'BOOM' DEL REBUSQUE. Un dirigente empresarial les dijo a varios periodistas, a los que invitó para un almuerzo de despedida del año, el jueves pasado, que si hoy la informalidad laboral se encuentra en el 55 % es muy posible que con el aumento autorizado en el salario mínimo para 2025 y lo que implica el proyecto de reforma laboral que está en trámite en el Congreso ese indicador se trepe cerca del 58 % en menos de un año y medio. Esto bajo la tesis de que se aproxima un 'boom' del llamado “rebusque”, es decir, modalidades de trabajo en donde la persona se emplea a destajo, sin ningún tipo de contrato laboral ni de cobertura de los servicios de seguridad social.
TANTO O MÁS FUERTE. El relevo en la cúpula del Consejo Nacional Gremial, a partir de este 1° de enero, con la salida del presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, y la llegada a esa dignidad del presidente de Andesco, Camilo Sánchez, no cae muy bien a las altas esferas gubernamentales. De hecho, allí se considera que el exsenador liberal cundinamarqués tiene un tono tanto o más crítico que su antecesor. Para algunos altos funcionarios, Sánchez en la presidencia del Consejo Gremial podría ser una piedra en el zapato para la posibilidad de que el Ejecutivo presente en el primer semestre el proyecto de reforma a la ley de servicios públicos. Como se sabe, el presidente de Andesco no solo es un conocedor a fondo de este tema, sino que ha sido constante contradictor de los ministros del equipo de gobierno que tienen que ver con asuntos tarifarios y de regulación de energía, agua, alcantarillado, gas y otros.
“COMO SANTO TOMÁS”. La polémica entre el titular del Ministerio de Minas y Energía, Andrés Camacho, y los gremios de sector gasífero en torno al volumen de importaciones de este combustible para suplir las deficiencias de la producción local –lo que ya está llevando a encarecer las tarifas a los hogares–, ha llegado al punto de que algunos de los empresarios sostienen que con el alto funcionario tocará proceder como en el caso de Santo Tomás, a quien se le asocia con el refrán popular de “hasta no ver, no creer”. Es decir, que tocaría llevar a Camacho una vez por semana a los puertos para que certifique personalmente la cantidad de gas que se está importando y que ya no dude de esta realidad, como lo ha venido haciendo.
MÁS EXPLICACIONES QUE PROCLAMAS. Consultando a varios analistas políticos sobre lo que podría ser el panorama político para 2025, uno de los más experimentados, quien pidió la reserva de su nombre por cuanto no tenía aval de la universidad en donde trabaja para conceder entrevistas, indicó que, de entrada, la actividad proselitista más difícil les tocará al petrismo y demás sectores de izquierda, pues tendrán que recorrer el país con un discurso en donde primarán las explicaciones sobre por qué no aterrizó todo lo que se prometió en la campaña 2022, más que centrarse en promesas para el 2026 en adelante. Previó un petrismo a la defensiva y dijo que hacer “campaña a la defensiva no solo es más complicado, porque exige un alto nivel de poder de convencimiento para impactar a una ciudadanía desconfiada, sino porque el antipetrismo se centrará en un discurso más básico, directo y efectista: asustar a la opinión pública sobre los riesgos que correría el país si hay continuismo de la izquierda.