UN NUEVO pulso alrededor de la capacidad de convocatoria a la calle están preparando el gobierno Petro y la oposición para el mes de mayo, teniendo como principal telón de fondo el apoyo o el rechazo a las reformas de salud, laboral y pensional que se tramitan en el Congreso.

Como se sabe, en medio de los fuertes reparos de partidos políticos, gremios, sector privado y otras instancias políticas y sociales al alcance de esas reformas, el pasado 26 de marzo Petro citó a una nueva jornada de movilizaciones para expresar apoyo popular a esas iniciativas. Fijó la fecha para el 1 de mayo, cuando se celebra el Día del Trabajo, e incluso anunció que volverá a pronunciarse desde un balcón de la Casa de Nariño.

“Ojalá el 1 de mayo, ya próximo, me permitan, Ministra del Trabajo (Gloria Inés Ramírez), asomarme al balcón de nuevo con el pueblo trabajador… No sólo el pueblo de los sindicatos…, sino ese hombre y esa mujer que todos los días madrugan para trabajar, que no están en ninguna organización, que los pueden echar dentro de un mes, dentro de dos meses…”, señaló el Jefe de Estado.

“A mí sí me gustaría que este 1 de mayo todas las acciones comunales me acompañarán allá, en el Palacio de Nariño, y que el pueblo trabajador llegase. ¿Para qué? Para expresar un mensaje a las fuerzas políticas y sociales de Colombia: que no queremos más esclavismos; que queremos dignidad laboral; que queremos justicia social. Es que un pacto social comienza por la dignidad de la mujer trabajadora, del hombre trabajador, de su estabilidad, del derecho a pensionarse, del tener derecho a un buen vivir”, afirmó.

Este fin de semana, el primer mandatario también volvió a insistir en la tesis de que sólo si la población se moviliza se podrán viabilizar las reformas.

En entrevista con el programa “La Pizarra”, Petro admitió que su partido no tiene “la mayoría en el Congreso" y la primera dificultad es construir una coalición mayoritaria. Nuestra fuerza es importante, pero necesita de otras que ya no son tan avanzadas, tan progresistas, que han estado más ligado al pasado institucional”.

“El pueblo ha mantenido una mayoría conmigo, aún le falta movilizarse más, yo sí creo que esas reformas van a tener grandes problemas para construirse en la realidad si el pueblo no se moviliza… Están propuestas las reformas, son reformas fundamentales, pero no podría yo asegurar en este momento que las vamos a pasar”.

La contraparte

Frente a esa convocatoria del Gobierno, la oposición está empezando a planificar una respuesta también en las calles.

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“Las marchas de oposición serán el 6 de mayo a las 10:00 de la mañana. Todas las organizaciones hemos concertado esta nueva fecha para las marchas de oposición a las reformas del gobierno Petro. Todos están invitados y ayúdennos a invitar”, anunció ayer la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia.

Ese anuncio coincidió con tres extensos pronunciamientos en la última semana del expresidente y jefe natural de esa colectividad, Álvaro Uribe Vélez, contra los alcances de las reformas laboral, pensional y de salud.

“Con la reforma (pensional) habrá más dinero para gastar en el presente al costo de más deuda futura”, precisó Uribe sobre la modificación en el sistema de jubilación.

En cuanto a la reforma laboral, el exmandatario advirtió, entre otros aspectos, que “…, quieren hacer más gravoso el despido, lo que equivale a obstaculizar el empleo”.

Sobre el proyecto de salud, Uribe señaló que no sólo crea un lesivo monopolio estatal sino que “…, los usuarios quedarán ante el riesgo de que su salud dependa de la orientación política de estos centros. En la práctica, en lugar de acudir a la acción de tutela, habrá que pedir ayuda a los políticos cercanos al Gobierno nacional o al gobierno local”.

No es la primera vez este año que el Gobierno y la oposición miden fuerzas en las calles. Ya el 14 de febrero, Petro citó a marchas en todo el país, que tuvieron una mediana asistencia. Un día después correspondió el turno a la oposición, que sacó más gente a las manifestaciones que su contraparte.