cultivo de la hoja.

EL NUEVO SIGLO: Entonces, ¿qué podría pasar?

Guillermo León León: Si bien los cultivos de hoja de coca se habían aumentado en forma exponencial desde el año 2016, a la fecha ese impacto en cuanto al consumo o demanda en los Estados Unidos no es igual y es un 30 %. Así que hoy no es la prioridad.

Por otro lado, de acuerdo con las informaciones que se han dado por parte de unos analistas es que hoy no se está comprando la hoja de coca a los campesinos. Esto puede obedecer a dos razones: una que está saturada la demanda, diríamos en este momento; y la segunda que las organizaciones de este crimen transnacional ya tienen ciertos cultivos de tipo industrial, de grandes extensiones y, por lo tanto, no recurren a comprarle a los pequeños cultivadores.

Pero, lo que sí es cierto al final del día es que con estas medidas se va a seguir incrementando el cultivo de la hoja de coca en Colombia y, seguramente puede que llegue hasta las 300 mil hectáreas.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué opinión tiene de la estrategia antidroga del Gobierno?



Guillermo León León: El Gobierno ha establecido su estrategia en dos líneas. Una que es la interdicción y segundo combatir las economías ilegales del narcotráfico y de otros crímenes como la minería ilegal.

No creo que sea suficiente, creo que el Ejecutivo tendrá que replantear más adelante esta estrategia porque creo que se requiere una mayor decisión para poder controlar el tema del narcotráfico y atacar en otros aspectos y no solamente, en estos dos que he mencionado.

Ley de sometimiento

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué piensa de la iniciativa de ley de sometimiento de los grupos criminales de alto impacto?

Guillermo León León: Desde Acore, tenemos unas preocupaciones que hemos manifestado. Una de ellas es el tema del principio de oportunidad como lo manifestó el fiscal Barbosa, porque beneficiaria el delito de concierto para delinquir agravado, y esto significa que penas de sólo ocho años se aplicarían para responsables de delitos de lesa humanidad y excarcelación a delincuentes que ya están pagando penas por conductas contrarias al Código Penal.

Esto, en últimas se vuelve una amnistía y creo que sería grave por los delitos que estaría cubriendo y donde se originaría esta amnistía.

Lo segundo, es que el articulado permitiría que los criminales se quedaran con unas grandes fortunas obtenidas de manera ilegal. Hablar de 10 mil salarios mínimos legales, son enormes fortunas que generarían la idea del que es malo o del que se aparta de la Ley va a quedar al final del día bien con unas riquezas que muchos colombianos de manera honesta no tienen ni siquiera la posibilidad de ganar trabajando toda la vía.

El tercer elemento es lo relativo a la justicia restaurativa, diríamos que no aparece ni se le da la preeminencia que debería tener y se ve más como un complemento a las condenas de tipo penal que se aplicarían. Creo que es un elemento que genera preocupación que no haya esa justicia restaurativa como un eje central y adicional que el Estado no tendría la capacidad hoy en día, de asegurar que al final esta medida cumpliera su tarea y su función.

Otro elemento que nos preocupa es que no se garantiza el derecho de las víctimas. Mientras no existan medidas de verdad, de justicia, de reparación y no repetición, no se ve en el proyecto mecanismos para garantizar el derecho de las víctimas.