La visita oficial esta semana a Colombia del Príncipe Carlos de Inglaterra, en compañía de su esposa Camila, Duquesa de Cornualles, revalidó una vez más la fortaleza de la relación entre nuestro país y Gran Bretaña.
El hijo mayor de la Reina Isabel II y, por ende, heredero a la corona inglesa tuvo una agenda muy apretada en la que participó de actos protocolarios con el presidente Juan Manuel Santos y la plana mayor del gobierno colombiano. Estuvo en la Feria Orgánica y de Sostenibilidad e igualmente en un evento ecuestre. Asistió a la celebración de los 75 años del Consejo Británico en Colombia así como a un encuentro con personas víctimas de la violencia, en el Centro de Memoria Histórica. Allí su alteza real dio su apoyo al proceso de paz que se está adelantando. Igualmente recorrió el emblemático río Caño Cristales, considerado el “río más lindo del mundo”. También visitó la Serranía de La Macarena y el Parque de Chiribiquete, una de las causas ambientales que el gobierno inglés apoya en Colombia. Luego viajó a Cartagena, en donde visitó a la Guardia Costera y al Buque HMS Argyll. Igualmente asistió a la conferencia “La Salud de los Océanos”, en el Museo Naval.
El Príncipe Carlos se destacó, una vez más, por su calidad humana, el conocimiento profundo de temas ambientales y de adaptación al cambio climático. Mostró especial interés por la forma en que avanza el proceso de búsqueda de una salida negociada al conflicto interno, así como en la necesidad de fortalecer la integración de Colombia y el Reino Unido.
Es claro que su alteza real pudo apreciar la modernidad de un país que no visitaba hace cuarenta años, desde cuando realizaba un curso naval en un barco de la Real Armada Británica.