Candente. Así se encuentra el escenario político en Medellín cuando está a punto de comenzar la campaña entre los partidarios y opositores de la propuesta de revocatoria del mandato al alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Dirigentes políticos, gremios y partidos se trenzan en duras polémicas al respecto, en un pulso que tiene eco no solo en la gobernabilidad de la capital antioqueña sino en la contienda proselitista por el Congreso y la Presidencia.

El propio mandatario ha salido a defender su gestión en entrevistas con varios medios de comunicación en las que dijo, por ejemplo, que "uno debe responder con resultados. No tenemos jefes políticos. En este primer año de gobierno bajaron los homicidios en un 50%. Medellín había renunciado a los grandes proyectos de ciudad. Antes habíamos perdido 65.000 empleos".

Uno de los temas más álgidos es el relacionado con Empresas Públicas de Medellín (EPM), que ha tenido cuatro gerentes desde que llegó Quintero a la Alcaldía y cuyo gobierno corporativo terminó imbuido en un pulso político y gremial.

De acuerdo al Alcalde, EPM "en el último año de nuestro gobierno aumentó sus utilidades en un 19%. En mercado nacional pasamos del 25 al 35%. Redujimos la exposición cambiaria, que estaba en 1.200 millones de dólares cuando la recibí. El camino de EPM siempre ha sido crecer".

Puntualmente sobre el proceso de revocatoria que impulsan distintas fuerzas políticas, como el uribismo, el mandatario expresó que “me avisan cuándo me revocan para dejar el cargo”, llamando la atención sobre que, según él, “las mayorías están con nosotros, de lejos”. Reiteró que "nosotros fuimos elegidos por una sociedad que está cambiando. La mayoría está con nosotros. La gente se da cuenta de lo que está pasando".

Contrapunteo

Pero como Quintero se defiende atacando, son muchos los sectores que le están replicando, sobre todo en cuanto al espinoso tema de EPM, que es el que más fuertes respuestas provocó. Sobre la polémica por los cuatro nombramientos en la Gerencia General en apenas 16 meses, el Alcalde manifestó que “a ninguno le va a gustar que yo ponga la persona, porque todos están en contra”.

Incluso planteó que entendía al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) "como un grupo no de empresas, sino de personas, que se tomaron el poder de unas empresas. Entonces empezaron a controlar EPM. Todo el mundo sabe que no importaba quién ganara, EPM se lo entregaban al GEA".

Relacionados: EPM recibe a su cuarto gerente general en 16 meses

Quintero anotó que "si les gusta tanto la política pues monten un partido político, presenten un programa de gobierno y presenten su agenda. Ellos tras bambalinas escogían quién era el gerente de EPM. Los alcaldes de la ciudad se habían convertido en socialités y en community managers del GEA, y eso es lo que explica también por qué aquí se unen el uribismo y el fajardismo, porque son financiados, organizados y coordinados por este grupo empresarial".

Como además señaló que varios dirigentes del GEA fueron a decirle quién debía ser el gerente de EPM, los presidentes de los grupos Argos, Jorge Mario Velásquez, y Nutresa, Carlos Ignacio Gallego, lo desmintieron.

Velásquez dio cuenta de dos reuniones de varios empresarios (incluidos él y Gallego) con Quintero el 7 de noviembre y el 12 de diciembre de 2019; en la primera el alcalde electo les pidió “posibles nombres de personas que consideráramos pudieran acompañarlo en su administración”, solicitud que atendieron en la segunda, proponiéndole varios posibles gerentes para EPM, pero insistiendo en que “contratar una firma cazatalentos sería ideal para el propósito”.

Tras rechazar que Quintero insinúe que esas recomendaciones tuvieran “intereses oscuros”, la cabeza de Argos señaló: “Nada más alejado de la verdad, nuestro único y genuino propósito era ayudarlo”.

También Gallego rememoró las dos charlas con Quintero, comentando que "no somos ni tenemos partido, ni candidato propio, como algunos erróneamente señalan".

Revocatoria

Más allá de que Quintero diga que se siente seguro de mantenerse en el cargo, la verdad es que enfrenta una oposición de peso, empezando por el exgobernador, exalcalde y candidato presidencial en ciernes, Sergio Fajardo.

