La noticia de que la senadora del Partido Verde Gilma Jiménez aspiraría a la Alcaldía de Bogotá abre varios escenarios. De un lado, que si la parlamentaria, reconocida peñalosista, admitió ante periodistas que le gustaría postular para ocupar el Palacio Liévano es porque su jefe político, el ex alcalde y dos veces derrotado en la puja por volver al cargo, ya prácticamente habría descartado intentar regir otra vez los destinos de los bogotanos. Peñalosa, recién la derrota de octubre pasado frente a Gustavo Petro, había dado luces de querer retirarse de la política activa y lo afirmado por Jiménez podría ser una evidencia de que, al menos en cuanto a Bogotá, él ya no insistiría más.
Ahora bien, la posibilidad de que Jiménez esté pensando en una eventual candidatura a la Alcaldía en octubre de 2015 bien podría significar un golpe devastador para la intención de algunos parlamentarios y dirigentes del Partido Verde por abonar el terreno para un regreso a la colectividad del ex alcalde y ex candidato presidencial Antanas Mockus. Como se sabe la idea fue planteada a comienzos de noviembre y, dado que todavía estaban abiertas las heridas dejadas por la derrota electoral de Peñalosa, recibió un portazo de las directivas de los verdes, pero sus impulsores indicaron que esperarían algún tiempo a que bajara la hipersensibilidad política y ya con cabeza fría analizaran las ventajas de ‘reclutar’ de nuevo a Mockus, quien, como se sabe, se salió del Partido a mediados del año pasado en protesta por la alianza verde-uribista.
Jiménez, según analistas, tiene a su favor algunos aspectos en caso de querer competir en los verdes por el tiquete para la Alcaldía. De un lado, es una dirigente hecha políticamente en la Capital del país, al punto que saltó del Concejo al Senado, logrando la más alta votación en las parlamentarias de marzo de 2010. Así mismo, la campaña que ha liderado contra los delitos cometidos contra los menores de edad le ha dado una trascendencia política y mediática muy sustancial, sobre todo en Bogotá, en donde es reconocida como la “Senadora de los niños”. Además, su periodo en el Congreso terminaría en junio de 2014, es decir que no se inhabilitaría para acabar su senaturía y salir a campaña para el Palacio Liévano, que tendría la cita en las urnas 15 meses después.
Un grupo de expertos juristas está preparando una especie de marco general de defensa para los ex gobernadores y ex alcaldes que están en la mira de las autoridades para establecer si actuaron con la suficiente diligencia y transparencia en la planificación y ejecución de las obras de mitigación invernal. Según trascendió, el grupo de penalistas y expertos en procesos disciplinarios y fiscales considera que, aunque cada caso es individual y tiene sus propias particularidades, hay cánones legales y administrativos generales que pueden servir de base jurídica para defender a los ex mandatarios regionales y locales.
El primer Consejo de Ministros del año en la Casa de Nariño será la próxima semana y allí no sólo harán un repaso de las prioridades y agendas a corto, mediano y largo plazos en cada una de las carteras, sino que también dejaría en claro que, al menos en el primer semestre de 2012, no habrá cambios en la nómina del gabinete.