Recientemente la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una ley mediante la cual se establece la Reserva de Biósfera del Caribe nicaragüense. Ello motivó ayer una fuerte nota de protesta del Gobierno colombiano, que dijo que esta decisión unilateral no solo desconoce los requisitos y procedimientos internacionales para el reconocimiento de áreas de especial interés y protección ambiental, sino que lo asume como un intento de ese país de generar hechos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
En su nota de protesta, Colombia también rechazó que, "bajo el pretexto de una medida de protección ambiental y en contravía del derecho internacional, Nicaragua incluya y califique porciones del mar Caribe como si fueran parte de su territorio".
Vale recordar que este país centroamericano tiene dos demandas contra Colombia ante esta Corte: una, buscando se le reconozca una plataforma continental extendida más allá de las 200 millas náuticas, a la que alega tiene derecho; y, la otra, acerca de un supuesto incumplimiento por parte de Bogotá del fallo de 2012 que le entrega más de 90.000 kilómetros cuadrados de mar.
Se espera que la Corte Internacional de Justicia de La Haya lleve a cabo este año las audiencias respectivas, después de que en 2019 se presentaron los escritos por parte de Nicaragua dando sus argumentos, y de Colombia haciendo lo propio.
La Cancillería explicó en un comunicado que en nombre del Gobierno Nacional ayer “presentó ante Nicaragua su enérgica protesta frente a la ley aprobada recientemente por la Asamblea Nacional de ese país, mediante la cual se establece unilateralmente la llamada Reserva de Biósfera del Caribe nicaragüense”.
Agrega el Ministerio de Relaciones Exteriores que Colombia resalta que “esta medida de Nicaragua no cumple con los requisitos y procedimientos internacionales para el reconocimiento de áreas y lugares de especial interés y protección ambiental. Es una decisión unilateral de Nicaragua que desconoce la existencia y logros en términos de protección ambiental de la Reserva de Biósfera Seaflower, declarada como tal desde el año 2000 por la Unesco”.
Añade esta cartera que “la declaratoria representa un intento más por parte de Nicaragua de generar hechos ante la Corte Internacional de Justicia, con el objetivo de aparentar cumplimiento y respeto por las normas sobre derechos humanos y medio ambiente, pese a que ya es de amplio conocimiento por la comunidad internacional que las autoridades nicaragüenses son infractoras sistemáticas en estas materias”.
No obstante el Ministerio de Relaciones Exteriores aclara que esta decisión de Nicaragua es una medida interna de dicho país que no es oponible a terceros Estados como Colombia.
Además frente a este hecho el Gobierno de Colombia reiteró que no ahorrará esfuerzo alguno en la defensa ante instancias internacionales de los más altos intereses de la Nación, incluidos los derechos de los colombianos, entre ellos los de la población raizal y de todos los habitantes del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Finalmente señala el Gobierno “su disposición de adelantar un diálogo abierto con los Estados del Caribe suroccidental en aras de continuar adoptando los mejores estándares de protección y conservación de los espacios marítimos y los recursos de la Reserva de Biósfera Seaflower establecida en el marco de la Unesco.
La reserva
Seaflower fue declarada Reserva de la Biosfera en el año 2000 por el programa “Man and Biosphere” de la Unesco. Se encuentra ubicada en el Caribe Occidental y abarca la totalidad del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Tiene un área total de 180.000km2, de los cuales sólo 57km2 son terrestres, e incluye tres islas mayores (San Andrés, Providencia y Santa Catalina), siete islas cayo (Serrana, Serranilla, Albuquerque, Roncador, Quitasueño, Bajo Nuevo y Cayo del Este y Sudeste) y varios bajos y bancos.
La protección de la Reserva de Biosfera Seaflower ha permitido la conservación de especies claves y ecosistemas estratégicos. Seaflower contiene ecosistemas representativos de las regiones tropicales insulares, en especial extensos arrecifes coralinos, praderas de pastos marinos, manglares, playas, mar abierto y bosques secos tropicales, los cuales albergan puntos de alto endemismo. Seaflower hace parte del hotspot de arrecifes del Caribe Occidental y parte del hotspot del Caribe terrestre; la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo ha catalogado en su lista A de Latinoamérica y el Caribe como áreas potenciales de patrimonio de la humanidad.
De hecho, estos arrecifes coralinos ocupan aproximadamente un 5% del mar Caribe y el 76 % de los arrecifes de Colombia, y su alta biodiversidad puede evidenciarse en las más de 2.300 especies marinas que alberga.