Una teoría planteada en ecología de bosques, según la cual el fósforo es el principal limitante de la captura de carbono, fue desvirtuada con un hallazgo de la Universidad Nacional, U.N.
El estudio encontró que el potasio limitó significativamente la captura de carbono del ecosistema, más que el fósforo y el nitrógeno. Este resultado se obtuvo gracias a que la investigación se adelantó en bosques pluviales tropicales de Opogodó (en Condoto) y en bosques de topografía quebrada de Pacurita (cerca de Quibdó), ubicados en el Chocó biogeográfico, zona de alta precipitación.
Este conocimiento es muy importante para los planes de manejo de ecosistemas que se desarrollen con el propósito de incrementar y priorizar las capturas de carbono en bosques naturales con miras a mitigar el cambio climático global.
Los bosques desempeñan un rol importante en dicha función, porque al hacer fotosíntesis capturan dióxido de carbono, principal componente de la atmósfera que contribuye al fenómeno.
Para adelantar la investigación se establecieron cinco parcelas de una hectárea cada una, las cuales fueron fertilizadas. En total se adicionaron 50 kg de fósforo, 50 kg de potasio y 125 kg de nitrógeno por hectárea cada año, teniendo en cuenta que los bosques tropicales con alta precipitación, como estos, generalmente tienen poca disponibilidad de nutrientes en el suelo.
El potasio afectó los ecosistemas porque generó un mayor incremento en el crecimiento y la productividad de los árboles, y resultó ser el nutriente más limitante en absorción de carbono. Además se lava fácilmente con las lluvias fuertes, lo cual ocasiona que los árboles tengan una mayor dependencia de su disponibilidad para crecer, por lo que se hace importante comprender su dinámica.
Contrario al potasio, los mecanismos de obtención de nitrógeno y fósforo al parecer son más eficientes, lo cual explica su poca limitación sobre la productividad.
Redistribución
Además del ensayo de fertilización se midió la captura de carbono mediante censos: mediciones del crecimiento del bosque respecto a los diámetros de los troncos de los árboles y a la altura. En este caso se hicieron tres evaluaciones, una cada año.
También se tuvo en cuenta la producción y renovación de raíces y hojas, respectivamente. Los elementos se pesaron cada 15 días y los datos se relacionaron con concentraciones de nutrientes en el suelo. La adición de nitrógeno y de potasio generaron, por ejemplo, mayor crecimiento.
“La conclusión general es que los macronutrientes adicionados al bosque producen una redistribución de carbono en el ecosistema, es decir que las partes aéreas crecen más cuando hay más fósforo o nitrógeno, en comparación con las partes subterráneas. Sin embargo, al analizar la productividad total del bosque, no existe una diferencia significativa”, afirma Harley Quinto Mosquera, investigador y doctor en Ecología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín.
La sola aplicación de potasio incrementó significativamente la productividad total del bosque, lo que tiene connotaciones e implicaciones importantes en términos de la ecología del bosque. “El resultado muestra que en el contexto del cambio climático global un incremento en las lluvias afectaría la captura de carbono en caso de arrastre o lixiviado de potasio”, agrega.
Con la investigación, el doctor Quinto Mosquera demostró que los nutrientes a los que se les ha prestado menos atención son los que estarían determinando la captura de carbono de los bosques, ecosistemas que, según expone, deben ser más estudiados para comprenderlos y, sobre todo, para conservarlos.