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Viernes, 27 de Abril de 2018
Redacción Política

Efecto ‘bola de nieve’

El pacto que firmaron la mayoría de los candidatos presidenciales para bajarle el tono agresivo a la campaña electoral, no solo en los debates e intervenciones públicas de cada uno, sino principalmente en el ‘campo de batalla’ en las redes sociales, aunque fue bien recibido por la mayoría de la opinión pública, varios expertos y observadores políticos  consideran que el alcance no será mayor. Esto porque el alud de insultos, falsas noticias y acusaciones temerarias alrededor de los competidores a la Casa de Nariño no se originan en las redes sociales de estos ni en las de su campaña y principales dirigentes y voceros, sino en personas ajenas a las mismas que, obviamente, son imposibles de controlar o vetar a priori. Sin embargo, lo que sí queda claro es que en las campañas  cada vez hay más temor sobre el efecto ‘bola de nueve’ que tienen los rifirrafes en las redes sociales, a tal punto que en varias de ellas se ha restringido la posibilidad de pronunciarse políticamente, dejando esa facultad a muy pocas personas, obviamente encabezados por el candidato, su fórmula vicepresidencial, y unos pocos voceros más.

El ‘país’ de Santos

Un senador de La U le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que no entendía cómo era posible que el presidente Santos no se estuviera dando cuenta de que  el acuerdo de paz con las Farc “está pendiendo de un hilo” aquí en Colombia, mientras él va a la ONU a decir que todo marcha bien. Según el parlamentario, cuyo nombre de omite debido a la informalidad de la charla, el tono del discurso del Presidente esta semana en una sesión especial de la ONU “… pareció ser de otro país”, porque en Colombia hay un rebrote de violencia guerrillera, las disidencias de las Farc crecen en peligrosidad, el narcotráfico está en auge, la política del posconflicto naufraga entre incumplimiento y corrupción, las negociaciones con el Eln están al borde del abismo, las bandas criminales se volvieron un problema de marca mayor y la ciudadanía descalifica sustancialmente el resultado del acuerdo de paz.

‘Hasta la coronilla’

Los escándalos y polémicas en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) ya tendrían hasta la ‘coronilla’ a la Casa de Nariño. Según se afirma en los corrillos palaciegos,  el Jefe de Estado está pensando en aplicar un correctivo definitivo a todo lo que está ocurriendo y así se lo habría solicitado ya a los ministros de Justicia y del Interior.   De igual forma, se sabe que los presidentes de las altas Cortes de la jurisdicción ordinaria también podrían pronunciase de forma conjunta para expresar su preocupación por lo que está sucediendo en la JEP, que terminó en una desgastante polémica sobre presuntos pulso de poder y rumores de rebatiña burocrática y contractual.

La culpa de ellos…

Y hablando de los altos tribunales de justicia, un magistrado de estos le dijo a un periodista de este Diario que al hacer una revisión de las distintas propuestas de reforma a la Rama hechas por los candidatos a la Presidencia, se podía concluir que la tan esperada modificación estructural judicial no se ha podido llevar a cabo en Colombia, no por la oposición ni la defensa del estatus quo por parte de quienes conforman la administración de justicia, sino porque los partidos políticos  tienen cada uno su propia visión de cómo adelantar ese ajuste y nadie los pone de acuerdo antes ni ahora.

Tempraneras candidaturas

Aunque la coalición mayoritaria que manejará el Congreso a partir del próximo 20 de julio solo se delineará a partir del resultado de las elecciones presidenciales y de las alianzas que el nuevo gobierno pueda concretar, ya se escuchan en los corrillos de Senado y Cámara los nombres de algunos parlamentarios que han exteriorizado su intención de acceder a las presidencias y a vicepresidencias de ambas corporaciones legislativas, e incluso de las comisiones constitucionales. Pese a que parecería muy tempranero empezar a hablar de estas aspiraciones, se dice que, como reza el refrán popular, “el que primero se arrodilla…”