Perspectiva. Estrada, el escudero amazónico que ahora es senador | El Nuevo Siglo
EL SENADOR Julio César Estrada Cordero advierte la gravedad de los conflictos generados por narcotráfico, deforestación, tráfico de especies exóticas y minería ilegal. /Foto Catalina Olaya-ENS
Foto: Catalina Olaya - El Nuevo Siglo
Domingo, 14 de Mayo de 2023
Redacción Política

LA VIDA de Julio César Estrada Cordero dio un giro inesperado el pasado jueves 4 de mayo. Tras la decisión del Consejo de Estado en torno a anular la elección del ahora expresidente del Senado, Roy Barreras, este ambientalista y líder indígena del Vaupés, reconocido activista por la causa amazónica, pasó a convertirse automáticamente en congresista, al ser el siguiente no elegido en la lista del Pacto Histórico.

Como es apenas obvio, su posesión lo ha llenado de felicidad y agradecimientos, y así lo ha dejado saber en múltiples ocasiones en los últimos días. Sabe que es el primer dirigente político del Amazonía en ocupar una silla en el Senado. Es claro que estos departamentos de la periferia, por su bajo caudal electoral, difícilmente pueden llevar a uno de los suyos a la cámara alta, que se elige por circunscripción nacional. En este caso fue posible porque se trató de una lista cerrada en la que Estrada ocupó la casilla 23 en una plancha en la que salieron 20 elegidos. Sin embargo, por cuestiones del destino, la renuncia de Gustavo Bolívar y la anulación de la elección de César Pachón y ahora de Barreras permitieron que el cofundador de la Organización Nacional de los Pueblos Indígena de la Amazonia Colombiana (Opiac) ahora se convierta en un “padre de la patria”.

“Estoy muy feliz y agradecido con el pueblo colombiano”, enfatizó el entrante congresistas en diálogo con EL NUEVO SIGLO.

Tiene muchas expectativas, pero, sobre todo, retos. Desde su nueva posición no solo aspira a apoyar las reformas estructurales del Gobierno, sino a impulsar la conservación del Amazonía, a través de lo que califica como propuestas ambientalistas sólidas y efectivas. Para este dirigente hay que darle una dimensión más humana a esta cruzada, por eso insiste en priorizar la protección de los habitantes que habitan dicha región y velar por sus derechos. “Mi intención es legislar para todos los colombianos y trabajar para la construcción del país desde la visión de todos los sectores”, agrega.

Para Estrada, exsecretario general de la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC), es claro que el país ahora más que nunca tiene sus ojos bien puestos sobre el Amazonía, una de las regiones más importantes del país por la riqueza de sus recursos naturales, la diversidad de su flora y fauna y su importancia en el combate al cambio climático. No en vano es una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo.

Pero el nuevo senador la Amazonía no es solo agua, bosques y animales. A su juicio, existen un recurso humano y una diversidad cultural de las que pocos hablan, que son igual de relevantes y las cuales desea visibilizar a través de su gestión dentro del Capitolio. “Queremos proteger el Amazonía para garantizar la vida de las especies, pero también queremos que se tomen en cuenta los habitantes de esas tierras conformadas por campesinos, indígenas y afros”, dijo.



El sueño indígena

Estrada Cordero asegura que sus expectativas son bastante altas y desde su posición trabajará para materializar una serie de proyectos que, seguramente beneficiarán a la Amazonia. Uno de las más importantes es poner en funcionamiento las Entidades Territoriales Indígenas, a través de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial. “Este es un sueño que tenemos los pueblos indígenas y el Presidente, en su programa de gobierno, dijo que iba a cumplir con ese mandato constitucional”, precisa.

Pero sus esfuerzos, también irán orientados en otras propuestas iguales de relevantes: La inclusión del sistema de salud indígena intercultural como sistema. “Ya lo hemos venido trabajando en el marco de la reforma que se discute en el Congreso. Estamos trabajando una propuesta que tiene que ver con nuestro sistema para tratar de coordinarlo con el sistema nacional de salud. Nos interesa sacar el instrumento jurídico que nos permita que haya un reconocimiento de nuestro sistema de salud propio”, explicó.

Adicionalmente, busca la materialización de otro sueño desde la curul del Senado: el reconocimiento de la educación propia de la comunidad indígena. La inclusión es para él un proyecto de vida que podría verse concretado, de ahí que cree firmemente que las nuevas reformas visibilizarán a las comunidades que por muchos años han sido marginadas.

Aun cuando se siente esperanzado por los proyectos a desarrollar y por los beneficios que su gestión pudiera ofrecerles a los colombianos en general, existe un tema que le genera angustia. Los conflictos generados por el narcotráfico, deforestación, tráfico de especies exóticas y minería ilegal parecieran ser una pesadilla de nunca acabar en la Amazonía, región que ha defendido a capa y espada.

Por lo mismo, considera necesaria la actuación inmediata del Gobierno para ponerle coto a una situación que por años los ha atormentado. Pero Estrada Córdoba considera que para lograr una solución efectiva al problema es indispensable la intervención de todos los sectores. En este caso, el diálogo será una herramienta fundamental para evitar que la Amazonía siga siendo blanco de acciones criminales que han dejado a su paso muerte y destrucción.

“Es necesario que haya conversaciones y que las negociaciones involucren a todos los sectores que habiten el territorio de la Amazonía”, comentó el ambientalista, creyendo que la participación de todos facilitará la concreción de la verdadera paz en una región vital para la subsistencia en Colombia y gran parte del mundo.

A su manera de ver las cosas, si no se toman en cuenta los distintos sectores durante los procesos de negociación, “no se resolverá el problema de fondo jamás”. Y para lograr resultados verdaderamente favorables y evitar la debacle en la Amazonía, insiste en que haya participación activa del Gobierno Nacional, sociedad colombiana y actores armados que hacen vida delictiva en la región sur del país.

Causa común

La recuperación de la Amazonía ha sido prioridad de casi todos los gobiernos en las últimas décadas. Cada uno en su momento ha firmado acuerdos locales, pactos internacionales y urgido a las potencias que destinen recursos para frenar el deterioro del “pulmón más grande” del mundo.

Para no ir más lejos, en el gobierno Santos se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en donde la preservación del nodo amazónico es asunto central, por ser una de las principales trampas para atrapar dióxido de carbono. En la administración Duque se suscribió el llamado “Pacto de Leticia” por parte de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam para hacer frente a las diferentes causas de deforestación y los delitos ambientales. El actual Ejecutivo también tiene la causa de la Amazonía entre sus prioridades, e incluso, recientemente, en la visita de Gustavo Petro a la Casa Blanca, se avanzó un acuerdo de destinación de recursos al respecto.

Muchas de esas promesas han tenido una implementación a medias. Es allí en donde el nuevo senador aspira a empujar para que se concreten los acuerdos de protección, no solo de la naturaleza, sino de la población.