La contaminación de los suelos | El Nuevo Siglo
Cortesía
Domingo, 1 de Septiembre de 2019
Alvaro Sánchez

“La tierra es la que hay y no existe más”

Desde hace algunas décadas el ser humano ha aumentado su preocupación por el cuidado del entorno y del ambiente; ha desarrollado técnicas y métodos dirigidos a combatir la contaminación del planeta y tratado de mejorar su relación con el hábitat. Sin embargo, los esfuerzos se han centrado en lo que es perceptible y notorio, como el aire, el agua, el ruido, la flora y la fauna. A pesar de lo anterior se ha pasado por alto la contaminación del suelo, el cual es la fuente principal de nuestra seguridad alimentaria y de las especies que cubren el planeta.

El suelo está definido como un recurso finito. Permítaseme la licencia de expresar que la tierra es la que hay y no existe más, esto significa que la pérdida y la degradación del suelo no son recuperables en el transcurso de una vida humana. “Los suelos afectan a los alimentos que comemos, al agua que bebemos, al aire que respiramos, a nuestra salud y la de todos los organismos del planeta. Sin suelos sanos no podríamos producir nuestros alimentos. De hecho, se calcula que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en los suelos". (Tomado del informe de la FAO sobre contaminación del suelo, 2017)

Podemos entonces colegir que unos suelos sanos son la clave para la seguridad alimentaria y para un futuro sostenible, pues ayudan a mantener la producción de alimentos, a mitigar y adaptarse al cambio climático, a filtrar el agua, a mejorar la resiliencia ante inundaciones y sequías, entre muchas otras bondades.

Desde luego que la contaminación del suelo es un desastre para el medio ambiente y tiene consecuencias sobre todas las variables que afectan la vida del planeta; las prácticas agrícolas inapropiadas reducen la materia orgánica del suelo y pueden facilitar la transferencia de contaminantes a la cadena alimentaria; la contaminación de los suelos es, entonces, la contaminación de todo aquello que vive sobre y entre ellos. Esto acaba por causar una serie importante de enfermedades que pueden ir desde simples molestias hasta cáncer incurable o deformaciones genéticas en el futuro.

No sobra hablar sobre el costo económico de la contaminación del suelo. Este se da por la alta reducción de rendimientos en los cultivos y en la vegetación nativa, lo que disminuye notoriamente la capacidad de alimentar al planeta; así, la prevención de este tipo de contaminación debería ser una prioridad pero también en nuestro país, más aún sabiendo que los costos de dicha prevención se verían altamente recuperados por la mejor productividad de los suelos y por la baja en los costos de atención en salud derivados del problema expuesto.

El informe de la FAO sobre contaminación del suelo hace referencia a algunas de las razones por las cuales se debe prevenir la contaminación del mismo, entre ellas menciona las siguientes:

1. La contaminación del suelo afecta a todos los ámbitos.

2. La contaminación del suelo es invisible.

3. La contaminación del suelo afecta a su capacidad de filtrado.

4. La contaminación del suelo afecta a la seguridad alimentaria.

5. La contaminación del suelo puede ser resultado de malas prácticas agrícolas.

 6. La contaminación del suelo puede poner en riesgo nuestra salud.

Basándonos en que para el año 2050 se espera que el planeta se acerque a los 10.000 millones de habitantes, cada vez es más importante desarrollar programas y proyectos para la prevención de la contaminación de nuestros suelos. Colombia está en mora de tener una legislación y un control al respecto. Sería muy importante que nuestras autoridades nos contarán hacia dónde va la política de prevención de la contaminación del suelo en el país o, por lo menos, nos contarán si existe dicha política.