Negociación Gobierno-Eln al borde del abismo | El Nuevo Siglo
EN FEBRERO del año pasado se realizó en La Habana, Cuba, la última reunión formal de la mesa hasta el momento entre el Gobierno y el Eln. /Foto: Oficina Consejero Comisionado de Paz
Viernes, 17 de Enero de 2025
Redacción Política

LA NEGOCIACIÓN del Gobierno con el Eln pareció quedar en un punto muerto tras la decisión del presidente Petro de suspenderla por los graves hechos de violencia en los últimos días en el Catatumbo, en Norte de Santander, en los que se vio involucrado este grupo armado por la guerra que libra con las disidencias de las Farc. La delegación del Gobierno en los diálogos advirtió que reanudar conversaciones solo será posible si esta organización decide caminar hacia la paz.

El presidente Petro anunció en la red X que “lo que ha cometido el Eln en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el Eln no tiene ninguna voluntad de paz”.

A renglón seguido, la Delegación del Gobierno nacional en los diálogos de paz indicó en un comunicado que ahora que se preparaba una reunión para retomar la conversación sobre temas como la participación de la sociedad civil, el cese el fuego y la proyección del proceso de este año, “el Eln desata una cruenta ofensiva en la región del Catatumbo cuyo blanco son los líderes sociales, los firmantes de paz y en general la población civil”.

Anunció la Delegación que siguiendo las instrucciones del presidente Petro, “a partir de este momento están suspendidas las negociaciones con el Eln; que cualquier reanudación solo será posible si el Eln se decide caminar hacia la paz. Se buscarán mantener las dinámicas humanitarias y están abiertos los canales para que el Eln comunique su decisión”.

Planteada así la situación podría pensarse que la negociación con el Eln está muerta porque por sus antecedentes parece poco probable que cambie de actitud, pues desde que se instaló la mesa con el Gobierno en noviembre de 2022, no ha hecho más gestos de paz que un par de cese el fuego que acordó.

Mientras tanto, no ha dejado de secuestrar, extorsionar, reclutar menores, atentar contra la Fuerza Pública y la población civil, como esto último hizo decretando varios paros armados en el Chocó, el más reciente en diciembre pasado cuando los habitantes del departamento tenían el agua al cuello por una fuerte temporada de lluvias.

Sin embargo, no se puede descartar de plano que el Gobierno quiera darle otra oportunidad al moribundo proceso, hay que recordar que ya lo había suspendido en septiembre pasado tras el ataque que hizo el Eln con cilindros bomba a la base militar de Puerto Jordán, Arauca, que dejó dos militares muertos y 29 heridos.

En esa oportunidad el presidente Petro fue tajante en señalar que “prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz con sangre, y es como un eterno devenir, silenciar a una parte del pueblo y seguir en guerras y matándonos entre nosotros una y otra vez como si esa fuera nuestra historia”.

Entonces el Eln acusó al Gobierno de incumplimientos por negociar por fuera de la mesa con un frente suyo que se hizo disidente, Comuneros del Sur, y responsabilizó al jefe de Estado por la crisis del proceso.

A lo que el presidente Petro respondió abriendo la puerta a la posibilidad de reiniciar los diálogos. “Si el Eln no quiere romper el proceso de paz, dígalo. No se silencien, que la paz es para gritarla y la violencia para enterrarla”, dijo el mandatario.

En la primera semana de noviembre pasado, se concretó una reunión de las delegaciones del Gobierno y el Eln para analizar la difícil situación del proceso y buscar la forma de reiniciar el diálogo. Este acercamiento fue también posible por el concurso de los países garantes y acompañantes, la Iglesia Católica y Naciones Unidas.

En esa oportunidad el Eln manifestó interés en que se descongele la mesa y sostuvo que tiene voluntad de paz. Además, en un documento planteó 13 principios, como es avanzar lo máximo posible a 2026, que es cuando finaliza la administración Petro, y un nuevo modelo de negociación implementando lo que se va acordando.

Con ese nuevo ambiente las delegaciones del Gobierno y el Eln preparaban una reunión para reactivar la mesa este mes o a más tardar en febrero próximo en una sede por definir, que podría ser Caracas. Sin embargo, nuevamente el presidente Petro suspende el proceso por los violentos acontecimientos de los últimos días en el Catatumbo.

La pregunta ahora es si con ello la mesa de diálogos está muerta o si el Gobierno en unas semanas le da una nueva oportunidad. Mientras tanto para distintos sectores políticos y buena parte de la opinión pública el proceso no lleva a ninguna parte porque entienden que el Eln no tiene voluntad de paz.

El desencanto de Patiño

Si bien la razón que expuso el presidente Petro para suspender el proceso con el Eln es la violencia que ha generado en el Catatumbo por la guerra que libra con las disidencias, no hay que dejar de lado la denuncia que hizo en días pasados el consejero Comisionado de Paz, Otty Patiño, sobre la sentencia de muerte que dijo los ‘elenos’ hicieron al asesor en su oficina Álvaro Jiménez.

Jiménez fue el delegado que el comisionado Patiño encomendó para los acercamientos en Nariño con el frente Comuneros del Sur.

Patiño envió una misiva a alias ‘Antonio García’, principal cabecilla del Eln; alias ‘Pablo Beltrán’, jefe de la delegación negociadora de esta organización; y alias ‘Pablito’, entre otros, en la que exige “prescindir totalmente del sicariato moral y físico contra persona alguna y mucho menos contra quienes han trabajado toda la vida, como es el caso de Álvaro Jiménez, por la instauración de una Colombia con una democracia plena, con justicia social, donde las diferencias puedan ser resueltas en paz y donde nadie tenga que huir de su territorio, o de su oficio, o de su país por viles amenazas contra su vida o su honra”.

Advirtió Patiño en la carta que de parte del Gobierno “la paciencia no es eterna ni la generosidad es infinita”, por lo que conminó a los ‘elenos’ definirse “si se mantienen en el ejercicio de la violencia o escogen el camino de la paz con hechos ciertos”.

La mesa con el Eln está suspendida desde febrero de 2024, cuando se reunió con el Gobierno en el sexto ciclo en La Habana en el que entre otras se prorrogó el cese el fuego hasta el pasado 3 de agosto.

Poco después el grupo guerrillero responsabilizó al Ejecutivo de supuestamente congelar la mesa a raíz de las conversaciones con el frente Comuneros del Sur, pues dijo que tiene un doble manejo del proceso de paz porque asiste a la mesa de diálogos, “mientras por debajo de ella promueve la desmovilización en Nariño”.

Entre noviembre de 2022 y febrero de 2024, las conversaciones Gobierno y Eln se realizaron con cierta regularidad, alcanzando a llevarse a cabo, como se dijo, seis ciclos. Sin embargo, no se ha logrado un solo acuerdo ni se ha avanzado en mayor medida en los puntos de la agenda.

Incluso, el Eln ha manifestado que posiblemente no firmará la paz con la administración Petro y que no se le puede exigir un desarme “si aún no existe ningún acuerdo sobre cambios del país”, como sostuvo ‘Antonio García’.