Ante las recientes declaraciones del mandatario medellinense, Fajardo expresó que "EPM en un año y tres meses ha tenido cuatro gerentes nombrados por el señor alcalde. Hay una conducción de una ciudad que está al garete. La ciudad está pagando las consecuencias de un mal manejo".

Pero no son los únicos críticos peso pesado que tiene Quintero. El Centro Democrático y el expresidente Álvaro Uribe -a quienes derrotó en los comicios de 2019- todos los días lanzan duros dardos al mandatario.

Si bien el partido uribista no está metido formalmente en los comités promotores de la revocatoria, varias de sus figuras más sobresalientes sí lo hacen abiertamente, como es el caso del diputado Andrés Guerra, segundo en las elecciones para la Gobernación, quien declaró la semana pasada que “me dedicaré en los próximos 12 meses a la revocatoria”.

Pero no es solo el uribismo. En la propia izquierda son varios los sectores que acusan a Quintero de ser un ‘falso alternativo’. Tal es el caso de la exconcejal del Polo Democrático, Luz Marina Múnera, o los principales voceros en Antioquia del partido Dignidad (facción escindida del Polo), el representante Jorge Gómez, el diputado Luis Peláez y el excongresista Víctor Correa.

Le puede interesar: Pronunciamiento de Proantioquia contra Daniel Quintero

El asunto ha servido, incluso, para que al interior de la Alianza Verde (integrante de la coalición oficialista en el Concejo de Medellín) se den posiciones en uno u otro sentido.

Por ejemplo, uno de los precandidatos presidenciales verdes, el exgobernador nariñense Camilo Romero, aseguró que los ataques que recibe Quintero se deben a que “el uribismo, huérfano de poder en Medellín y pronto en Colombia, anda desatado”.

En la otra orilla, otro precandidato verde, el senador Iván Marulanda, de clara inclinación fajardista, ha dicho sobre Quintero que “es notable que está improvisando y es inepta la manera como está manejando la ciudad”.

Paradójicamente, ya desde comienzos de este año, el principal rival de Fajardo y los verdes, que le negaron la posibilidad de una coalición de centroizquierda de cara a las presidenciales de 2022, Gustavo Petro, había advertido que “Colombia Humana no participará en las revocatoria de los alcaldes de Medellín, Bogotá y Cúcuta. Extremistas y corruptos quieren recuperar lo que han perdido por el voto ciudadano”.

Protocolos

Entre tanto, la revocatoria de Quintero, como las de otros mandatarios locales, se enfrenta a que sean los mismos alcaldes los llamados por el Ministerio de Salud a garantizar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad para los comités promotores y procesos tan delicados, desde el punto de vista sanitario en medio de la pandemia, como la recolección de firmas.

Es más, la Registraduría ha procedido a preguntarles a los burgomaestres si se consideran impedidos “para ejercer el efectivo control y vigilancia de los protocolos de bioseguridad de los comités promotores de la revocatoria del mandato”, obviamente en su contra. Si la respuesta es negativa se procederá a entregar los formularios para la recolección de firmas, de lo contrario el tema tendrá que resolverlo la Procuraduría.

En el caso de Medellín ya dos de los comités promotores, “Medellín te Pertenece” y “Pacto por Medellín”, recusaron a Quintero, argumentando que el mandatario local se ha manifestado y expresado en diferentes medios en contra del proceso y de manera despectiva en contra de quienes lo promueven lo que no ofrece garantías.

Ediles

Por otra parte, el debate por la revocatoria ha llegado las Juntas Administradoras Locales (JAL) de Medellín, cuyos ediles son vistos por Quintero como pieza clave para impedir que la revocatoria obtenga el umbral.

En respuesta, el Centro Democrático comunicó que “el partido ha venido observando la interferencia permanente que la administración municipal viene realizando con nuestros 69 ediles de la ciudad, al tratar de cooptarlos con dádivas y ‘mermelada’ buscando apoyo para convalidar sus contratos a dedo y manipularlos”.

El uribismo advirtió que “en caso de evidenciar que alguno de nuestros ediles tiene comportamientos ‘enmermelados’ y contrarios a las posturas del partido sobre el actual régimen de Medellín, tomará las decisiones necesarias para que se respete con todo rigor y contundencia la coherencia y disciplina”.