Aunque en la bancada parlamentaria de Cambio Radical ya hay un principio de acuerdo para que se instituya una dirección colegiada en la colectividad, algunos congresistas sostienen, en privado, que la entrada al gobierno del saliente jefe único, Carlos Fernando Galán, no parece, a la luz de los nuevos movimientos en las cúpulas partidistas, lo más conveniente. Sostienen que con Simón Gaviria como jefe único del liberalismo, a Cambio le habría convenido tener al frente a un dirigente joven, de ‘vena’ política y buena imagen como Galán, ya que una dirección colegiada no transmite la sensación de renovación y liderazgo que las toldas rojas quieren comunicar con la escogencia del hoy presidente de la Cámara de Representantes.
Costo de fidelidad
Y hablando de Gaviria, un exfuncionario muy cercano al exalcalde Enrique Peñalosa dijo esta semana que muchas veces la fidelidad “cuesta caro”. Pidiendo la reserva de su nombre para no “herir susceptibilidades”, el exfuncionario afirmó que “cuando el liberalismo empezó a coquetear a Gaviria y (David) Luna, que hacían parte del movimiento peñalosista Por el país que queremos, muchos los criticamos pues pensábamos que no era justo que abandonaran el barco peñalosista que los había llevado muy jóvenes al Congreso… Sin embargo, hoy Gaviria es presidente de la Cámara y jefe único liberal, mientras que Luna ya fue candidato a la Alcaldía de Bogotá y ahora es viceministro de Trabajo, mientras que muchos peñalosistas fieles quedamos en el asfalto laboral y sin mayor peso político en el Partido Verde”.
‘Soqueo’ verde
Y hablando de los verdes, en sus toldas hay quienes afirman que el partido está atravesando una especie de “adormilamiento” político, distinto a lo que ocurre en otras colectividades que ya empiezan a recomponer sus cúpulas y definir nortes de acción a corto y mediano plazo. Acudiendo al lenguaje metafórico un excandidato ‘quemado’ de los verdes en las elecciones regionales, dijo que al partido le estaba faltando lo que se le hace cada tanto a las matas de café: “soquearlo”. También se está urgiendo desde varios sectores al vocero de los verdes, Luis Eduardo Garzón, que sea más activo pues poco se sabe en los medios de la postura partidista en temas tan claves como la reforma judicial, el invierno o los debates en torno de los hechos de paz o de guerra.
Al oído de Piedad
Aunque públicamente poco ha trascendido, se sabe que en el interior del grupo no gubernamental Colombianos y Colombianas por la Paz siguen las diferencias respecto del papel jugado por la exsenadora Piedad Córdoba en las últimas semanas y las controversias que protagonizó acerca del asesinato a manos de las Farc de cuatro militares y policías secuestrados en las selvas del Caquetá. Hay quienes, en privado, consideran que ante el anuncio de la guerrilla de disposición a liberar a algunos de los plagiados que aún mantiene con vida, Córdoba debería dar un paso al costado y dejar que otros voceros de CCP se encarguen del proceso, pues está claro que la exsenadora no tiene ahora un buen recibo en las instancias gubernamentales, que son claves para autorizar el respectivo operativo humanitario.
‘Vaca’ automotriz
La controversia en el Congreso en torno de que no hay automotores para los senadores y representantes está llegando a tal punto que, incluso, en un almuerzo esta semana en Bogotá entre varios de los principales líderes industriales y comerciales del país, se llegó a contemplar, medio en serio y medio en broma, una especie de ‘vaca’ en el sector privado para “donar” el parque de camionetas blindadas al Parlamento y con ello no solo garantizar la seguridad de los “padres de la Patria” sino que se concentren en sacar avante varios proyectos económicos claves agendados para el segundo tramo de la legislatura, a partir de marzo próximo.