La rusa Maria Sharapova (N.2) aspira a batir por fin a la estadounidense Serena Williams (N.1), que le ha ganado en los últimos 15 partidos, el sábado (8h30 GMT) en la final del Abierto de Australia.
La cita de Melbourne será la 19ª ocasión que jueguen la número 1 mundial y la 2. Sharapova sólo tenía 17 años, por 22 de Serena, cuando se encontraron por primera vez en un torneo del Grand Slam, hace más de una década.
Fue en la final de Wimbledon y la rusa levantó el título ante la sorpresa general. Unos meses más tarde confirmaba que llegaba para quedarse a la élite del tenis al lograr el Masters, también ante Serena. Después, una larga travesía de 15 derrotas consecutivas.
En algo más de 10 años la tenista siberiana sólo ha ganado cuatro sets ante la estadounidense. Ha desarrollado un verdadero complejo ante Serena que le impide dar lo mejor de sí misma.
"Tengo un balance muy malo, pero soy una competidora y haré todo lo que sea posible para cambiar la tendencia", dijo tras ganar a su compatriota Ekaterina Makarova el jueves.
"Me gusta jugar contra ella, me encanta la intensidad que mete en los partidos", le devolvió Serena tras imponerse en semifinales a su compatriota Madison Keys.
Lograr un segundo título en Melbourne, después del que ganó en 2008, significaría para Sharapova invertir la tendencia y sorprender a una rival que gana casi sistemáticamente todos los partidos por el título en Grand Slam que disputa, con una estadística de 18 triunfos en 22 finales.
A su favor puede jugar el resfriado que sufre Serena, que le obligó a aplazar su entrenamiento de este viernes.
"No me sentía bien. Tengo un resfriado desde el comienzo de la semana. Iba mejor, pero esta mañana empeoró, así que decidí regresar al hotel para relajarme y hacer una siesta. He aplazado el entrenamiento a la tarde", dijo la tenista de 33 años.
- "Todas las series llegan a su fin" -
En Melbourne Serena ha ganado todas las finales que ha disputado, cinco entre 2003 y 2010. Pero Sharapova confía en que se cumplan las palabras de advertencia del propio técnico de la estadounidense, el francés Patrick Mouratoglou: "Todas las series llegan a su fin".
Este año se produjeron dos buenos ejemplos en categoría masculina. El checo Tomas Berdych derrotó al español Rafael Nadal, con el que había perdido 17 partidos consecutivos, y el italiano Andrea Seppi puso fin a los 10 encuentros en los que había cedido ante el suizo Roger Federer.
De lo que hay ninguna duda es que el duelo Serena-Sharapova es el gran 'clásico' que todos los espectadores esperaban. "Nuestra final será un gran momento para el tenis femenino", señaló la rusa.
La victoria de Serena supondría su 19º título mayor, por lo que desempataría con sus compatriotas Martina Navratilova y Chris Evert, acercándose al récord de la alemana Steffi Graf (22).