El exsenador argumentó que con sus acciones no desacreditó a Iván persona como persona, por el contrario, defendió legítimamente su honra ante los señalamientos de soborno a testigos por parte de exparamilitares.
En la serie de videos en donde defiende su postura, el exmandatario señaló que Iván Cepeda usó la descalificación como un elemento crucial para promover su carrera política.
Recordó cómo gracias a las políticas de seguridad democrática implementadas en su Gobierno, Cepeda pudo regresar al país tras ser exiliado y gozó de protección en su ejercicio de oposición.
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“En un debate de 2014, el senador Cepeda me acusó de haber estado en la junta de una empresa de Luis Carlos Molina, a quien acusaron de mover recursos para el asesinato de Don Guillermo Cano”, argumentó.
Como respuesta al señalamiento, Uribe presumió de haber presentado tres cartas ante el Senado, en donde se niega a su nombramiento en dicha junta. Además, explicó que cada misiva tenía un propósito netamente protocolario.
Por otra parte, quiso resaltar una prueba que fue desestimada por la Fiscalía, en la que es informado por un video de alías ‘Diana’ y luego pide que sea enviadlo como prueba a la Corte.
Acto seguido, añadió que Cepeda visitó las cárceles y ofreció beneficios para que lo acusaran.” En 2014, en compañía del doctor Granados, se adjuntaron a la Corte las cartas de dos reclusos de Medellín que habían sido visitados por el senador Cepeda, a quienes ofreció beneficios para que me vincularan con paramilitares”.
Así mismo, el exsenador sostuvo que no tuvo ninguna interacción con el testigo Monsalve, quien es clave en el caso del senador Cepeda, entre los años 2011 y 2018. Sin embargo, siete años después, quiso reaccionar ante información recibida sobre visitas y ofertas relacionadas con el caso.
Finalmente, concluyó que su interés no era desacreditar al congresista Cepeda, sino ejercer legítimamente su derecho a defender su honra.