El discurso del presidente colombiano Gustavo Petro en la Asamblea General de la ONU, realizado el 24 de septiembre, abordó temas críticos sobre "el poder de la oligarquía global" y su impacto en los países que no comparten sus mismas ideologías.
En su intervención, Petro manifestó cómo este poder permite actos de violencia y destrucción en naciones como Líbano, Sudán y Gaza, donde mujeres, ancianos y niños sufren las consecuencias de conflictos bélicos. Según él, la oligarquía busca mostrar un "poder de destrucción" al 99% restante de la humanidad para mantener su dominio global.
El mandatario enfatizó que la situación actual es una "crisis de la vida", provocada por políticas que priorizan la guerra y el conflicto sobre el diálogo y la paz. Criticó las intervenciones militares y económicas que afectan a países que no se alinean con los intereses de las potencias dominantes, como Cuba y Venezuela.
"El poder oligarquía global es la que permite que se tiren bombas a las mujeres, ancianos y niños de países como Líbano, Sudán y Gaza. O se bloquen económicamente los países rebeldes que no encajan en su dominio como Cuba y Venezuela, porque necesitan mostrar un poder de destrucción al 99$ restante de la humanidad para que los dejen dirigir el poder del mundo", indicó.
En su tercera intervención ante la Asamblea General de la ONU, manifestó que los presidentes que piden que se cambie la deuda por acción climática, que se transforme la economía del mundo en pro de la vida y de la humanidad, no han sido escuchados por las minorías poderosas. “Es el poder de destrucción de la vida lo que da volumen a la voz en el recinto de las Naciones Unidas y congrega a la mayoría de sus representantes y delegados. No se escucha la voz de las naciones y pedimos unir el esfuerzo humano en pro de la existencia. Sin embargo, quizás ya no hablamos para que nos escuchen y dialoguemos con los presidentes del poder mundial, sino para que escuchen los pueblos del mundo”.
También expresó su descontento con los líderes mundiales actuales, afirmando: "Ya no le hablo a Biden, a Macron, o a Scholz, o a Xi Jinping, o a Putin". En lugar de dirigirse a estos líderes, Petro hablará a la población del mundo, con un enfoque más inclusivo y humanitario. De China, recogió la idea de un diálogo entre civilizaciones; de Europa, el concepto de un pacto social; de Estados Unidos, el amor por la democracia original; de Suramérica, su diversidad y el legado de Simón Bolívar; del África, los tambores que invitan a comunicarse con los espíritus de la naturaleza; y de Jesús, la idea del amor universal.
Petro argumentó que estas "fuentes civilizatorias" son esenciales para enfrentar lo que él considera la mayor batalla por la vida en la historia humana: una Revolución Mundial. Según él, debemos unir fuerzas y construir un "ejército" que defienda la vida y promueva un cambio radical en el sistema actual. En este contexto, enfatizó que "no es la hora de los gobiernos, sino la hora de los pueblos", instando a una acción colectiva para abordar los problemas globales.
Reacciones:
El director del Movimiento Salvación Nacional, Enrique Gómez, arremetió contra el discurso de Gustavo Petro en la ONU, calificándolo como un "refrito de ideas marxistas disfrazadas de progresismo", lo que consideró una vergüenza para el país.
El discurso de Petro en la ONU fue un refrito de ideas marxistas disfrazadas de progresismo ¡Que vergüenza!
— Enrique Gómez (@Enrique_GomezM) September 24, 2024
Por su parte, León Valencia, director de Pares Colombia, destacó la contundencia del discurso de Gustavo Petro en la ONU, donde criticó a los países ricos y poderosos por su actitud frente al genocidio en Gaza, su desidia ante el cambio climático y su indiferencia hacia las crecientes desigualdades globales. Valencia enfatizó que Petro "les ha cantado la tabla" a estos líderes, subrayando la necesidad de una respuesta más responsable y compasiva ante las crisis que afectan a la humanidad.
Petro en su ley les ha cantado la tabla a los países ricos y poderosos en la ONU por su actitud frente genocidio Israelí, por su desidia frente al cambio climático, por su indiferencia ante las graves desigualdades del mundo
— León Valencia (@LeonVaLenciaA) September 24, 2024