SU PREOCUPACIÓN volvió a manifestar Estados Unidos por la gran extensión de cultivos ilícitos en Colombia, que han venido creciendo de forma sostenida desde el año 2015, pero que podría dispararse por la decisión del Gobierno de restar protagonismo a la erradicación forzada por enfocarse en la sustitución voluntaria. Esta semana el embajador Francisco Palmieri estimó que podrían estar en 250.000 hectáreas, al tiempo que advirtió que esto es una amenaza para el país y la comunidad internacional.
Palmieri hizo estas declaraciones en un foro de la AmCham, la Cámara de Comercio Colombo Americana, en el que también participó de forma virtual el embajador de Colombia en Washington, Luis Gilberto Murillo. Evento que se centró en los retos para la agenda y la relación entre Colombia y Estados Unidos para este año.
“Tenemos que reconocer que hubo 250.000 hectáreas de coca bajo cultivo, representa una amenaza, no solamente a la comunidad internacional, sino también internamente al país”, dijo el embajador norteamericano. Añadió que “es preocupante la cantidad de hectáreas y tenemos que buscar la manera de arrancar ese esfuerzo porque es mucho en el país en este momento”.
Dijo que “tenemos que buscar la manera de avanzar con programas de sustitución”. Además, agregó que “se puede realizar el tipo de sustitución y dar otros beneficios a esa gente en las zonas más rurales del país para que dejen la coca”.
Por su parte, el embajador Murillo destacó en su participación los logros de la política antidrogas de este Gobierno. “Casi 750 toneladas incautadas, pero, además, está mostrando resultados muy importantes en lo que tiene que ver con la destrucción de laboratorios. Y se han hecho unas inversiones iniciales de cerca de un billón de pesos”.
Murillo resaltó que “hay un nuevo abordaje en la erradicación de cultivos ilícitos de coca, enfocándose en acuerdos con las comunidades”.
De igual forma, el pasado fin de semana, el director de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de la Embajada de Estados Unidos, Kevin Thomas Murakami, dijo a EL NUEVO SIGLO que “la erradicación es una de las muchas herramientas en la lucha contra el narcotráfico y creemos que toda la estrategia contra ese flagelo debe tener varios aspectos, no solo la erradicación, sino la interdicción, la seguridad, el desarrollo rural y la lucha contra los crímenes del medioambiente”.
Añadió el funcionario estadounidense que “la erradicación sigue siendo una herramienta muy importante, especialmente, considerando que el Gobierno de Colombia tiene el objetivo de reducir los cultivos de coca en un 40% antes del 2026. Mi embajador ha hablado sobre esta decisión y creemos que el Gobierno de Colombia debería aumentar el objetivo de erradicación de los cultivos de coca”.
Indicó que “le hemos dicho al Gobierno de Colombia que debe hacer erradicación forzosa en los parques nacionales naturales, porque ninguna persona debe estar sembrando estos cultivos ilegales en estas zonas protegidas”.
Los reportes
Las más recientes cifras sobre cultivos ilícitos en Colombia las dio en septiembre pasado el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), que mostró que crecieron un 13%, al pasar de 204.000 hectáreas en el 2021 a 230.000 hectáreas en el año 2022.
El estudio también indicó que “la producción potencial de clorhidrato de cocaína llegó a 1.738 toneladas métricas, manteniendo la tendencia al incremento que viene consolidándose desde 2013”.
Putumayo es el departamento con el mayor aumento de cultivos ilícitos en 2022; mientras en municipios, Tibú (Norte de Santander) ocupa el primer lugar con cerca de 22.000 hectáreas, una relativa estabilidad frente a 2021.
Tumaco (Nariño) y Puerto Asís (Putumayo) le siguen a Tibú en área de coca. En conjunto aumentaron su área con coca en más de 6.500 hectáreas con respecto al 2021.
El informe Simci da cuenta, además, que el 49% de la coca se localiza en zonas de manejo especial: 19% en tierras de comunidades negras; 15% en reservas forestales; 10% en resguardos indígenas; y 5% en parques nacionales naturales.
El 44 % de la producción potencial de hoja de coca proviene de enclaves productivos que ocupan el 14% del territorio donde se siembra. Los enclaves son territorios que han presentado concentración de cultivos de coca altamente significativa y persistente en los últimos cuatro años, dice la agencia de Naciones Unidas.
En los 15 enclaves productivos el área cultivada con coca incrementó un 5%, respecto a 2021. Advierte el estudio que entre los límites del Cauca y Valle del Cauca se conformó un nuevo enclave con 1.436 hectáreas, que por su ubicación se denomina Timba-Jamundí-Buenos Aires.
En el Catatumbo está el enclave con mayor área de coca. Registra cerca de 28.000 hectáreas; representa el 30% del total de los enclaves y el 12% del total de los cultivos que hay a nivel nacional.
Señala el documento del Simci que la producción potencial de hoja de coca fresca alcanzó 1.410.600 toneladas, que representan un alza del 24% frente a 2021.
El reporte de monitoreo de cultivos de coca en Colombia es el resultado de una alianza de 23 años entre el Gobierno nacional y Unodc.
Cabe anotar que el estudio Simci es el único con el que cuenta Colombia y la comunidad internacional que está pendiente de lo que sucede en el país con los cultivos ilícitos, pues se mantiene como el primer productor mundial de hoja de coca, después de que la Casa Blanca de Estados Unidos, específicamente de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas (Ondcp), anunció el año pasado que suspende la realización del monitoreo a los cocales, entre otras razones, porque quiere centrar sus esfuerzos en otras distintas a la cocaína que están afectando gravemente a su población como el fentanilo, tanto que anualmente cobra la vida de unas 100.000 personas.
Un informe del Ministerio de Defensa reveló que, en enero de 2023, no se erradicó una sola hectárea de cultivos ilícitos en el país. La meta fijada para ese año era la destrucción de 20.000 hectáreas, que se cumplió pues se reportó 20.233 hectáreas.
Sin embargo, esta meta es baja porque en 2022 en el gobierno Duque era de 50.000 hectáreas, aunque se logró superar hasta las 68 mil hectáreas erradicadas de hoja de coca.