Las declaraciones del presidente Santos en Londres en torno de la posibilidad o no de aspirar a la reelección levantaron una gran polvareda política, dejando en segundo plano otras afirmaciones del Jefe de Estado. Por ejemplo, a varios parlamentarios y dirigentes uribistas de primera línea les cayó muy mal que Santos haya indicado que “… no tendría el mismo problema que mi predecesor que tuvo que cambiar la Constitución, sería el primer presidente que no tendría que cambiar la Constitución a mi favor”. Para un ex alto funcionario uribista, que habló a condición de no revelar su identidad, “la frase no me parece gratuita sino que trae implícito veneno, pese a que el propio Santos fue activo impulsor de la reelección de Uribe”.

 

Quisquillosidades (II)

Pero no fue esa la única afirmación que levantó ampolla entre los uribistas más radicales. También causaron escozor otras declaraciones presidenciales según las cuales “por fortuna ya la agenda nuestra en materia de política exterior ha cambiado sustancialmente. Ese es uno de los grandes progresos que hemos hecho y Colombia ya está comenzando a ser cada vez más respetada, cada vez más admirada”. Obviamente en ambos pronunciamientos, los uribistas, que siempre andan muy prevenidos con todo lo que dice Santos, temen que pudo haber críticas veladas al anterior gobierno.

 

Quisquillosidades (III)

Un periodista de este diario habló con una alta fuente gubernamental respecto a la ‘inquietud’ uribista. Sin embargo, el consultado dijo que había una sensibilidad extrema en los partidarios del ex mandatario, pues en las mismas declaraciones de Santos en Londres quedó claro que no se refería al pasado reciente, sino a la agenda que centraba las relaciones entre Colombia e Inglaterra hace 20 ó 30 años, cuando sólo se centraba en temas relacionados con el narcotráfico, la violación de derechos humanos, el secuestro y violencia en general. Vea pues.

 

Traba a Zuluaga (I)

Para algunos observadores políticos las declaraciones del senador Juan Carlos Vélez, uribista de primera línea, respecto de que el ex presidente Álvaro Uribe podría impulsar en 2014 su propio candidato a la Casa de Nariño, y que éste bien podría ser el ex ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, prácticamente acabaron con algunas proyecciones que se estaban haciendo en los corrillos sobre el futuro del dirigente caldense, a quien, dicho sea de paso, no le fue muy bien en las elecciones regionales y locales en su departamento.

 

Traba a Zuluaga (II)

Como se sabe, el nombre de Zuluaga ha sonado en algunos corrillos como eventual ministro, sobre todo después de que salió de la cartera de Defensa, Rodrigo Rivera, que sin duda era considerado como la carta más uribista en el gabinete. ¿Nombraría Santos ministro a alguien que eventualmente sería su rival político en caso de que aspire a la reelección presidencial? Igualmente, a Zuluaga se le ha mencionado como posible reemplazo de Juan Lozano en la dirección de La U. ¿Dejaría Santos la jefatura del llamado “partido de gobierno” en cabeza de quien es visto como la principal carta electoral del principal crítico del Ejecutivo: Uribe?