Estaría entreabierta la puerta para que a la Segunda Marquetalia, grupo armado que lidera alias ‘Iván Márquez’, el Gobierno le reconozca estatus político. El ministro del Interior, Alfonso Prada, señaló que se estudian mecanismos jurídicos. La dificultad radica en que los integrantes de esta organización traicionaron el Acuerdo de Paz con las Farc. 

“Se están estudiando los mecanismos que nos permitan jurídicamente avanzar hacia esa vía de reconocimiento político a dichas disidencias”, reveló el ministro Prada Gil. 

Explicó que “la Segunda Marquetalia tiene una dificultad jurídica seria, que es precisamente que algunos califican que abandonó el proceso de paz y desde esa perspectiva está reincidiendo en algo que jurídicamente tiene dificultades”. 

‘Márquez’ fue el jefe del equipo de voceros de la entonces guerrilla de las Farc que durante cuatro años negoció en Cuba con el gobierno de Juan Manuel Santos, lo que terminó en la firma del Acuerdo de Paz en noviembre de 2016. 

Posteriormente, Márquez participó en la creación del partido político surgido de esta guerrilla. Él iba a ocupar una de las 10 curules en el Congreso que le tocaban a los desmovilizados, según el Acuerdo. 

No obstante, meses después se marchó de Bogotá aduciendo supuestos incumplimientos del gobierno de Duque con la implementación del Acuerdo y un presunto saboteo con Estados Unidos al proceso, a propósito de que por esos días fue pedido en extradición por narcotráfico ‘Jesús Santrich’, otro de los comandantes desmovilizados de las Farc. 

Durante buen tiempo no se supo nada de ‘Márquez’, hasta que en agosto del 2019 reapareció en un video vestido de camuflado, acompañado de varios de sus compañeros en las Farc, como alias ‘el Paisa’, alias ‘Jesús Santrich’, alias ‘Romaña’, entre otros, todos con fusiles, anunciando la creación de la Segunda Marquetalia y que retomaban las armas contra el Estado colombiano.   

El Gobierno desde un inicio buscó acercamientos con todos los grupos armados de alto impacto atendiendo a su política de paz, con el objeto de su desmantelamiento. 

Petro les ofrece una negociación política a los grupos guerrilleros como el Eln, con el cual inició una mesa en noviembre pasado.  

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En tanto que a otros grupos, como el ‘Clan del Golfo’, no les da estatus político porque los clasifica de delincuencia común y multicrimen. A estos le ofrece algunos beneficios para su sometimiento a la justicia. 

El Gobierno no ha definido el estatus que le dará a las disidencias en las conversaciones que están por comenzar. Podría ser de tipo político, según lo que ha anunciado el comisionado Danilo Rueda, pues no traicionaron el Acuerdo de Paz, teniendo en cuenta que no participaron en las negociaciones de La Habana. 

Por su parte, Rodrigo Londoño, el presidente del Partido Comunes y exmáximo comandantes de las Farc, le pidió ayer al Gobierno que otorgue el reconocimiento político a la Segunda Marquetalia y las disidencias.  

“El momento histórico por el que pasa Colombia demanda grandeza y generosidad, y el retorno de ‘Márquez’ y otros a las armas no puede ser óbice para dar tratamiento político a la Segunda Marquetalia y demás organizaciones armadas compuestas por exintegrantes de las extintas Farc-EP. Que sea la historia quien les juzgue por sus desavenencias a la paz, pues la ciudadanía colombiana ha mandatado a este Gobierno allanar los caminos para clausurar definitivamente la violencia”. 

Concepto de Presidencia  

En días anteriores se conoció un concepto que envió la oficina jurídica de la Presidencia de la República a la Corte Constitucional, debido a una demanda a la llamada ley de la paz total, que le permite al Gobierno negociar con los grupos armados al margen de la ley. 

El documento señala que “en cada caso hay un tratamiento distinto: los disidentes son las personas que no firmaron el acuerdo final de paz (ejemplo: el Estado Mayor de las Farc), pero como son rebeldes o insurgentes, bien pueden acogerse al proceso de paz, dado su estatus político, y por ende, con ellos se puede llevar a cabo diálogos, negociaciones y acuerdo”. 

Mientras que, agrega el documento, “no sucede lo mismo con los desertores, en tanto estas personas sí firmaron el Acuerdo de Paz, pero lo traicionaron y volvieron a las armas (ejemplo, la ‘Segunda Marquetalia’). En estos casos, estas personas pueden acogerse a las reglas del sometimiento a la justicia para obtener los beneficios que la ley otorgue por desmantelamiento y delación, de modo que la sociedad y ellos mismos puedan pagar sus responsabilidades penales de una manera eficaz tanto para ellos mismos como para la sociedad”.