MALESTAR CAUSÓ en Estados Unidos la postura del presidente Petro que ha sido crítico frente a Israel en el conflicto que se desató en la franja de Gaza, pero sin condenar el accionar terrorista del grupo palestino Hamás. Hay varios pronunciamientos del gobierno de Biden pidiendo rectificar. ¿Puede esta situación terminar afectando las relaciones de Colombia con esta potencia?, EL NUEVO SIGLO consultó la opinión de expertos.

Tras el ataque de Hamás con cohetes y la incursión de milicianos en suelo israelí, que cobró la vida de más de un millar de personas, Israel activó una operación militar en la franja de Gaza contra los cabecillas de este grupo radical.

Tras la defensiva de Israel, el presidente Petro hizo una serie de pronunciamientos en contra en la red social ‘X’. “Estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza”, publicó el mandatario.

El vocero adjunto del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Vedant Patel, dijo acerca de estas manifestaciones de Petro que “es increíblemente inapropiado estar comparando cualquier respuesta de nuestros aliados israelíes con el nazismo”.

Así mismo el pasado 12 de octubre, la Embajada de Estados Unidos en Bogotá compartió en la red social ‘X’ una publicación de una funcionaria del Departamento de Estado, la embajadora para el Monitoreo y Combate del Antisemitismo, Deborah Lipstadt.

“Le solicitamos que condene a Hamás, una organización designada como terrorista, por los crueles asesinatos de hombres, mujeres y niños israelíes”, señaló Lipstadt.

Igualmente, Juan González, asesor para América Latina del presidente Joe Biden, dijo ayer a Noticias Caracol la posición de la Casa Blanca sobre las palabras del presidente Petro.

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“Nosotros rechazamos este tipo de comentarios, aquí tenemos que reconocer en primer lugar la humanidad y la dignidad de las personas y los civiles de ambos lados, esa vida se tiene que respetar. Y no ayuda cuando usamos ese tipo de lenguaje para hablar sobre un conflicto serio, largo, complicado. Israel tiene el derecho de existir, las vidas civiles israelíes tienen el mismo valor, lo mismo con los palestinos”, dijo.

De la misma manera, varios congresistas norteamericanos han deplorado la postura del presidente Petro en este caso. La republicana por La Florida María Elvira Salazar, mencionó que “sus comentarios incendiarios sobre Israel representan un peligro inmediato para los más de 20.000 judíos en el país”.

En tanto que el senador Marco Rubio expresó que “la postura del Gobierno colombiano tras el ataque injustificado contra Israel por parte de los terroristas de Hamás ha sido vergonzosa. Tanto el presidente Petro, como el ministro de Relaciones Exteriores, Leyva, le están causando un gran daño a los lazos de su nación con Israel al difundir propaganda anti-israelí”.

Mientras que el representante Carlos Giménez dijo que “además de ser socialista, narcoterrorista, incompetente y corrupto, el presidente Petro se ha declarado abiertamente anti-semita”.

Como era de esperar la posición del presidente Petro fue rechazada por el gobierno israelí, que incluso llamó a la embajadora Margarita Manjarréz para expresar su voz de protesta. Además, este país anunció la suspensión de la cooperación militar con Colombia.

En este pico caliente de la controversia, Petro dijo que si es necesario se suspendería la relación diplomática con Israel.

Aquí surge un elemento para tener en cuenta sobre las eventuales consecuencias que podría traer a Colombia un ahondamiento de la controversia con la nación hebrea, y es que el Departamento de Estado contempla entre sus normas que Estados Unidos debe suspender la cooperación militar a países que sean seriamente contrarios a sus grandes aliados. Como se sabe, Israel es uno de los principales socios en el mundo de la potencia norteamericana.

¿Se afectará la relación?

Luis Fernando Vargas Alzate, directivo de Redintercol (Red Colombiana de Relaciones Internacionales), comentó que “este es un paso en contravía de lo que tradicionalmente Colombia ha tenido definido en función de su política exterior frente a los Estados Unidos. Por tradición Colombia ha sido muy alineada a lo que Washington traza, porque la tradición es que Colombia no ha tenido gobiernos de las características del actual. Con Petro tenemos un gobierno que puede considerarse inédito, y ello nos pone un poco a ir en contravía de lo que es la tradición de la bilateralidad con Estados Unidos”.

Agregó que un eventual recrudecimiento del enfrentamiento entre Colombia e Israel por el conflicto en Gaza, “a mediano plazo puede haber unos efectos que son muy negativos para esa relación bilateral con Estados Unidos”.

Vargas Alzate consideró que un eventual rompimiento de las relaciones con Israel, “no creo que llegue al punto de considerar a Colombia enemigo, pero sí dejar de considerarlo un aliado. Es decir, se pierde algo que se ha ganado durante mucho tiempo, esa relación de Colombia e Israel gradualmente se fue haciendo muy sólida”.

Entre tanto, Carlos Patiño, profesor titular Universidad Nacional de Colombia, dijo que “hasta ahora este asunto se ha mantenido en un nivel discursivo y no ha habido todavía actos concretos, pero la verdad es que si llega a haber actos concretos, por ejemplo, de suspensión o corte de relaciones con Israel o de cambiarse una especie de alineación geopolítica, esto sí puede tener una afectación sobre las relaciones de Colombia con Estados Unidos, y esto implicaría no solo la suspensión de la cooperación y los intercambios con Israel en términos de seguridad, incluso económico y todo lo demás, sino que esto implicaría una especie de confrontación muy seria con respecto a lo que tiene que ver en términos de seguridad con Estados Unidos y el apoyo geopolítico y militar”.

Mientras que Vicente Torrijos, profesor de ciencia política y relaciones internacionales, dijo que “hay que entender que tanto Israel como Colombia, guardadas las proporciones, son aliados esenciales para Estados Unidos”.

Añadió que “los Estados Unidos han expresado frecuentemente que puede haber discrepancias, diferencias de enfoque en materia de política internacional con un Gobierno como el de Colombia, pero que eso no necesariamente implicará que se vean alteradas las relaciones”.

Agregó Torrijos que Colombia para Estados Unidos es un socio fundamental en la región, sin embargo, “hay que preguntarse cuál es el grado de tolerancia ante las desviaciones que un aliado como Estados Unidos maneja”.