Dice un viejo y conocido refrán atribuido a los gobernados por el emperador Julio César en el siglo I antes de Cristo que “Todos los caminos conducen a Roma”.
Con este dicho popular, que ha hecho carrera a lo largo de la historia, se quería significar que los más de 400 caminos de la época -que algunos historiadores calcularon en más de 8.500 kilómetros de extensión- conectaban indefectiblemente a la capital del imperio con todas sus provincias.
Y ese símil parece ser el mismo que hoy está utilizando el país político para interpretar la reunión que por cerca de una hora sostuvieron en la propia Casa de Nariño el presidente Iván Duque con Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, hijos del expresidente y jefe natural del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez.
La versión oficial del encuentro, es decir la dada por Víctor Muñoz, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, es que los dos delfines del uribismo asistieron a Palacio “como empresarios y ciudadanos preocupados por la reforma tributaria”.
Muñoz, uno de los asesores más cercanos al primer mandatario, dijo que en la conversación “se despejaron dudas y se escucharon observaciones” respecto del proyecto denominado de “Transformación Social Sostenible”, que debe llegar esta semana al Congreso.
Obviamente, el funcionario no le dio la trascendencia que sí ha tenido para el país político el encuentro de Tomás Uribe con Duque, pues es sabido que diferentes sectores del uribismo le han pedido que encabece una lista al Senado o, incluso, se lance a la Presidencia de la República.
Como se sabe, el exmandatario no volverá a liderar la plancha en 2022, como sí lo hizo en 2014 y 2018, cuando su partido fue el de más escaños en el Senado, ya que renunció a su curul en agosto pasado para forzar a que un proceso penal en su contra pasara de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía. Si el exmandatario, que obtuvo 875 mil votos en los comicios de 2018 y 525 mil votos más por la lista que él encabezada, vuelve a salir elegido, los procesos volverían a jurisdicción del alto tribunal, en donde él considera que no tiene suficientes garantías de debido proceso.
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“Esta no es la primera ni la última reunión que tendremos. (En la Casa de Nariño) hemos sostenido más de 27 reuniones con diferentes gremios y empresarios escuchando las mismas inquietudes” sobre la reforma fiscal, reiteró Muñoz.
Pero el politólogo John Mario González considera que “no es creíble” la versión de Muñoz de que Tomás Uribe asistió al palacio presidencial “como simple ciudadano” y se preguntó si cualquier otro colombiano tendrá esa misma posibilidad. Y en calidad de empresario “tampoco es que convenza de a mucho”, agrega González, recordando que hasta el momento Duque no se ha reunido en la Casa de Nariño con ningún gremio para analizar la reforma fiscal que se avecina.
Sin embargo, otra interpretación se desprende de lo dicho ayer a La W por la senadora María Fernanda Cabal, quien aseguró que Tomás Uribe si bien es un reconocido empresario asistió al encuentro con el mandatario en calidad de “delegatario” de la bancada del Centro Democrático.
Dijo la congresista que los miembros de ese partido tienen un grupo de WhatsApp en el que se comparte información relevante sobre la colectividad. Y fue justamente por ese canal de comunicación que Tomás Uribe les transmitió las conclusiones del encuentro.
“Total disposición del Gobierno nacional a acoger e impulsar durante el trámite de la ley propuestas de austeridad viables. Asimismo, a que el partido capitalice como logro el congelamiento de nómina por 10 años, que trae ahorro de $11 billones”, escribió Tomás en el grupo de WhatsApp, según trascendió.
En otro aparte, el hijo del exmandatario les dijo a los miembros de su bancada que el presidente Duque les pide que “canalicemos opiniones y propuestas de manera constructiva y coordinada con el Gobierno. Creo que tienen toda la razón”. Y cerró su mensaje con esta frase: “El éxito del gobierno es el del CD”.
¿Cuál es el rol?
Ahora, lo claro es que si bien el hijo mayor del expresidente Uribe ocupa un cargo directivo en el Centro Democrático, no es el jefe de la bancada ni se le había visto siendo vocero en otras interacciones con el Ejecutivo.
Aun así, según la senadora Cabal, Tomás Uribe “nos genera tranquilidad”, aunque aseguró que por ahora “no lo veo” como candidato en las próximas elecciones.
En cambio, la parlamentaria sí consideró que para evitar ese tipo de situación “el presidente Duque debería reunirse con la bancada del partido para no tener que usar a nadie”.
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A Cabal no le falta razón. De hecho, ayer la bancada del Centro Democrático se reunió para analizar el mensaje que les transmitió Tomás Uribe sobre lo que busca el Gobierno con el proyecto más importante para lo que resta de su mandato.
Es claro hasta ahora que aunque opera la ley de bancadas y que el Centro Democrático votará según lo determine su jefe natural, hay voces disonantes que han criticado varios alcances de la iniciativa impositiva, cuyo articulado sigue sin conocerse.
De hecho, el propio expresidente Álvaro Uribe ha insistido en que el Gobierno debe ser más audaz en recortar el gasto de funcionamiento, idea que ayer el propio Duque acogió, señalando que está de acuerdo con la propuesta de congelar la nómina por una década. También aclaró que productos como el azúcar, la sal o el chocolate no serán gravados con el IVA, una afirmación del Viceministro de Hacienda que generó gran oposición en todos los partidos, empezando por el propio uribismo.
¿Candidato a qué?
Otro detalle de la reunión de los Uribe con el presidente Duque es que asistió el ministro de la política, Daniel Palacios, pero ningún delegado del Ministerio de Hacienda, cuya presencia allí sería más que natural para explicar los alcances del proyecto de reforma fiscal.
“Claro, es normal que Tomás Uribe haya sido atendido directamente por el Presidente de la República porque es el hijo de su jefe político, el expresidente Uribe”, sostiene el analista González.
Mientras, otro experto, el catedrático Ancízar Marroquín, del Centro de Altos Estudios de Administración Pública, prevé que pudo haber más razones en la visita de Uribe a la sede presidencial porque “el Ministro de Hacienda está urgido de la aprobación de la reforma, y tiene que asegurar los votos de su bancada”.
No obstante, los dos expertos coinciden en que si la reunión trascendió a los medios es porque se quiere enviar un mensaje claro: el lanzamiento oficial de Tomás Uribe al mundo de la política.
“Lo que están es evaluando qué tanto el proyecto de reforma fiscal incidirá en las elecciones a Senado”, prevé Marroquín, mientras González advierte que el Centro Democrático “tiene una necesidad muy grande de definir su cabeza de lista al Senado. No olvidemos que gran parte de los ciudadanos votan por Uribe, no por sus senadores”.
Así las cosas, y tal como decían los antiguos romanos, “todos los caminos conducen a Roma”.
DESTACADO: “Si la reunión en Palacio trascendió, es porque se quiere enviar un mensaje claro: el lanzamiento oficial de Tomás Uribe al mundo de la política”: expertos.