En reunión del comité municipal de gestión del riesgo del municipio de Bojacá, donde participaron la Dirección Regional Sabana Occidente de la CAR, las alcaldías de Bojacá y Tena, delgados de la comunidad de este último municipio y representantes del sistema de acueductos regional denominado Calabar, analizaron la situación de riesgo que se presenta en un sector de la vía Mosquera-La Mesa que pertenece al municipio de Bojacá.
El hecho se originó en el sector km 94, cuando la concesión Devisab en la obra de ampliación del tercer carril de la vía Bogotá-La Mesa-Anapoima, adquirió un terreno perteneciente a Sorayda Vallejo. Dicha empresa, dentro de la licencia para la ampliación, hizo un corte de 6 metros de la montaña. La propietaria, junto a su esposo, solicitaron permiso a la alcaldía de Bojacá para disponer el material sobrante dentro de su propiedad, colindante con la vía nacional en un trayecto de aproximadamente 2 kilómetros y garantizar una zona plana, para reubicar su vivienda y restaurante.
La alcaldía les autorizó un permiso de movimiento de tierra al interior del predio por 4 mil metros cúbicos, pero luego en visita técnica de la CAR, se evidenció que el movimiento de tierra fue mucho mayor al autorizado y en condiciones técnicas no viables para una obra de esta naturaleza, lo cual originó un talud cuya base es de 7.371 metros cuadrados que da una base de superficie de 4 mil 631 metros y una altura aproximadamente 30 metros.
Este talud, como consecuencia del mal manejo técnico y la actual temporada de lluvias, ha originado constante desprendimiento de material hacia la Quebrada La Reforma que surte cuatro acueductos veredales de Tena, cuyas aguas presentan alta turbiedad y como consecuencia del material de arrastre tienen, obstruidas las bocatomas y el sistema de captación.
Según los voceros de la comunidad hay unas 20 mil personas afectadas, pero como esta misma fuente abastece indirectamente los municipios de La Mesa y Anapoima, la afectación podría llegar a 75 mil personas. Otro riesgo latente en la zona es el peligro de una remoción en masa, ya que se evidenciaron grietas a lo largo del terreno explanado.
Por eso, luego de una inspección a la zona y a la cuenca y en decisión ratificada por el comité de gestión del riesgo de Bojacá, se conminó al propietario para que en un Lapso de 15 días realice obras de mitigación tales como instalación de mallas, construcción de barreras y gaviones, siembra de pasto cocuy, etc. Esto sin perjuicio de los procesos sancionatorios que la investigación origine.
De igual manera, en la visita técnica, se evidenció una presunta responsabilidad de la empresa Devisab, por la construcción de un alcantarillado de aguas lluvias que vierten al talud contribuyendo a la saturación del terreno.
Producto de esta situación, las autoridades correspondientes, incluyendo la CAR Cundinamarca, hacen permanente seguimiento a la zona, para que el responsable cumpla los compromisos, al igual que la empresa. Lo anterior, con el objetivo de mejorar la calidad del agua de la quebrada y por ende normalizar el servicio a la población afectada y alejar el peligro latente en los predios cercanos a ese tramo de la vía.
En la vía Bogotá-La Mesa se han registrado varios deslizamientos de tierra que han obligado al cierre parcial o total de la carretera, afectando la movilidad de las personas que se desplazan desde o hacia la capital de la República.
La mayor preocupación radica en que por la temporada de lluvias se presenten nuevos deslizamientos de tierra con las consecuentes de la movilidad por esta transitada vía.