La vacunación, un método para asegurar una buena vejez | El Nuevo Siglo
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Jueves, 3 de Octubre de 2019

Disfrutar de un buen estado de salud en la vejez es en gran medida el resultado de llevar hábitos saludables a lo largo de la vida como la práctica de ejercicio, una consulta médica frecuente, la sana alimentación y el adecuado manejo de las emociones. Sin embargo, otro factor que se desconoce y puede asegurar una calidad de vida digna en la tercera edad es la aplicación de las vacunas en la adultez.

 

Es común considerar que las vacunas son un tema exclusivo de la infancia, por lo cual la mayoría de adultos no lo hacen. No obstante, su aplicación en la vida adulta es necesaria. pues como explican los Centros para el control y Prevención de Enfermedades (CDC) la protección de las vacunas que se reciben en la niñez pueden desaparecer con el tiempo.

 

El doctor Robinson Cuadros, médico especialista en geriatría y expresidente de la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría asegura que “las vacunas, junto con el agua potable y el lavado de manos, han sido la medida de prevención que más ha beneficiado a la humanidad. La cantidad de muertes que se han evitado gracias a ellas es una posibilidad que no había generado otro medicamente antes.”

 

Sin embargo, el doctor resalta que la vacunación en adultos mayores no tiene la intensidad que debería, la cual tendría que ser igual a la que se enfoca en niños puesto que en la vejez ocurren cambios significativos en el sistema inmunológico que traen consigo mayor prevalencia y susceptibilidad, mayor severidad y duración de ciertas enfermedades, así como el aumento de la probabilidad de complicaciones y peor pronóstico.

 

Cuadros explica las consecuencias de esta problemática, que es prevenible con la vacunación, por medio de un estudio realizado en 11.322 personas mayores de 65 años que estuvieron en el hospital por episodios de neumonía:

 

“Durante la hospitalización inicial el 11,5 muere. Antes de los 30 días después del egreso fallece el 8.6%.  Vuelven a hospitalizarse a los 7 días  el 4,7. A los 14 días el 8%, y a los 30 días el 12.3 %, con lo cual se concluye que después de una neumonía, si el paciente no muere, va a estar visitando el hospital en repetidas ocasiones.”

 

Esta periódica recurrencia a los centros médicos no es la única consecuencia que trae el padecimiento de una enfermedad como la neumonía en las personas mayores. “Si un paciente de 70 años se queda en cama, por ejemplo esperando a que le pongan el medicamento, en un solo día puede perder el 3% de la masa muscular. Si se queda 10 días, que es lo que dura la terapia antibiótica, se pierde 1 kilo de la masa muscular total que se va a tardar alrededor de 20 semanas de rehabilitación para recuperarlo”, agrega el médico especialista.

 

Además, esto hace que tan solo el 30% de los pacientes después de una hospitalización vuelvan a tener la funcionalidad que tenían antes como mantener la misma velocidad al andar, ser autónomos para comer, al bañarse o no utilizar pañal, lo cual es algo que afecta aún más la salud del paciente pues uno de los mayores temores de llegar a la vejez es el perder la capacidad de realizar acciones cotidianas por sí mismos.

 

Según la Asociación Colombiana de Infectología, la neumonía adquirida en la comunidad es la sexta causa de muerte y la primera por infección en el país. La tasa de mortalidad por la neumonía adquirida en la comunidad es de 13 por 100.000 habitantes en la población general. Sobre la prevención y la vacunación, esta organización resalta que “existe evidencia de la eficacia de estas vacunas para reducir las consecuencias directas e indirectas de las infecciones y se ha demostrado con claridad su efecto protector en niños y en ancianos.”