Al menos 35 personas murieron este viernes cuando el autocar en el que viajaban cayó en un acantilado en el norte de China, anunciaron los medios de comunicación, un accidente que ilustra la peligrosidad de las rutas en este país.
El accidente ocurrido en el distrito de Chunhua, en la provincia del Shaanxi, costó la vida a 35 personas y otras 11 resultaron heridas, indicó la agencia de prensa oficial China Nueva.
Imágenes colgadas en las redes sociales internautas, cuya autenticidad no pudo ser verificada de inmediato, mostraban un autobús blanco yaciendo volcado en el fondo de un precipicio.
Las autoridades locales indicaron que investigan las causas del accidente.
La mortalidad en las carreteras es un problema agudo en China, donde las vías de circulación y los nuevos conductores están en rápida expansión.
Cada año, más de 200.000 personas pierden la vida en las rutas chinas, aseguró este mes la Organización Mundial de la Salud (OMS), en tanto que Pekín guarda secreto sobre las estadísticas.
Un viceministro, citando datos del ministerio de Transportes chino, había afirmado que el número de muertos en las carreteras del país cayó de 104.000 en 2003 a 60.000 en 2012.
Un estudio publicado en 2011 por un grupo de investigadores chinos y estadounidenses había concluido, no obstante, que los accidentes mortales en las rutas chinas era dos veces mayor que lo que pretende la policía.
En agosto de 2014, un autobús cayó en un valle de Tíbet después de haber chocado con dos vehículos, con un saldo de 44 personas muertas y 11 heridas.