Silla vacía (I) | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Octubre de 2011

La semana pasada, después de analizar la medida de aseguramiento impuesta por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, al senador del partido de La U, Fuad Emilio Rapag, la Comisión de Ética y Estatuto del Congresista determinó que, en este caso en particular, procede la suspensión sin reemplazo hasta que se produzca una sentencia definitiva que lo absuelva o condene, lo que significa que se aplicaría la ‘silla vacía’ para el Partido de la U, por tratarse de la colectividad a la que pertenece. Ello debido a que la sindicación que se le hace al parlamentario: presunto autor del delito de concierto para promover grupos armados al margen de la ley.

 

Silla vacía (II)


Sería, en consecuencia, el segundo escaño que quedaría vacío en el Senado al no proceder la posibilidad de que el partido respectivo pueda reemplazar al parlamentario preso. El primero caso se dio, como se sabe, hace, coincidencialmente, un año, cuando la Sala Penal dictó medida de aseguramiento al senador de Cambio Radical, Javier Cáceres, por presuntos nexos con grupos paramilitares. La colectividad no sólo quedó con siete senadores sino que la Comisión I quedó con 18 escaños, cuando constitucionalmente está compuesta por 19.

 

Silla vacía (III)


Al senador cartagenero, pues, le correspondió estrenar la figura de silla vacía establecida por la reforma constitucional de 2009. Según lo previsto en el inciso 3º del artículo 134 de la Constitución Política no podrá ser reemplazado un parlamentario a partir del momento en que le sea proferida orden de captura, dentro de un proceso penal al cual se le vinculare formalmente, por delitos relacionados con la pertenencia, promoción o financiación a/o por grupos armados ilegales, de narcotráfico o delitos de lesa humanidad. Si el congresista es absuelto puede volver al escaño, pero si hay sentencia condenatoria se perderá el escaño definitivamente.

 

Silla vacía (IV)


Hay dos casos en donde no se ha aplicado la figura de la silla vacía. Los de las detenciones del senador Iván Moreno y la representante a la Cámara, Lucero Cortés. Al primero la Sala Penal de la Corte le imputó los delitos de cohecho, concusión y celebración indebida de contratos, en el marco del escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá.  A la segunda, que tiene detención domiciliaria, se le sindica de incurrir presuntamente en el delito de tráfico de influencias. En estos casos, por no tratarse de delitos relacionados con la promoción de grupos armados ilegales tanto el Polo como La U, respectivamente, pudieron designar reemplazos en las correspondientes curules.

 

Silla vacía (V)


Es apenas claro que si esta figura hubiera estado vigente desde 2006, el Congreso habría quedado diezmado debido a los más de sesenta parlamentarios que terminaron investigados por parapolítica. Incluso se sabe que en el actual Parlamento hay senadores y representantes que consideran que la silla vacía también debería operar para los parlamentarios que sean apresados por sindicaciones de delitos de corrupción, contra el erario y la administración pública.