Una evaluación exhaustiva basada en hechos sobre los desafíos que afronta el océano, como el calentamiento del agua, la subida del nivel del mar, la contaminación, la acidificación, la desoxigenación, el carbono azul y la pérdida de biodiversidad, presentó la Unesco, con el apoyo de Islandia y con la participación de más de 100 científicos de casi 30 países.
“El informe de la Unesco muestra que la alteración del clima está teniendo un impacto cada vez más grave en el estado de los océanos. Temperatura, acidificación, nivel del mar: todas las alarmas están sonando. Además de implementar el Acuerdo de París sobre el Clima, hacemos un llamado a nuestros Estados Miembros para que inviertan en la restauración de los bosques marinos y regulen mejor las áreas marinas protegidas, que son importantes reservas de biodiversidad”, dijo Audrey Azoulay, directora del organismo.
Señala el estudio que mientras que las temperaturas atmosféricas tienden a fluctuar, el océano se está calentando de manera constante y sostenida. Revela que el océano se está calentando ahora al doble de ritmo que hace veinte años. Se prevé que en 2023 se registre uno de los mayores aumentos de temperatura desde la década de 1950.
A pesar de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C por encima de los niveles preindustriales, las temperaturas del océano ya han aumentado una media de 1,45 °C. Además, se han identificado claros puntos calientes donde las temperaturas superan los 2 °C, como en el Mediterráneo, el Océano Atlántico Tropical y el Océano Meridional.
Una consecuencia dramática de este calentamiento es el aumento del nivel del mar en todo el mundo. El océano absorbe el 90 % del exceso de calor liberado en la atmósfera y, a medida que el agua se calienta, se expande. Las temperaturas cálidas del océano ahora representan el 40 % del aumento global del nivel del mar, y la tasa de aumento se ha duplicado en los últimos 30 años, sumando un total de 9 cm.
Asimismo establece que los niveles de oxígeno están asfixiando a las especies costeras. “Desde la década de 1960, el océano ha perdido el 2 % de su oxígeno como consecuencia del calentamiento de las temperaturas y los contaminantes, entre ellos las aguas residuales y la escorrentía agrícola. Las áreas costeras son las más afectadas, con especies que se encuentran en primera línea de una batalla por respirar. Se han identificado aproximadamente 500 ‘zonas muertas’ donde casi no queda vida marina debido a la disminución del contenido de oxígeno”, alerta.
El aumento de la acidez del océano también es un motivo importante de preocupación. Con el 25-30 % de las emisiones de combustibles fósiles absorbidas por el océano, esta sobreabundancia de CO2 está transformando la propia composición química del océano. Desde la época preindustrial, la acidez del océano ha aumentado un 30 %, y se estima que alcanzará un 170 % para el año 2100. Las conclusiones de la UNESCO revelan que, una vez más, las especies costeras son las más afectadas. Mientras que en alta mar la acidez aumenta de forma gradual, en las aguas costeras se producen fluctuaciones drásticas entre alta y baja acidez, lo que provoca la muerte masiva de generaciones jóvenes de animales y plantas demasiado frágiles para sobrevivir.
Indica que los bosques marinos, que incluyen manglares, praderas de pastos marinos y marismas, son capaces de absorber hasta cinco veces más carbono que los bosques terrestres. Además de ser vitales refugios de biodiversidad, representan uno de los mejores baluartes contra el calentamiento global. Sin embargo, la UNESCO revela que casi el 60 % de los países aún no incluyen la restauración y conservación de bosques marinos en sus planes de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés).
Las Áreas Marinas Protegidas son conocidas por proteger la biodiversidad, albergando el 72 % de las 1500 especies marinas en peligro de extinción incluidas en la Lista Roja de la UICN. Los nuevos datos de la Unesco demuestran que, cuanto mayor es el nivel de regulación en una Área Marina Protegida, más efectiva es en la protección de los ecosistemas locales.
La Unesco lidera el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, desde 2021 hasta 2030. Desde el inicio de esta Década, se han implementado más de 500 proyectos en todas las regiones del mundo y se han movilizado más de mil millones de dólares para mejorar el conocimiento y la protección del océano.
La organización está apoyando decenas de programas de cooperación científica en todas las regiones del mundo, combinando el intercambio de datos, el mapeo en alta definición del fondo marino, la prevención de desastres naturales y la búsqueda de soluciones innovadoras para proteger los ecosistemas. A través de sus más de 230 reservas de biosfera marina y más de 50 sitios marinos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, la Unesco también es guardiana de sitios oceánicos únicos que albergan una biodiversidad crítica.