Conatos de rebelión

En medio de los conclaves partidistas de martes y miércoles para decidir qué camino cogían frente al escándalo de la Reforma Judicial (hundida finalmente el jueves), hubo voces muy críticas contra el presidente Santos y su Gobierno. Incluso, en medio de las acaloradas discusiones al interior de las bancadas se alcanzaron a escuchar algunas voces que planteaban la posibilidad de que la colectividad a que pertenecían se retirara de la coalición de Unidad Nacional.

Amenaza de escisión

Según uno de los congresistas, que pidió mantener su nombre así como el de su partido en reserva, “… la discusión llegó al punto de que algunos de los parlamentarios amenazaron con armar disidencia y toldo aparte, para crear un nuevo partido que reuniera a todos los senadores y representantes que estaban siendo señalados por la prensa y distintos sectores de la opinión nacional como los responsables de los micos en la reforma judicial…”.

Ir a Palacio…

Según la misma fuente, hubo incluso quienes plantearon que la coalición de Unidad Nacional debería exigirle al propio presidente Santos que viniera al Congreso a ponerle el pecho al escándalo, bajo la tesis de que la reforma había sido presentada por el Ejecutivo y los ministros de Justicia e Interior sabían lo que estaba aprobándose… “Otros dijeron que los presidentes de los partidos deberían trasladarse a la Casa de Nariño para reunirse con Santos y, en las escalinatas (de la sede presidencial) emitir un comunicado conjunto o se diera una rueda de prensa en donde se aceptaba un mea culpa mutuo, de forma tal que el agua sucia no le cayera sólo al Congreso”, precisó el parlamentario consultado.  

En limpio

Y siguiendo con los ecos de la sepultada reforma a la Justicia, se sabe que en la cúpula judicial también hay resquemores, pues algunos magistrados consideran que el presidente del Consejo de Estado, Gustavo Gómez, fue el único que sacó la cara al salir a criticar abiertamente el controvertido acto legislativo, mientras que la imagen que quedó en la opinión pública era que el resto de las altas Cortes y de los magistrados guardaban una especie de “silencio cómplice”. Según fuentes del Palacio de Justicia, algunos magistrados no se pronunciaron simple y llanamente porque no querían inhabilitarse ni ser recusados en los procesos que llevaban respecto de congresistas.

Motivo silbatina

Una alta fuente de la Casa de Nariño indicó que la silbatina que soportó el presidente Santos el jueves en la noche al llegar al Campus Party en Bogotá, no tenía que ver con el escándalo de la reforma a la Justicia sino que fue motivada por los críticos de los intentos del Gobierno para hacer respetar los derechos de autor y la propiedad intelectual en Internet, que, como se sabe, se trató de reglamentar a través de el hundido proyecto que se conoció como “la Ley Lleras” y una de las iniciativas dentro del paquete de leyes aprobadas en abril en torno de la implementación del TLC con Estados Unidos.

Un turno atrás

En las toldas del liberalismo se afirma que la ‘descachada’ del saliente presidente de la Cámara y jefe único de la colectividad, Simón Gaviria, bien le pudo costar perder un turno de cuatro años en su eventual aspiración presidencial para 2018…